Amor Clandestino

Capítulo 10

—¿Cómo que se mudará contigo?—preguntó mi padre serio.

—Sí, va a vivir conmigo como pareja que somos, ambos somos adultos, Steven.

—Pero… está bién, es tu desición, Tylor. ¿te mudarás con Christopher?

¡Agh! ¿Por qué lo tengo que tomar tan dificil?

—Yo... —aclaré mi garganta—sí, me mudaré con Christopher.

Mi padre me miró por unos segundos y luego me abrazó.

—Ten cuidado, cualquier cosa que pase…

—Papá...—me quejé interrumpiendolo.

—Sabes que ese tipo de vida es muy dura, ¿cierto?

—Lo sé papá y estoy dispuesta a enfrentarla—tomé de la mano a Christopher y él depositó un beso en ella.

Estaba algo angustiada por mudarme y dejar a Tess, la miré y enseguida se acercó a mí.

—No estés mal por mí, me alegra mucho que seas felíz, además me quedaré en tu habitación ahora, es más grande que la mía—rió.

Siempre sacándome una sonrisa.

—Quiero que sean muy felices juntos, ambos se lo merecen, ¿no es así, amor?—miró Amanda a mi padre.

—Si—se limitó a responder.

Sé que está siendo algo rudo, pero en el fondo se alegra por mí, mi padre siempre dice lo que piensa, así que si no quisiera que me mudara con Christopher, lo habría dicho desde un principio.

—¿Y cuándo piensan darme sobrinos?—preguntó Tess bromeando, pero mi padre no lo tomó de esa manera, pues casi se ahoga tosiendo.

—Tess—me quejé.

—Es solo una broma—se encogió de hombros, aunque todavía sonreía.

Christopher, por su lado, no pudo contener la risa.

—Voy a preparar una cena para festejar—dijo Amelia mientras sonreía. Caminó hasta la cocina junto a mi padre, dejándonos a los tres solos, lo que no duró mucho porque Tess se levantó enseguida del sofá fingiendo mientras contestaba su celular que nunca sonó. Sonreí ante su infantil excusa y miré a Christopher que también tenía una hermosa sonrisa en su rostro.

—Estoy tan feliz—confesé—Por un momento pensé que todo saldría mal.

Christopher sonrió tirando de mí contra él.

—Estás hermosa hoy—acarició mi cabello.

—Solo un simple jean, Chris—sonreí.

—Te tengo una sorpresa en casa.

—¿Qué es?

—Debes esperar, Tylor, ya dije que es una sorpresa.

—Pero… agh no tienes que decirme cuando me tienes un sorpresa, luego no me aguantaré—confesé frustrada.

Christopher comenzó a reír y luego me miró.

—Cuando te enojas, te ves adorable.

—Y tú cuando ríes y estás sin preocupaciones te ves más joven.

—Entonces me veo como un viejo.

—Sabes que no—me crucé de brazos.

—En realidad te tengo dos sorpresas.

—Christopher Van Ewen…

_____

La cena estuvo genial, cenamos en familia y tranquilos. Cuando terminamos, nos despedimos porque ya era hora de ir a casa, además que no podía esperar más tiempo para las sorpresas. Mis cosas, las traerán mañana, Christopher no dejo que las empacara, porque "Amanda y Carolina se encargaran de eso". Una vez en la mansión, Christopher tomó de mi mano y me llevó al pasillo donde se encontraba su oficina.