Capitulo 13.

146 9 3
                                    

Rhett se acomoda la toalla en la cintura en lo que habla con la mujer llamada Lisa. Yo por otro lado me levanto acomodando mi sostén en su lugar y dirigiéndome a la habitación para tomar mis cosas e ir a casa.

Cuando estoy a punto de atravesar la puerta, la castaña me detiene sujetándome el brazo y reacciono inmediatamente -suéltame -espeto moviendo mi cuerpo tratando de zafarme.

-Ruda ¿eh? -Dirige su mirada hacia Rhett elevando una esquina de sus labios de la misma manera que él lo hace -creí que te gustaban las putitas de antro. Estas mejorando.

Miro a Rhett como pidiéndole una explicación de porqué una mujer entro al apartamento sin problema alguno y ahora no me deja ir.

-Es mi hermana -dice al fin. Abro los ojos de par en par y zafo mi brazo de su agarre cuando la miro.

-¿Eres su lío de esta noche? -pregunta de lo más normal.

-No. -respondo seca, al ver como su hermana me cree una de tantas de las que pasan por el apartamento de Rhett y no vuelven a pisar el lugar -Ahora si me concedes el paso, debo alistarme para el colegio mañana.

Salgo rozando su hombro antes de que diga algo, y voy rumbo a mi casa aunque no quiera. Debo acabar el colegio lo antes posible para mudarme.

>>>

-Hasta que te dignas en aparecer, Brooklyn. -oigo la voz de mi padre desde la cocina cuando abro la puerta.

-Necesito la firma para colegiatura, por favor.

-Está en la mesa.

La tomo y me dirijo a mi habitación despidiéndome -Buenas noches.

Me responde con un simple "Adiós" y continúa por un tiempo más en la cocina.

En mi habitación me dedico a guardar la firma en mi mochila y me cambio de ropa a mi cómoda camiseta gigante con los bóxer que robe de Rhett, a decir verdad son más cómodos que mucha de mi ropa interior por lo que me los dejo puestos. Apago todo colocando la alarma a hora habitual y me recuesto en mi cama para poder dormir

>>>

-Saquen sólo un bolígrafo y guarden el resto de las cosas -ordena el profesor Vargas, lo que significaba que habría examen de Literatura para el cual no he estudiado ni tampoco me he molestado en preguntar a Daniela el horario de exámenes de hoy.

Al cabo de veinte minutos Vargas pide que dejemos los bolígrafos a un lado y entreguemos las hoja uno a uno.

Camino hacia el profesor y entregándole mi examen el cual mira y luego a mi, me dedica una leve sonrisa y continúo mi camino hacia el pasillo. Tenemos el resto del tiempo para estudiar para el siguiente examen, lo cual no es tan malo tomando en cuenta que el siguiente del día es Historia.

Una de las ventajas de dar exámenes es que una vez dados todos los del día podemos ir a casa. Dos horas después empiezo el examen de Historia y al poco tiempo de veinte minutos igual que el anterior lo entregó, tomo mis cosas y salgo del colegio rumbo a mi casa.

>>>

Son cerca de las seis de la tarde y todavía falta una hora para que papá llegue, bajo a la cocina por una cerveza y me dirijo al patio trasero para beberla sentada en una de las ramas de Dunkel. Subo con cuidado y una vez arriba me apego al tronco dejando colgada una pierna.

Veo como los colores del cielo se mezclan en tonalidades naranjas, lilas y azules hasta volverse casi negro. Oigo golpes en la puerta seguidos de una voz gruesa que se hace casi imposible de no recordar.

-Lynn, necesito hablar contigo -dice medio gritando, Rhett. -por favor.

No pensaba bajar ni mucho menos hablar, si su hermana me veía como uno de sus tantos ligues pasajeros , no me imaginaba como me vería Rhett. Diviso su sombra reflejada por los faroles que hace pocos minutos se habían encendido con el propósito de iluminar las calles acercarse al patio donde yo estaba, se dirige al árbol y empieza a treparlo, se sobresalta al toparse con mi pie colgando de la rama por lo que se resbala un poco pero vuelve a treparlo hasta estar sentado en la mi lado.

