Capítulo 6

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Cuando me metí a mi habitación me permití derramar algunas lagrimas, yo jamas fui tan fuerte, pero me gustaba fingir que si, la gente del colegio solía evitar tener problemas conmigo, no tanto por mi, más bien por mi hermano que era de los chicos mas populares del instituto y también por su apariencia de malo.

En fin, en esta ocasión la actitud de Adam me había dolido, él tenía algo con otra chica y el muy maldito se habia permitido besarme.

En realidad no lo culpaba del todo, a fin de cuentas yo se lo habia permitido, yo fui demasiado ingenua, siempre me pasaba igual.

Confiaba en alguien que yo podia jurar no me haria daño y luego ¡Sorpresa! Son todos unos idiotas...

Eso te pasa por ser tan "buena gente", por no decir tonta... Ademas ¿Qué esperabas? Lo conoces hace apenas 5 minutos y ya es el amor de tu vida. Por dios Joan madura un poco.

El sonido del teléfono de la casa interrumpió mi discusión interna.

-¿Hola?

-Joan, mi princesa.

-Papá.

-¿Pasa algo? Te oyes diferente.

-Estoy cansada, es todo.

-Bien, el avion aterrizó hace veinte minutos, llegaremos a casa al rededor de las diez.

-Genial.- le conteste a mi padre de manera cortante.

-Hablaremos de tu actitud. - colgó.

Me alegraba que estuvieran de regreso, pero ya me habia acostumbrado a esta casa sin ellos, ademas mi madre se la pasaba parloteando sobre todo lo que estaba mal conmigo. Los amo pero eligieron el peor momento para venir.

Trevor me habia invitado a una fiesta que iniciaba hoy al rededor de las diez, pero no acepté ya que pensaba que pasaria un buen rato en casa de Owens, en fin esta noche mi hermano no estaría en casa. Yo tendría que recibir sola a mis padres.

Cuando llegaron a casa me hablaron de todo su viaje, no habia sido un viaje de negocios, ¡No! Ellos se habian escapado, por su luna de miel número mil contando está.

¡Egoistas!

Estaba al borde de un maldito colapso así que me largue a la cama, dicen que no es bueno dormir de mal humor pero soy optimista. Mañana todo mejoraría. Y sí no, yo haría que todo mejorara.

Al otro día, me vestí un poco mejor de lo que normalmente lo hacía, recordando que mi madre estaba en casa.

Baje al comedor y ahí estaba ella, desayunando alguna cosa hecha por la ama de llaves.

-Buen dia mamá-bese su frente.

-Joan ese vestido blanco se ve hermoso, aunque...
Mi madre siempre buscaba la manera de encontrar algo mal en mi.

-Los zapatos no me encantan, mejor lleva tacones.- terminó la frase.

-Asi me gusta mamá.

Llegando al colegio aparque mi auto en un espacio entre los revoltosos del equipo de fútbol.

-Hola.- me saludo un chico que reconocí como el capitan. El gran Nick.

-Hola Nick.- le respondi mientras sacaba mis cosas del maletero.

-Siempre tan seria Joan.

-¿Eso es malo?

-No, de hecho, es por eso que me agradas.

-Bien... y ¿Qué quieres?

-Quiero que me ayudes con algo... esta noche hay una fiesta.- saco un cigarrillo y lo encendió como aplazando sus palabras, dio una larga calada y luego soltó el aire.- Si tú me ayudas a sacarme una chica de encima, yo hare lo que quieras.

-¿Yo por qué?

-Buena pregunta, es...

Nick ni siquiera término de soltar la razón porque Adam jalaba de mi brazo hacia el otro extremo del estacionamiento.

-¡Sueltame!

-¿Qué diablos te sucede Joan? Un día estas en mi casa le coqueteas a mi hermano y al otro coqueteas con ese idiota que se inyecta anabolicos.

-¿Qué me sucede a mi?.- grité estresada.- Te fuiste, Logan tuvo que llevarme a casa.

- Si, claro, sabes que... ni siquiera me importa, has lo que quieras.

Comenzó a alejarse dejándome con las palabras atoradas en la garganta.

Respiré hondo y comencé a hacerme camino hacía el edificio de la escuela.

Cuando estaba por empujar las puertas una mano cubrió mi brazo.

-Toma, yo venía a disculparme.- Adam me tendió de mala manera un pequeño oso blanco que tenia una flor en la mano.- Pero a vistas de que ahora estas con el inflado, solo tomalo como un objeto más.- me miró a los ojos.

-Claro.- le arrebate el oso.- Intentare fingir que me lo dio mi novio el inflado. Ahora si me disculpas...

Pude ver que apretaba la mandibula, pero demonios yo estaba igual o mas furiosa que él.

Me introduci al edificio.

La primera clase paso muy rapido.

¿Han sentido que cuando se enojan no buscan quien fue el culpable, si no quien se las pague?

Bueno algo asi sucedió a continuación, y después me sentí repugnante.

Busqué a Nick, le diría que si porque estaba demasiado enojada y solo queria un poco de justicia. Cuando lo encontré discutía acaloradamente con una rubia.

-¿Tienes un minuto?.- La rubia me vio con odio y supe que era la chica que Nick deseaba quitarse de encima. Estaba demásiado molesta como para permitirle a la oxigenada mirarme asi, así que la observe de la misma manera los ojos hasta que ella apartó la mirada.

-Si.

Cuando estuvimos lo bastante lejos para que la rubia no oyera comencé a hablar.

-No me interesa cual sea la razón, e imaginó que es ella.- asintió.- Necesito que me hagas el mismo favor tu a mí.

-¿Con el tipo de afuera?

-Si, cuando yo te diga me devolverás el favor, ahora...

Me acerqué y tomé con ambas manos sus mejillas depósitando un beso en sus labios.

Me sentí como esas chicas que tanto odiaba pero no pensaba claro, solo queria a Adam sintiendo lo que yo, él se comportaba como un idiota, yo también.

La rubia se acercó y golpeó a Nick repetidas veces en el pecho, lloraba.

Mierda.

Pero no habia vuelta atras, sabría él cuales eran sus razones.

No tenia nada que hacer y solo me quede ahí observando a Nick ser golpeado, pero la chica estaba desconsolada. Una punzada hizo que el corazón me doliera.

Estúpida Joan. Estupida Joan.

Mi maldita conciencia me recriminaba una y otra vez.



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