Cap 16: ¿Elegir? ¿Que es esto?

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- Si que son unas bellezas -dijo, por lo que me molesté por su comentario y lo escupí - ¡Agh! -se limpió la camisa- Bueno, parece que no tienes modales, veamos si es que alguien podría elegirte -.¿Alguien? ¿Elegir? ¿Que?- tenemos dos nuevos clientes, reúnan a las demás.

- ¿A ellas también? -dijo un hombre que me tenía agarrada del brazo, me levantó del suelo y a Alina también. El jefe nos miró de pies a cabeza y dijo:

- Claro ¿porque no? Primero dejen que tengan unos minutos para vestirse -¿Vestirnos? ¿A donde lleva esto?

Los hombres nos sacaron de allí y nos llevaron a otra habitación, abrieron una puerta y nos metieron adentro.

Para mi sorpresa habían varias mujeres que estaban en ropa interior, algunas parecían asustadas mientras que otras parecían que estaban drogadas.

- ¡Tienen 5 minutos para la siguiente reunión! -gritó uno de los hombres que nos trajo. Desató las cuerdas y cerró la puerta de un golpe.

Alina y yo estábamos muy confundidas y no entendíamos que pasaba ¿Reunión? ¿Vestirnos? ¿Elegir?

- Disculpa -me acerqué a una chica que parecía tener mi edad, mientras que Alina me seguía por detrás - ¿Podrías explicarnos que es todo esto? Nos secuestraron y no entendemos nada -dije.

Era rubia con ojos marrones y su cabello estaba muy despeinado y sucio, su cara llevaba mal aspecto, tenía ciertas manchas sucias e incluso algunos moretones, parecía un poco asustada.

- Verás, estos hombres secuestran a cualquier mujer que se les cruce por el camino, se las llevan donde el jefe y dicen si están "bellas" o si tienen buen cuerpo para prostituirlas.

- ¿Prostituirlas? -dijo Alina con cierto miedo en su voz.

- Si... Hay veces en que tenemos clientes pero hay otras que ellos quieren una prostituta, bueno "nos venden" a cambio de provisiones y armas, por eso es que nos reúnen a todas para que pueda elegir a la que él quiera -dijo.

En ese momento estaba muy aterrada

- Y ¿A que se refería con vestirnos? -preguntó Alina asustada.

- Bueno te recomiendo a que te vistas como las demás, claro, si no quieres que golpeen o te maten -contestó y se fue hacia otra parte.

Mientras se iba yo me quedé perpleja por lo que dijo ¿que lugar es este? Tenía miedo, podía admitirlo que esta era una de las pocas veces que sentía miedo.

- ¿Que es esto? -dijo Alina asustada- ¿Porque?

- No sé... tenemos que ver una forma de salir de aquí -dije.

- ¡Señoritas! -gritó un hombre. Alina y yo nos volteamos y había un hombre en la puerta. Todas las mujeres salieron corriendo por la puerta ordenadamente mientras que nosotras no nos movimos-. ¿Acaso no les pedí que se cambiaran? -dijo algo molesto.

- ¿Que es lo que quieren de nosotras? ¿Porque nos trajeron? -dije en voz alta.

- Nena es mejor que se vistan rápido o sufrirán las consecuencias -dijo el hombre. Estaba enojada y enserio tenía unas ganas de pelear.

- Mejor hagamos lo que él dice -susurró Alina rendida.

- Mejor hazle caso a tu amiga -dijo el hombre. Me mordí la lengua para evitar decir otro comentario.

Nos desvestimos y quedamos en tan solo ropa interior, el hombre nos miraba detalladamente lo que nos incomodaba a ambas. Salimos de la habitación y pude ver que era un lugar abandonado, no había ventanas, las puertas eran de metal y estaban oxidadas, las paredes estaban sucias y había muy poca luz. Giramos a la izquierda y estaban todas las mujeres de aquella habitación formadas horizontalmente, al frente habían dos hombres que estaban observando a las mujeres detalladamente, detrás de ellos había una pequeña ventana por la cual entraba la luz y ésta estaba dirigida a las chicas.

El hombre nos empujó a Alina y a mi y nos tuvimos que formar como las demás.

- Esas son todas las que tenemos -dijo el hombre que nos había traído.

Todas miraban al suelo, algunas estaban muy asustadas mientras que otras también lo estaban pero no lo demostraban como las demás, habían 2 o 3 chicas que estaban llorando, mientras que otras parecía que les daba igual pero tenían cierta tristeza en sus ojos.

- Quiero ella -dijo un hombre señalando a una mujer de pelo negro, alta, tez blanca y con curvas. Ella se mordió el labio inferior y le cayó una lágrima por la mejilla-. ¿Cuanto quieres? -preguntó el hombre al otro que nos había traído y parecía un guardia que nos vigilaba.

- Mmmm... -miró detalladamente a la chica- 5 pistolas, todas las balas que tengas y la mitad de tus provisiones -dijo.

- Echo -dijo el hombre.

- Yo quiero a esa -dijo el otro hombre y señaló a la chica rubia con la que habíamos hablado hace rato. Ella dio un salto cuando la señalaron y pude ver como ella comenzaba a llorar.

En ese instante quería interrumpir esta "selección " pero sentí como Alina rozaba mi mano, sabía que quería que me calmara así que me aguanté y no pude hacer nada por ayudarla.

- ¡Regresen! -nos gritó el "guardia".

Todas fueron corriendo y fueron directo a la habitación de nuevo, solo se quedaron esas dos chicas a las que habían seleccionado. No quería tener otro problema así que también fui detrás de las demás con Alina. Entramos a la misma habitación y cerraron la puerta de metal con un candado, si no me equivoco.

- Estamos perdidas -dijo Alina.

No había salida, estábamos atrapadas en un prostíbulo. Podíamos morir, no teníamos nuestras armas, nos quitaron nuestra ropa pero sé que nuestro grupo nos encontrará. Debe hacerlo.

- No. No lo estamos.

Mi hombre de la ballesta (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora