IV

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Parece que la nieve cae más lenta,

el humo del café tarda más en evaporarse,

el chocolate se queda frío antes de que termine de llorar.

La tinta se queda congelada sobre los poemas,

las hojas dejan de caer marchitas al suelo,

las luces en la calle se funden.

La falda de una bailarina se queda en el perchero,

la cuerda de una guitarra se parte por la mitad.

La nieve ya no se funde,

el café tan siquiera tiene ganas de humear,

el chocolate crea moho al fondo de un armario,

la tinta se corre con las lágrimas.

Las margaritas hacen huelga,

la oscuridad de las calles se cuela en los pechos vacíos.

La falda de una bailarina se queda a medio coser,

la guitarra yace desafinada desde hace tiempo.

Desde que no estás, la nieve cae encima de mi cama.

Lo único que siento es frío,

y este no se funde.

Desde que no estás el café no sabe igual,

The 1975 no suena más,

y me paso las tardes llorando encima de los poemas que nunca te regalé.

Desde que no estás, la luz que me dabas se ha convertido en oscuridad,

la falda con la que me hacías bailar se ha quedado en la sastrería,

mis cuerdas yacen desafinadas desde que tú no las tocas.

Sólo tú sabías componer una bella melodía con ellas.

Risa la llamabas.

Así que vuelve,

devuélveme el invierno,

los cafés a media tarde,

el chocolate de año nuevo,

la tinta de mis lágrimas por tus versos,

las margaritas en mi pelo,

la luz en mi habitación,

los bailes furtivos,

mi voz.

Devuélveme todo lo que me arrebataste,

para así poder gritar a todo pulmón,

y no sólo sobre el papel,

que vuelvas a mi lado

que me devuelvas el invierno,

porque desde que no estás se siente como si fuera el mismísimo infierno. 

Trece poemas de amor; Trece poemas de olvido ⚡️ @nymereidaUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum