CAP.14

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No se cuanto tiempo llevaba aquí metida por lo menos un dia entero seguro y para colmo había perdido uno de mis mejores zapatos.

Alguién abrió la puerta de la habitación, cuatro sombras aparecieron tras ella. Dos gorilas vestidos de negro y armados se quedaron allí quietos y los otros dos se aproximaron a mi.

- Encended la luz! - ordenó uno de ellos - 

Esa voz...

- Graham? - pregunté mientras mis ojos se acostumbraban a la claridad -

- El mismo - rió él -

- Maldito hijo de puta!

- Cierra esa boca zorra! - me dijo su acompañante y me abofeteó -

- Vuélveme a tocar y te juro que te mato! - rió a carcajadas y apagó su cigarro en mi brazo -

Ahogué un grito de dolor. Joder, como dolía! Pero no les iba a dar el placer de escucharme gritar.

- Esas mismas palabras me las dijo tu madre antes de morir - volvió a reir - Me lo pasé muy bien con ella mientras tu padre lloraba como las nenas - se acercó a mi y me acarició la cara, Graham nos miraba entretenido -

- No me toques cerdo! - le escupí en la cara, él se limpió y volvió a abofetearme -

- A mi me respetas maldita zorra! Estas hablando con un Watson.

Se sacó el cinturon y me golpeó con él por toda la espalda, casi se me saltan las lágrimas por el dolor. 

- Divirtámonos con ella de otra manera - le sugirió Graham - la mocosa no está nada mal - me repasó con la mirada y el otro aceptó encantado -

Joder, iban a violarme los cabrones!

El muy cerdo de Watson se bajó la cremallera del pantalón. Notaba su asquerosa respiración en mi oreja y sus manos se posaron en mis caderas.

- Juro que te mataré, acabaré contigo Watson! - me relamió la oreja y casi me muero del asco -

Fué a desabrocharme el botón de mi pantalón, cuando de pronto la puerta se abrió.

- Qué diablos estas haciendo Watson?!

Reconocí esa voz al instante, maldito traidor!

- Acabar con mi venganza - le contestó -

- Ella es mía, ya te lo dije, así que quitale las manos de encima

Watson obedeció refunfuñando y el traidor se acercó a mi.

- Te sorprende verme aquí Danielle?

- Francesco...Maldito traidor de mierda! - rió a carcajadas -

- Eres una ingénua Danielle, 5 años viviendo contigo y no sabes ni quien soy - lo miré con asco - No pongas esa cara, ya sabes que no te favorece nada - volvió a reir -

- Asesino! - le grité y dejó de reirse para ponerse totalmente serio -

- Yo soy el asesino o tú eres la asesina? - me dijo acusandome -

Su preguntita me cogió desprevenida, no venia a cuento de nada eso ahora.

- Matáste a mis padres hijo de puta!

- Tú mataste a mi sobrino y a mi família!

Palidecí, la imagén de él me vino a la cabeza, todos aquellos oscuros recuerdos pasaban rapidamente ante mis ojos. Lo miré, como no me había dado cuenta antes?

- Exacto, mi sobrino era tu antiguo novio Leonardo. Lo recuerdas o ya lo has cambiado por otro?

- Me traicionó como tú lo estás haciendo ahora y pagó las consecuencias.

- La que lo vas a pagar eres tú.

Izo una seña a uno de sus lacayos y éste abrió la puerta. Tras ella aparecieron dos hombres mas aguantando a un tercero que parecía malherido.

- Dios mío Evan! - grité horrorizada al reconocerlo - Qué coño hace él aquí Francesco?

- Quiero que sientas lo que yo, al perder a mis seres queridos frente a mi.

- Él no tiene nada que ver con ésto.

- Ah no? Entonces puedes explicarme porqué te estaba siguiendo?

Idiota Evan, idiota!

- Déjalo ir

- Ya sabes que no lo haré. Tanto te importa? - se acercó a él, lo cogió del pelo y levantó su cabeza - No tiene muy buena pinta verdad? - rió -

Evan tenía toda la cara ensangrentada y estaba cubierto de heridas. Francesco sacó una navaja de su bolsillo y apuntó al cuello de Evan.

No sabía lo que hacer, me tenían atada y no podía deshacerme del maldito nudo. Tenía que pensar algo o sería el fin de Evan y el mío.

El chillido de un águila llamó mi atención. Me era muy pero que muy familiar, Úron.

Me había encontrado, pronto vendrían los refuerzos. Cerré los ojos y suspiré algo más aliviada.

- Quiero que mires como lo degollo! - me gritó Francesco y yo continué con la mirada baja -

Graham me pateó una y otra vez en las costillas.

Eso me estaba doliendo y mucho, no me quedó mas remedio que alzar la mirada.

Algo sorprendente ocurrió en ese momento, en las afueras de la cabaña se escuchaban los gritos de un índio!

- Que diablos es eso? - preguntó Watson -

- Creo que es un índio señor - contestó uno de sus lacayos -

- Eso ya lo sé idiota! - le gritó - No te has parado a pensar de que aquí no hay índios imbécil!

Francesco volvió a guardar su navaja, miró a dos de sus cuatro lacayos y les izo una señal para que fueran a mirar que era lo que pasaba fuera.

Yo sí sabía quién había fuera, mi viejo y loco amigo Peter el solitario.

No me conoces (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora