Capítulo 29: "Mental war"

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— Ya...trata de dormir. — dijo Julianne con la voz suave.

— Julianne...te quiero. — dije mirándola a los ojos.

— Vas a arrepentirte de esto mañana. — dijo observándome con compasión.

— Tal vez...pero si voy a arrepentirme...al menos tendrá que valer la pena. — dije rompiendo la poca distancia que nos dividía, proporcionándole un dulce beso en los labios, el cual me hizo temblar otra vez.

Fin flashback...

— Rayos — dije inevitablemente.

¿Qué he hecho? Pensé. Definitivamente la he cagado. ¿Cómo se me ocurre hacer una cosa así? Está bien, ya la besé dos veces antes, pero esto no es lo mismo, estaba borracha...cómo pude hacerlo. Debe odiarme, debo darle asco. Soy una imbécil, necesito hablar con ella y pedirle perdón por lo que hice.

Me levanté de la cama rápidamente, comencé a vestirme, y justo cuando estaba terminando de colocarme las zapatillas Julianne regresó.

— Ya estás levantada... — dijo observándome.

— Sí, yo... — titubié

— ¿Ocurre algo? — preguntó confundida.

— La verdad...sí, necesito hablar contigo. — dije suspirando.

— Está bien, dime. — dijo sentándose en la cama.

— Yo...(aclaro mí garganta) quiero pedirte perdón... — dije sincera.

— ¿A qué se debe? — preguntó.

— Ya sabes por...por lo de anoche. — agaché la mirada y continué. — Lamento haberte besado, estaba borracha y...no era consciente de lo que hacía. Realmente estoy muy apenada contigo. — dije totalmente avergonzada.

— Está bien, no te preocupes. — dijo sin mirarme.

— Pero...hay algo de lo que no puedo disculparme, y es que...de verdad te quiero Julianne, mucho, y aunque parezca extraño se siente bien. — dije sincerándome.

Julianne se levantó de la cama repentinamente, se dirigió a la puerta, y antes de irse me dijo...

— Cuando termines de vestirte cierra bien la puerta. — sin más, abrió la puerta y se fue.

Obviamente yo quedé bastante sorprendida por su actitud. ¿Por qué había reaccionado así cuando le dije que la quería? No estaba entendiendo nada. Pero sí debo confesar que me sentí bastante mal.

Terminé de arreglarme, ordené su cama, e hice lo que me pidió, cerrar bien la puerta. Luego me fui.
No tenía idea de qué hora era, tomé mi celular y eran algo de las 11 pm, bastante tarde en verdad.
Me dirigí a la habitación, y allí estaban Candace y Cecile recién levantándose. Al verme, comenzaron a invadirme con preguntas.

— ¡Amanda! Hasta que apareces, ¿qué pasó anoche? ¿Tuviste problemas con la Srta Evans? — preguntó Candace intrigada.

— Bueno...un poco. — dije dirigiéndome al baño.

— Ay no, ¿pasó algo grave? — preguntó Cecile.

— No, pero está súper enfadada, y con razón. — dije.

— La hemos cagado, qué tal si nos reporta cuando volvamos al colegio. — dijo Candace.

— Tal vez, no lo sé, de todas maneras es lo que menos me importa en este momento. — dije bufando.

— ¿Pasó algo? — preguntó Candace.

— Que la he cagado peor. — dije.

— ¿Qué hiciste? — volvió a preguntar Candace.

— La besé, estando ebria, y le dije que la quería. Lo recordé hace un momento. — bufé y me tiré en la cama.

— Mierda Amanda, ¿y ella qué hizo? — preguntó nuevamente.

— Anoche no lo sé, no recuerdo nada, hace un momento bueno...se quedó en silencio, la he cagado. — volví a decir.

— Bueno tranquila, tal vez se le olvide o...quizás le gustó y por eso no dijo nada. — dijo Cecile.

— Lo dudo...pero ya, no quiero hablar más del tema. — dije.

— A todo esto...¿dormiste en su habitación? ¿con ella? — preguntó Candace.

— Bueno...no lo sé, no lo recuerdo, pero después de lo que pasó dudo mucho que ella se haya quedado en la misma habitación. — dije.

— Yo creo que sí, ¿dónde más dormiría sino? — dijo Cecile.

— No lo sé, pero ya, no volverá a pasar, porque lo único que hago es cagarla. — dije agachando la mirada.

— ¿Y qué piensas hacer ahora? — preguntó Candace.

— Nada, hace un momento traté de pedirle perdón por lo que pasó pero me ha ignorado y se ha ido de la habitación. Está cabreada conmigo y lo sé. — dije cabizbaja, totalmente apenada.

— Ay Amanda, esto es un culebrón, de verdad. — dijo Candace suspirando.

— Ya, tranquila Am. — dijo Cecile mientras se acercaba y me abrazaba.

•••

Han pasado dos días desde lo que pasó con Julianne, desde entonces no me ha dirigido la palabra. He tratado de hablar con ella pero simplemente me evita y me ignora, ni siquiera ha sido capaz de volver a mirarme a los ojos.

Me siento fatal, ¿cómo es que esto está pasándome? ¿por qué a mí? Solo puedo sufrir en silencio. Y el hecho de no poder tan solo hablar con ella me hace sentir completamente inútil. ¿Qué puedo hacer? ¿Olvidarme de todo tal vez? No puedo, no quiero, me niego.

Mañana volvemos a Connecticut, todo vuelve a la normalidad.
Aunque después de estos días...nada será igual.

¿Qué puedo hacer para que hables conmigo?

Estoy perdida...

Cuando amarte no sea pecadoOnde histórias criam vida. Descubra agora