Capítulo 7

178 20 2
                                    

—¿Puedes por favor decir algo?—me preguntó, su tono de voz era algo preocupado.

—Estoy asimilando las cosas. Y de verdad quiero pensar sola en mi habitación.

—Desde un principio te dije que era complicado, Tylor. Yo nací en una familia así y no puedo salir de esto. Soy el jefe ahora, he entrenado desde los dieciocho y se como se maneja todo esto. Esto no es nuevo para mi, y solo te pido que puedas entender, si te quieres alejar de mi, esta bien, te entiendo. Pero no puedo cambiar lo que soy.

—No estoy pidiendo que lo hagas.

—Entonces...

—Entonces tengo que pensar todo esto, sabes que no es fácil—lo interrumpí—¿Mi padre sabe esto de tí?

—Desde el primer día que comenzó con mi madre.

—¿Y por qué no me me lo dijo? ¿Por qué ocultar semejante cosa por años?

—Yo pedí que fuera así, prácticamente se lo supliqué.

—¿Por qué?

—Porque quería contarlo yo personalmente, maldición. ¿Cómo pensabas que tu padre lo hiciera? Escucha, Tylor. El hijo de Amelia es un maldito matón.

—No te refieras a tí de esa manera.

—¡Es lo que soy!—levantó un poco la voz—. Eso es lo que soy y no puedo cambiarlo—me tomó de las manos—. Prometeme que lo pensarás, Tylor. Piensalo bien y ojala no escojas la peor opción.

Solté mis manos de su agarre. No sé por qué lo hice, pero no podía dejarlas ahí, estaba confundida.

—Vete—dije seria.

—Sabes que jamás en mi maldita vida dejaría que te hicieran daño, Tylor. Si no quieres seguir viéndome o si tienes miedo y piensas que soy un psicópata, lo entiendo, pero ten por seguro que jamás dejaría que te tocaran.

—Por favor para, Christopher. Quiero que te vayas—ordené.

Las lágrimas amenazaban en caer y no sé por qué, pero odio llorar...

—Seguiré al pendiente de ti—dijo mientras se levantaba.

No puedo creer lo que me esta pasando. Christopher es un mafioso y mis sentimientos hacia él son extraños.

Como imaginé, apenas Christopher se fue comencé a llorar como niña pequeña. Me senté en mi cama, sequé mis lágrimas y comencé a tratar de comprender todo. ¿cómo no pude sospecharlo? Esa mansión, tanta seguridad, guardaespaldas… Hasta no conocerlo en todo este tiempo encajaba. Después de pensar y pensar caí en un profundo sueño.

Cuando desperté eran las siete de la mañana, había dormido por más de doce horas.

Salí de la cama y entré a la ducha. Cuando salí comencé a vestirme para salir, quería tener mi propia oficina, ya en mi habitación comenzaba a incomodarme, no tenía espacio suficiente. Cuando estuve lista, entré a la habitación de Tess pero estaba dormida así que decidí bajar a desayunar.

—Buenos días—saludé.

—Buenos días, cariño—respondió Amelia—. ¿Quieres desayunar ya?

—Sí, tengo que salir—sonreí—, pero tranquila, yo me preparo el desayuno.

Caminé hasta la cocina y me serví cereal. No tenía tanta hambre.

—¿Qué haces aquí?—le pregunté a Christopher, estaba sentado en el comedor donde se supone que deberían estar Amelia y papá.

—Le pedía tu padre que me avisara como estabas, y cuando me contó que ibas a salir decidí venir.

Amor ClandestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora