Mikaela The Cat (YuuMika)

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Notaz rikolinaz: se fue la luz en el piso de secundaria, fue super hardcore ah si, ahmb... Me dio fiebre súper fuerte .. 39° mamáh

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El pequeño gato se despertaba perezosamente.

- ¡Mierda!. -gritó agudamente al sentir punzar sus caderas.

¿Porque el dolor si solamente lo había hecho una vez con Yuu?.

El de esmeraldas no usó lubricante, de hecho, él se introdujo rápido en un descuido de Yuu.

Tomó la camisa del azabache y se fue a buscarlo, ya que no estaba en la cama.

Yuu se encontraba en el estudio, haciendo el manuscrito de su obra.

- Yuu-sama~. -gimoteo yendo hacía el de esmeraldas orbes- Bueeenos días. - susurró juguetón.

- ¿Te duele algo Mika? Ayer no me dejaste usar lubricante o preservativo. - murmuró fijando su vista en el gato.

- Uh, ya no duele mucho, y me gustaría una segunda ronda. - susurro con sensualidad sentándose en las piernas de Yuu.

- Púes estoy ocupado, guardate tus hormonas para cuando termine.

- Pero Yuu~ yo quiero. - chilló abrazándose al cuello del chico.

- Que pesado eres, Deja me hacer esto. - chisto molesto.

- Pero estás al día, hasta adelantado. ¿por qué habría de seguirlo si ya vas en la mayoría? . - preguntó juguetón meneando su cola.

- Fácil, me gustaría pasar más tiempo con Mika. - se levantó de su silla abrazando al rubio.

- Tierno, pero me gustaría que vengas ahora, para divertirnos un poco. - en una forma pícara.

- Ahora estoy trabajando, y tú estas cansado, debes descansar, Mika tonto - murmuró con dulzura dejando un pequeño beso en su frente- Ve a bañarte. Y te apuras, en un rato tomaré una ducha.

Una fugaz idea cruzó la mente del rubio.

- Sí Yuu-chan.

Su idea: provocar a Yuu hasta que estuviese con él, sería fácil, siendo Yuu era fácil de saciar, un dulce y degustable sabor.

- Ni se te ocurra hacer alguna estupidez Mikaela, si es así no te daré comida y me llevaré la llave de tu habitación. - a eso Mika sonrió pícaramente.

- ¡Eso no idiota! ¿¡Que quieres de mí!? Te daré lo que sea si dejas de joder. - bufo sin paciencia.

- Rió pícaro- Quiero repetir lo de ayer. - murmuró entrelazando sus dedos

- Mika, yo... Ayer te hice daño, esperemos a que ya no duela. - respondió con ternura en la mirada.

- No me duele. -chilló.

- ¿En serio?. -agregó sarcástico, el felino asintió y entonces colocó su mano en la cintura del otro.

Apretaba con las yemas de los dedos la delicada espalda del rubio, sacándole pequeños gritos y quejidos.

- ¡Y-ya detente! P-por favor, d-duele mucho. - imploró haciendo una presión sobre el brazo del azabache queriendo separarse.

- No,no lo haré, ruegame...Mika. -susurró coqueto mordisqueando la oreja del gato.