El Pacto del Demonio

Reencuentro y una misión

Volví a casa con algo de comida para Will, y Dani también había llegado. Había avisado a los demás de lo que nos contó, y ya hicieron equipos de búsqueda. Mientras los demás intentaban buscar una solución para todo este conflicto. Traté de explicarle a mi hermano lo que pasó estos tres años, y el porqué del que me escapé aquel día. Al principio no quería reconocer que yo era un demonio y ya estaba con alguien, pero durante dos o tres días que estuvo allí lo fue asumiendo. Aquella noche, me levanté de la cama, no podía dormir y fue hacia el balcón, me apoyé sobre la barandilla y estuve pensando en muchas cosas. Cuando sentí pasos detrás mía, miré de reojo y vi a Dani también despierto.

-¿Estás preocupada por algo?

-Solo quiero que todo esto acabe ya, sé que he dicho que no me interesa pensar de nuevo en el pasado...pero, siguen siendo mi familia.

-Tranquila, seguro que por la mañana ya tendremos noticias. Ahora tiene que descansar.-Sentí su mano coger la mía y me llevó de nuevo adentro de la habitación. Al final me volví a acostar en la cama, y aunque me costó un poco, conseguí dormirme. Por la mañana, me vestí, recogí mi pelo y me arreglé un poco, bajé para ir a al salón, cuando sonó el timbre, fui a abrir encontrándome con uno de los amigos de Dani que parecía bastante agitado.

-Matt, ¿Qué te trae por aquí?

-Los han encontrado, estaban escondidos en el pueblo, en los viejos almacenes.-No me lo podía creer, estaba muy feliz y casi grito de alegría, cuando Dani apareció allí también.

-¡Están en el pueblo, voy a avisar a Will y nos vamos enseguida!-Salí corriendo al salón y lo desperté moviéndolo de un lado a otro.-¡Venga despierta!

-Alice, ¿a qué vienen esos gritos?-Medio dormido.

-Están vivos, venga tenemos que irnos.

-¿Qué?-Y en un segundo se despertó, sorprendido. Puse mi mano en su hombro y fuimos hasta el pueblo, fuimos por los callejones, para que no vieran a mi hermano con sus orejas y crear escándalo, mientras lo ayudaba, haciendo que se apoyara sobre mi hombro. Los almacenes no estaban lejos y no faltaba mucho para llegar, y cuando llegamos mi hermano me soltó enseguida y abrió la puerta. Al entrar todo estaba muy oscuro. Y no parecía haber nadie, pero Will no pensaba lo mismo que yo.-¡Tobi, Nick, no os preocupéis soy yo, Will!- Y enseguida encendieron las luces y vimos a todos allí, ellos vinieron corriendo y lo abrazaron, a mí claramente no me reconocerían.

-Hijo, menos mal que estás bien.

-Nos tenías muy preocupado, dijiste que vendrías pronto, has tardado demasiado tiempo.

-Lo siento, pero al menos estoy vivo. Y es gracias a ella.-Me miró y con un gesto, me pidió que me acercara.-Muchas gracias Alice, por todo.

-¿Alice?-Todos se quedaron muy confundidos, mis hermanos, mis padres y el resto de la manada, se quedaron mirándome, y yo me sentía muy nerviosa y avergonzada.

-Hola...me alegro de ver que estáis todos bien.-Mi madre se acercó a mí, y cuando pensaba que me iba a pegar o algo, me sorprendió cuando me abrazó.-Mamá...

-Estás viva, estás viva...me alegro tanto de que estés bien. Estaba tan preocupada por ti, estos tres años.

-No puedes ser Alice...no eres de los nuestros.

-He cambiado un poco, pero sigo siendo la misma.-De repente a mi lado apareció Dani.

-Tenemos que irnos, Erik me ha pedido que venga a por ti. Parece ser importante, es sobre los de las nieves.

-¿Por qué tengo que ir yo? Yo ya no tengo nada que ver con ellos.

-Fuiste un lobo, por eso te llaman. Siento tener que estropear tu reencuentro familiar, pero es mejor no hacerle enfadar.

-Esta bien, Will cuida de todos.

-Lo haré, muchas gracias por lo que habéis hecho conmigo todo este tiempo.

-Vámonos.-Me agarró de la cintura y nos fuimos, cuando abrí los ojos, me sorprendí al ver que estábamos en el Norte, en el pueblo del Mar Helado, andamos tranquilamente pasando desapercibidos, hasta que un callejón nos encontramos a Erik.-¿Para qué querías verme?

-He hablado con la manada del Norte, parece que todo este problema lo has causado tú. Tus hermanos entraron en su territorio y atacaron a uno de los suyos.

-Eso fue hace tres años, mis hermanos entraron para llevarme a casa, no sabían nada de lo que sucedería.

-Los lobos de las nieves están muy nerviosos, cada vez son menos...y eso hace querer expandir su territorio, pero lo que más me chocó fue que uno de ellos dijo tu nombre. Y parece que quiere verte. Vete a la manada y habla con ese lobo, y consigue saber que es lo quieren para detener esta guerra.

-¡Ella no irá a ninguna parte!¡Me niego a dejarla ir!-Dani gritó muy enfadado, poniéndose delante de mí, sabía perfectamente que estaba molesto, porque debería verlo de nuevo a él y parece que esa idea no le gustaba demasiado.

-Comprendo que sea tu pareja, y no quieres dejarla, pero tienes que entender nuestra situación.

-Me da igual, si ella va, yo iré con ella. No pienso dejarla sola con él.

-Así solo conseguirás ponerles más nerviosos de lo que están, si te entrometes tendré que encadenarte en el bosque para que no estropees nuestro plan.-Él no iba a cambiar de opinión y Dani tampoco así que debería deshacer esta discusión y si era por mi familia y para que estuvieran tranquilos, lo haría.

-Esta bien, iré mañana a primera hora.

-Alice, no lo hagas, no sabemos como va a reaccionar y no quiero que te haga daño.

-Sé cuidarme yo sola, no me hará daño, si se acerca de más me iré para casa de nuevo, te lo prometo.

-Muy bien, menos mal que uno de los dos es sensato. Mañana quiero noticias de lo que sabes. Y Dani te lo advierto...no causes ninguna problema.-Se fue y quedamos solos de nuevo.

-Dani, por favor...no me pasará nada, estaré bien, ¿confías en mí?

-Confío en ti, pero no quiero que te pase nada, si te ocurriese algo yo...no sabría que hacer.

-Venga volvamos a casa, no me iré hasta mañana, y además todavía no he desayunado y me muero de hambre.-Sonreí para animarle, le cogí la mano y nos fuimos de nuevo a nuestra casa.