Cap 23: "Ellos"

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- Daryl, solo debes seguir esas reglas. Pero mentir... eso es mucho peor. Bien... -dijo y agarró el conejo que sostenía Daryl.

- Hey -dijo Daryl molesto.

Joe cogió el conejo y lo puso en un tronco y lo cortó en la mitad.

- Bien, tienen la mitad -dijo Joe.

(...)

En la mañana seguíamos caminando por las rieles, Daryl y yo estábamos al último junto con Joe. Daryl y Joe hablaban pero yo no los escuchaba pero sobre las "reglas" que dijo allá en el bosque me llamó la atención.

- ¿Que pasa si mientes? -pregunté, Joe me miró sorprendido porque él no sabía de mi presencia cuando estábamos en el bosque pero aún así respondió.

- Recibe su paliza -dijo.

A lo lejos pudimos ver una casa, íbamos a pasar la noche allí, me lo imaginaba. Todos se dirigían a ésta pero cuando yo iba a ir, sentí como Daryl tomó mi mano y me detuvo, lo miré un poco confundida, él negó con la cabeza.

Los hombres entraron armados y Daryl y yo entramos al último. Habían algunos carros oxidados y cada uno estaba adueñado de uno, todos decían "mío " pero Daryl y yo no nos atrevíamos a decir eso, nos sentamos en el suelo.

Yo estaba sentada al lado de Daryl sin decir nada, vi como se levantó y salió de la casa, lo miré con curiosidad pero lo dejé.

- Hey -escuché a alguien decir, levanté la vista y había un hombre que me miraba-. Tu novio parece...

- No es mi novio -corregí.

- Bueno, mejor -dijo con una sonrisa mirándome de pies a cabeza. Me sentí molesta y me levanté, era de su estatura así que no me sentía inferior ni nada por el estilo.

- Mira, anda con lo tuyo y yo con lo mío -dije.

- ¿Y que tal si vamos con lo nuestro? -sonó coqueto.

- Si claro, lo que tu digas -dije sarcástica pero parece que se lo tomó en cerio.

Sentí como de la nada me tomó de las muñecas y me empujó, retrocedí hasta que topé la pared. Él me tenía agarrada de ambas muñecas y estampada contra la pared.

- ¿Que tal si vamos a divertirnos? -dijo.

- En tus sueños -reclamé molesta, lo empujé y él retrocedió un poco, comencé a dirigirme hacia donde estaba pero escuché como él venía detrás.

- Tu vienes a... -me giré para mirarlo pero me encontré con Daryl que estaba en una posición de protección. Daryl solo miraba al hombre, él tragó saliva y no acabó lo que iba a decir y se fue.

- No era necesario -dije mientras me dirigía a muestras cosas- lo tenía controlado -dije sin verlo.

Daryl no respondió.

- ¡Él es un ladrón! -escuché a alguien gritar, miré a mi alrededor y pude ver que era el arquero. El se dirigía hacia nosotros enojado, caminó y me ignoró por completo, me di vuelta y me di cuenta que se dirigía a Daryl.

- Yo no robé nada -dijo Daryl mirándolo fijamente a los ojos y enojado.

- ¡Tú te robaste la otra mitad de mi conejo! -gritó el arquero mientras le daba un leve empujón.

- ¡Yo no robé nada! -gritó Daryl.

- ¡Tu mismo pusiste el conejo en sus cosas para culparlo! -reclamé yo enojada.

Daryl me miró y el arquero se dio vuelta.

- No te metas, esto no es tu problema -dijo-. Puta -susurró.

Antes de gritarlo vi como Daryl comenzó a golpearlo, lo tiró al suelo y aún así seguía golpeándolo.

- ¡Paren! -escuché a Joe gritar.

Todos estaban intentando separar a Daryl.

- ¡Daryl! -grité y se separó del arquero.

- ¿Que es lo que sucedió? -dijo Joe tranquilo.

- Éste... ¡Es un maldito ladrón! -gritó el arquero mientras se limpiaba la sangre de la nariz con la mano.

- ¡Yo no robé nada! -dijo Daryl.

- ¡Se robó mi conejo! -gritó el arquero.

- ¡Tu lo pusiste en mis cosas para culparme! ¡Tu mismo lo pusiste cuando estaba afuera! -se defendió Daryl.

Entonces el arquero no dijo nada. Joe lo miró.

- ¿Es cierto? -le preguntó. Él se puso nervioso- Eso significa que mentiste -no respondió- Denle su merecido.

Todos comenzaron a golpearlo, él cayó al suelo pero aún así lo golpeaban, retrocedí unos cuantos pasos por precaución.

- Eso es lo que pasan cuando mienten -me dijo Joe.

(...)

Cayó la noche, yo estaba sentada al lado de Daryl. Algunos hombres seguían despiertos y otros dormidos, los que estaban despiertos me miraban de una forma no agradable.

- ¿Porqué estás así? -me susurró Daryl.

- ¿Eh? -dije confusa.

- Rara, distanciada -dijo sin verme. Ya sabía a lo que se refería.

- ¿Acaso importa? -dije.

- ¿Porque ya no me hablas? -dijo.

- Tanto quieres hablar ¿porque no hablas con tu Beth? -dije. Sabía que no debí haber dicho eso pero no me importaba.

- Ella es una amiga -dijo.

- Parece que es más que una amiga -repuse.

- Ella sí es una chica que no puede protegerse, tenía que enseñarle -dijo.

- Típico. Ustedes siempre buscan a alguien para proteger -dije.
- Yo no -lo miré- Si quiero a alguien, quiero que esa persona sepa protegerse a si misma, no sea la típica niña asustada, segura de sí misma y que no se deje manipular por las demás personas -dijo.

- ¿Porque no entras con ella? ¿Con Beth? -cambié el tema y desvié la mirada.

- Porque mi amor se encuentra en otro lado -me sorprendí. Giré mi cabeza y su mirada ya estaba clavada en mí.

Mi hombre de la ballesta (Daryl Dixon)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora