Casualmente tú.

Capítulo 8

Me encontraba acostada en el sofa con mis pies en el regazo de mi hermano.

-Te apestan los pies maldita sea.

-¿De verdad?.- me asuste.

-No, pero ya me cansé ve al otro sillón.

-Trevor.

- ¿Qué?- me respondió sin despegar los ojos del televisor.

-¿Puedo hacerte una pregunta?

-Ya la hiciste.

-Encerio... necesito que me ayudes.

Tomó el control y apagó la tele.

-Dime debe ser algo muy importante Joan, porque si no, corte mi jodido programa en vano.

-Es una novela Trevor. Nada importante.

-Para mi es importante. ¡Habla!

-Cuando un chico deja de hablarte despues de comportarse como un idiota... Eso significa ¿Qué?

-¿Quién se comportó contigo como un idiota?.- preguntó severamente.

-Es de idiotas responder una pregunta con otra pregunta.

-Es de idiotas soportar idiotas. Me doy una idea de quien podría ser ese "idiota".- aseguró haciendo comillas con sus dedos.

-¿Y bien?

-Eso querida hermanita significa que no le interesas.

-¿Por qué estas tan seguro?

-Porque es horrible admitirlo pero... lo he hecho algunas veces. La chica me parece un buen reto pero después se emocióna y se pone toda rara y cursi y pff...

Suspire.

-Pero si ese idiota te hizo daño solo dime.

-No... no, no. Tranquilo.

Trevor tenía razón yo estaba toda emocionada. ¡Que tonta!

Seguí acostada en el sofa con mi hermano y cuando su novela término me miró.

-Joanie.

-Dime.

Se quedó callado imagino que en una lucha interna debatiendo decirlo o mejor no.

-Emm...No te pongas a gritar y a decir estupideces pero...

-Te gusta Amy.- dije dejandolo atónito con mi poco tacto para decirlo.

En realidad quiero correr por toda la avenida gritando de la emoción.

-¿Qué? No claro que no.

-Claro que si ya deja de fingir.

Mi hermano gruño.

-¿Quién mierda te dijo?

-Nadie.

-¿Entonces? ¿Lees mi mente maldita loca?

-Idiota, si lo hiciera estaria completamente traumada en la esquina llorando.

-Pues que clase de cosas crees que pienso.

-No lo sé, yo solo supuse. Pero ese no es el punto ¿Te gusta o no?

-Si.- me dijo en un silbido avergonzado.

-Pues que bien...

-¿Es todo?

-¿Qué?

-¿Es todo lo que dirás?

-Si...

Me tomó unos minutos pensar cual seria mi siguiente movimiento, tenia que contarle a Amy... cuando Trevor volvió a recargarse en el sofa, me levanté y comencé a gritar.