Era domingo por la noche y me preparaba para dormir. Me acoste y puse mi celular en la mesita de noche. Unos 5 minutos despues comenzó a sonar. Un mensaje de un número desconocido.¡Ahgg!
◀Hola fea.
¿Hablas encerio?. Pensé.
Hola ¿Quién es?▶
◀Adivina...
Ni idea▶◀ :(
¿Me das pistas?▶
◀Soy un chico.
¡Oh Woao! Me ha quedado clarisimo quien eres.▶
◀Ok. Ok. He quedado
como estúpido. ¿Verdad?Ja ja si
Ya dime quien eres▶Y luego. Una llamada entrante del mismo número.
-¿Hola?.- respondí
-Hola buenas tardes señorita. Habla Adam Owens. ¿Puedo hacerle algunas preguntas.- fingió voz de operador.
Comencé a reir por lo bajo.
-Oh Claro.
-¿Por qué estas bisca?
-Dios Adam... eres un idiota.
-¡Ja ja! Ya tengo numero.
-Oh ¿Encerio?
-Me haces quedar como un tonto, niña.
-No lo eres. Y no me digas ¡Niña!
-¿Como debo decirte?
-Solo Joan..- rodé los ojos.
-Oh.- dijo en tono triste. No quiero decirte asi como todos los demás.
-¿Entonces?
-Te dire pequeña.
-¿Pequeña?
-Si, no eres muy alta que digamos.- Comenzó a reir.
-Okay.- susurre.
-Por supuesto, eres como un hobbit.
-Oh gracias, Owens que amable.
-De nada.
-Adam, debo dormir, mañana volvere a ir al cole.- Fingí llorar.
-Entiendo, descansa. Sueña conmigo.
-¿Pesadilla?.- bromeé.
-¿Humedo?.- comenzó a reir a carcajadas.
Mi cara se tiño de rojo y rei nerviosamente.
-Eres un cerdo.
-Claro. Ya me lo han dicho.
ESTÁS LEYENDO
Casualmente tú.
Teen FictionEn este momento los Miller deben estar buscando como locos a su pequeña y preciada hija Joanie. Exacto, esa soy yo. Mi padre cobro una herencia al morir el abuelo Mark, por ser el único hijo y ahora goza de muchas "facilidades" que el dinero, cierta...