In war and in love (Kookmin)

Capítulo 17

Pasaron el resto de la tarde hablando abrazados en la cama, ya era de noche, podían ver las estrellas por la pequeña ventana.

-¿Puedo preguntarte algo?—Dijo Jimin con tono dudoso mirando directamente a los ojos de Jungkook quien asintió al instante— ¿Lo que quiera?—Volvió a cuestionar para estar seguro.

-Si amor lo que quieras—Respondió Jungkook dando caricias en su espalda con la punta de sus dedos.

-¿Por qué te fijaste en mí? Es decir ¿Por qué me salvaste tantas veces en el pasado a mí y no a otro judío? Dime la verdad y no empieces con tus evasivas ni juegos de palabras.

-¿Quieres saber la primera vez que te conocí?—Dijo Jungkook riendo por lo bien que lo conocía el pequeño.

-Eso ya lo sé Kook, fue cuando me atraparon junto a mi familia—Respondió Jimin mientras lo miraba como si fuera algo obvio pero Jungkook sonrió ampliamente y negó con la cabeza—¿Cuándo entonces?

-Tenía 15 años, fue la primera vez que me enviaron a las filas de Berlín para mutilar judíos, un pequeño niño cayó frente a mis ojos iba a ayudarlo pero me asusté cuando apareció un joven y lo recogió a pesar de ver a un soldado nazi con una escopeta no abandonó al niño y me sostuvo la mirada valientemente, no quería matarlos pero mi superior me atrapó dejándolos escapar, asique tuve que herirlo con la parte trasera de la escopeta—Al instante Jimin tocó la cicatriz en su nuca, era el mismo relato que él le contó a Jungkook para explicar la marca en su piel.

-Eras tú...—Dijo Jimin sorprendido, mientras Jungkook reía por su expresión.

-El destino es poderoso—Habló Jungkook con Jimin a su lado.

-Dan...— Susurró Jimin exhalando un pesado suspiro al recordar a su hermano, Jungkook lo notó y lo abrazó al instante.

-Lo siento bebé— Dijo el joven soldado sintiéndose culpable por recordarle esa experiencia al pequeño, pero este negó con la cabeza y le mostró su mejor sonrisa. Tiempo atrás asumió que ya no vería a su familia, su padre siempre decía que debía seguir adelante, buscar la felicidad y confiar en que estén en el lugar que estén siempre se amarían.

-Está bien amor, no es tu culpa, confío en que están junto a Dios.

Se besaron sintiendo el calor del otro durante un largo tiempo, la temperatura en el ambiente comenzaba a elevarse y Jimin se negaba a separar sus cuerpos buscando cada vez más contacto con Jungkook

-¿Me dejas ver tu cicatriz?—Preguntó Jimin mientras se sentaba en el regazo de Jungkook a horcajadas, quien enseguida levantó una ceja esbozando una sonrisa ladina.

-¿Para qué?—Dijo Jungkook con una mirada pícara mientras acariciaba la cintura de Jimin rozando sus dedos con su piel.

-Para verla—Insistió Jimin balaceándose levemente sobre Jungkook, su intención era provocarlo y jugar con él mientras tiraba levemente el borde de su camisa y generaba fricción entre sus miembros con pequeños roces.

Jungkook lo miró con una sonrisa coqueta y un segundo después tenía a Jimin bajo su cuerpo, el pequeño sorprendido dejó escapar una risa que se transformó en un jadeo al momento que sintió como una firme y larga mano acariciaba su miembro sobre su pantalón. Jungkook lo besó intensamente y atrapó la lengua de Jimin entre sus labios para succionarla con un ritmo acelerado para luego morderla levemente y volver a succionarla jugando con los gemidos del pequeño.

La excitación lo llevó a meter su mano bajo la camisa de Jimin pellizcando sus pezones mientras sentía como se endurecían ante el tacto. Sin más, desprendió a Jimin de su camisa al momento que el pequeño tiraba de sus pantalones para facilitar la tarea de desnudarse, Jungkook le dedicó una sonrisa para luego inclinar su cabeza y besar sus duros botones. Pasó sus manos bajo la espalda de Jimin para elevarlo hacia su rostro y comenzó a dejar besos en fila desde sus tetillas, pasando por todo su abdomen, lamiendo su ombligo, y arrastrando su lengua con una línea de saliva hasta la entrepierna del pequeño, besó suavemente su extensión dando leves mordidas lamiendo su piel, Jimin lo detuvo sin previo aviso pronunciando casi inaudiblemente—Quiero complacerte—Sus ojos estaban cristalinos por la excitación y su pecho subía y bajaba, Jungkook se elevó hasta volver a juntar sus lenguas, escurriendo su saliva por el mentón, se separó abruptamente de sus labios con una mordida y giró sobre sus cuerpos para ubicar al pequeño en su regazo.