◇Cap 15◇

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Maratón 2/3
Narradora en 3ra persona!

Jay estaba algo nervioso, ¿Qué digo algo? MUY nervioso, se había propuesto matar a su hermano, ¡A su hermano! Os preguntaréis la razón y esta era de lo más fácil dentro del tema "tengo que matar a mi hermano": Dorian era un maldito psicópata
Bueno, en realidad lo habían diagnosticado como "sociopatapero Jay creía que ya era demasiado, había matado una ardilla sólo por diversión y "para ver lo que tenía dentro".
Los sociopatas tenían varias características:
-La crueldad animal
-Se referían a las personas como "eso" y no como "él" o "ella"
-Fascinación por el dolor físico
Etc etc...
Y Dorian tenía cada una de ellas.

Jay: Dorian, yo, eh, dormiré aquí ¿Vale?- dijo señalando la puerta que estaba al lado de la habitación de Dorian, el ojiazul asintió.
Jay era todo lo contrario a su hermano, exceptuando que ambos eran como dos dioses griegos...
Jay tenía los labios gruesos y rosados, ojos color miel, cabello negro y con piel aperlada, el era alto, cuerpo para morirse y una sonrisa encantadora, nunca te imaginarías que ya había matado a más de una persona...
Jay le sonrió a su hermano.

Jay: Gracias, eh, ¿Sabes qué hizo mamá para la cena?

Dorian: La verdad no hermanito- ¿Ya mencioné que Dorian era el mayor? ¿No? Bueno, ahora lo sabéis

Jay: Espero que sea tarta de... De lo que sea pero que sea tarta- el ojiazul soltó una suave risa, oír a los dos hermanos rerír era como que acariciaran tus oídos.
Los hermanos bajaron hacia la cocina, su "hogar" era prácticamente un palacio, ser hijos de una mafia tenía sus beneficios y sus maldiciones, más maldiciones que beneficios, pero,  era la vida que les había tocado, y ellos, en cierta manera, no tenían la culpa, Jay siempre había puesto resistencia a matar a la gente, Jay siempre había sido compasivo, Jay siempre había sido amable, Jay nunca quería lastimar a nadie, Jay nunca golpeó a alguien sin oponer resistencia, y cuando mataba, lo hacía para defenderse, o para defender a algún ser querido, pero él siempre quiso evitar mancharse las manos de sangre...
En cambio Dorian... Dorian siempre lastimó y mató con emoción y... ¿Placer? No lo sé, tal vez era más bien felicidad.

Jay: ¿Mamá?

Carol: ¿Si?

Jay: ¿Qué hay para la cena?- ambos hermanos se acercaron a su madre para darle un beso en la mejilla

Carol: Chuleta de pollo y spaguetti- dijo con una sonrisa

{...}

Esa noche cenaron en familia, una familia bastante rota y demasiado dañada, pero a final de cuentas, los genes y la sangre los unían.
Jay se fue a acostar con cuchillo en mano, hoy, ningún guardia estaría en la planta superior, ya que todos estarían cuidando... Cuidando... Algo, algo que los hermanos desconocían ya que su padre no había querido decir nada al respecto, era la oportunidad perfecta para Jay, no quería hacerlo, pero tenía que hacerlo.
Necesitaba matar a Dorian si quería que el dejara de torturar gente por diversión, si quería que al menos una ardilla continuara viva dentro de éste edificio al que ellos llamaban "casa"
A media noche, exactamente a las 12:00, Jay se levantó de su cama y salió de su habitación con el cuchillo que había escondido debajo de su cama en la mano. Miró a ambos lados del pasillo antes de salir de su habitación de puntillas, no quería, ni debía despertar a Dorian.
Abrió la puerta con delicadeza, tratando de abrirla lo más silenciosamente posible y miró a su hermano, con su cabello rubio callendo sobre sus ojos y con las sábanas hasta la cintura.
Caminó hasta colocarse al lado de la cama de Dorian y una lágrima rebelde recorrió su mejilla, no, no podía llorar.
Apretó el cuchillo con fuerza y lo colocó entre sus dos manos, justo arriba del corazón de su hermano y cerró los ojos, cada vez se acercaba más a la piel de su hermano, pero entonces, recordó cada vez que Dorian lo ayudó, cada vez que Dorian lo encubrió de sus travesuras, cada vez que pelearon, cada vez que se reconciliaron, cuando pasaban noches enteras jugando o viendo películas.
Jay apretó los dientes y retrocedió, arrepentido por lo que estuvo a punto de hacer, por lo que "quería" hacer, esto no estaba bien, Jay no quería convertirse en un clon de su padre, no iba a matar simplemente por que alguien causara problemas o porque lo molestara, no, iba a luchar, iba a tratar que su hermano cambiará, iba a hacer que Dorian tuviera compasión, que fuera más amable, que no matara simplemente por diversión o gusto.
Jay sabía que podía hacerlo, él podía, ¿Verdad?.
Jay tenía toda su fe puesta en que el podría hacer que su hermano sonriera, y no solo cuando tenía un arma en la mano.

Fin.

El Anillo Negro (Guillermo/Willy Y Tu)Where stories live. Discover now