-Te fuiste molesta ayer -dice cauteloso con la cabeza baja.

-No es cierto.

-Si lo es, ¿es por lo que dijo Lisa? ¿Qué eres mi lío de una noche?

-Conozco a los de tu tipo. Un lío de una noche es lo único que quieren -digo tomando un sorbo de la cerveza.

-¿Ah si?

-Si, son mujeriegos, egocéntricos, chicos malos que creen que el mundo está sus pies y las mujeres también lo están, son chicos que cada noche están con una mujer diferentes, son chicos de una sola noche, y te apuesto que ves de la misma manera que a las otras mujeres, como lío de una noche cuando me acueste contigo.

Suelta una diminuta risa. -Lynn, tu serás mi lío de toda la vida -me mira unos pocos segundos antes de bajar su vista mis labios y tomando los costados de mi rostro sin previo aviso tengo sus labios sobre los míos moviéndolos de una forma frenética pero extremadamente dulce que apostaría que me daría un ataque de diabetes. Lo sé soy toda una romántica empedernida.

Me separo empujándolo del pecho por la falta de aire y por el miedo que si seguimos con el beso caeríamos del árbol.

-Esto no es hablar. -digo con la respiración entrecortada.

-No, pero es mejor -sonríe, mostrándome su hilera de brillantes dientes.

-Ni siquiera nos conocemos, y parece que ya quieres pasar a tercera base.

-¿Tan desesperado luzco?

Lo miro seria y le entrego el resto de mi cerveza respondiendo su pregunta: -Un poco, y es por eso que no seré sólo un ligue más en tu lista, y no está de por más mencionar que no te conozco de nada.

Camino cuidadosamente por la rama un poco quebradiza hasta la ventana de mi habitación y me adentro en la misma dejando a Rhett en el árbol. Empieza a seguir mi camino hasta quedar al borde.

-¿Que debo hacer para que entiendas que no te veo como sólo un ligue? -dicho esto, la rama se quiebra por completo ocasionando que Rhett quede colgando de la ventana. -Mierda, Brooklyn ayudame

-Carajo -lo tomo de la muñeca y hago el esfuerzo por tratar de subirlo hasta rendirme. -No está tan alto, Rhett, no te harías tanto daño si caes.

-No, pero duele mucho caer desde tu ventana.

-Lo se, pero aún así no pienso subirte.

-Lynn... -empieza a decir hasta que mi padre entra en la habitación sobresaltandome haciendo que suelte a Rhett, y que este caiga sobre la rama rota emitiendo una maldición.

-Mierda. -giro sobre mis talones y miro como papá se acerca a la ventana.

Sólo mira a Rhett en el piso y por las mismas sale de la habitación no sin antes decir que si quiero un acostón rápido que lo haga en un motel y que su casa no es uno.

Regreso a la ventana y veo a Rhett aún tirado en el suelo completamente inmóvil, me empiezo a preocupar y bajo a trote hacia donde él está. Me acerco corriendo y caigo a su lado.

-¿Rhett? -lo muevo un poco pero no responde. -Mierda Rhett, por favor reacciona. -digo mientras palmeo su mejilla con suavidad.

Me acerco a su rostro para comprobar que sigue respirando, pero sus manos me toman de los costados de mi cara y la atraen hará juntar nuestros labios por segunda vez en el día. Me separo de golpe sentándome a su lado y mirándolo enojada.

-Te preocupó mi estado ¿verdad?

-¡Maldito idiota! -lo pateo en la pierna y me propongo a entra de nuevo.

-¡Nos vemos en el Bar, querida Lynn! -grita cuando estoy apunto de atravesar la puerta trasera, le enseño mi dedo medio y finalmente entro a casa dejándolo tirado cual muñeco de trapo.


This Is A Bad Idea©Where stories live. Discover now