Capítulo 11.

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Llego al bar con los ojos hinchados.

Me detuve en un poste a llorar como una patética idiota.

Maldita débil.

- ¿Que te ocurrió? -pregunta Carlos sujetándome del brazo.

-Nada, me entró mi cabello en los ojos.

Encima mentirosa.

-Esa es la peor mentira que haya oído jamás. Dímelo ya.

-No me paso nada -digo caminando hacia mi estación frotando un poco mis ojos.

-Ven aquí. -Carlos me agarra por la cintura haciendo que me recueste en la barra. -dime.

-No. -espeto firme tratando de levantarme pero sus manos van directo a mi punto débil. Las costillas. -No, Carlos no. -es demasiado tarde, empieza a torturarme con cosquillas y no tardo en reír como loca tratando de esquivar sus manos.

-Brooke, dime que te paso.

Mi barriga duele y pequeñas lágrimas brotan de mis ojos. Es hora de rendirme y lo hago. -Mi padre me golpeo -digo entre suspiros recuperándome del ataque de cosquillas.

-¿Qué hizo qué? -dicen al unísono Carlos, y Rhett que acababa de entrar al bar. Me incorporo rápidamente bajando de la barra.

-Me provocó, le grité, yo le provoqué y me golpeó.

-No puedes permitir eso, hace mucho tiempo que no lo hace.

-¿Tu padre te golpeaba? -pregunta Rhett

-Tú no debías saber eso. Por favor vete.

-No puedes simplemente pedi...

-¡Que te largues, Rhett! -grito frustrada llevando mis manos a mi cabeza. Carlos lo escolta fuera del bar murmurando una disculpa.

Nadie sabía que mi padre me golpeaba además de Carlos y Jhon que estuvieron para sacarme de casa en múltiples ocasiones, ni siquiera Daniela. Y ahora un hombre que conozco hace apenas dos semanas sabe partes de mí que he vivido tratando de ocultar.

-¿Estas bien, Brooke?

-¿Te parece que estoy bien? Estoy suspendida una semana del colegio, no tengo donde quedarme esta noche y resto de la semana porque no pienso quedarme toda una semana en casa las veinticuatro horas del día con mi padre y el aún me guarda rencor.

-Te dije que consiguieras un apartamento.

-No puedo hacerlo aún, la colegiatura no se paga a no ser que lleve una firma cada mes del padre o tutor que me representa. Solo debo esperar seis meses más.

-Me prometes que conseguirás un apartamento lo más pronto posible aunque eso implique que Jhon y yo ayudaremos a pagar tu colegio.

-Los quiero chicos, pero esto es algo que yo misma quiero y lo solucionaré de una u otra manera.

-Tú sabes que puedes contar con nosotros en lo que necesites. No importa lo que sea, ya fuera tu padre u otro asunto te apoyaremos.

Me limpio una pequeña e insignificante lágrima que casi logra escapar de mi ojo y digo lo primero que se me ocurre: -Ve a la entrada, los clientes están por venir.

Un atisbo de sonrisa aparece en su rostro y se dirige a la entrada por el resto de la noche.

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This Is A Bad Idea©Where stories live. Discover now