Prostituta de sangre

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Por la mañana, después de haber dejado a Vasilisa en su dormitorio y luego de desayunar, donde Rose, sin duda, se hizo cargo de Lissa, me dirigí a mi habitación, donde me tenía que preparar para mi turno. Estaba feliz con lo que me tocaba hacer hoy, ya que tenía que terminar unos informes después de vigilar algunas clases de por la mañana. Tendría tiempo para descansar un poco, ya que no pude hacerlo la noche anterior.

Mientras andaba por los pasillos, pude ver como cuchicheaban los alumnos. Estaba seguro de que se habían enterado del segundo ataque. Eso, junto con los eventos durante la visita de la reina, eran más que suficiente para alimentar los rumores en la actualidad. Por desgracia, Vasilisa y (por extensión) Rose estaban en el centro de ambas historias. Me fijé en ellas durante todas las clases. Pensé que las clases de los dhampirs ofrecerían un poco de alivio a Rose, pero incluso allí pude ver la mirada de soslayo y como algunos la apuntaban directamente.

Me enfurecía que ambas tuvieran que aguantar todas esas molestias, pero en su mayor parte no parecía que le importara a Rose. Sabía que era consciente de todos los rumores, pero le daba igual. Podía ver como hacia una comprobación de vez en cuando de cómo estaba manejando todo esto LIssa metiéndose en su cabeza, pero aparte de eso parecía indiferente a las charlas de alrededor. Luchó bien contra sus compañeros de clase utilizando algunas de las técnicas que le he enseñado para defenderse y dominar a los oponentes más grandes.

Por un momento me sentí orgulloso. No solo por lo bien que había aprendido en nuestros entrenamientos, sino también por la forma en la que había empezado a actuar recientemente: responsable y madura. Todavía tenía sus momentos, pero la chica que estaba viendo ahora era muy diferente de la que tuve que arrastrar de vuelta a la academia hace un par de meses. Antes, Rose era como un incendio forestal, con una chispa podía quemar todo sin importar las personas o cosas que hubiera por el medio, sin tener en cuenta las consecuencias. Ahora se parecía a un incendio controlado. Todavía tenía el potencial de ser letal, pero ahora tenía sentido y un propósito. Se contenía cuando era necesario al igual que su fuerza. No lo llamaría domesticar (que estaba lejos de ella), pero se estaba convirtiendo en alguien que podía ser considerado respetuosamente y con admiración, en lugar de miedo y desprecio.

Mientras que la mayoría de las clases en las que tenía que estar vigilando hoy eran para los novatos dhampirs, mi última clase era para algunos estudiantes morois. Lissa se sentó cerca de la puerta delantera de la clase, para tomar mejor los apuntes y escuchar al profesor. Era una clase de poesía antigua en ruso. Pasé la mayor parte del tempo en posición firme y perdido en mis propios pensamientos. Me di cuenta que había menos gente rodeando a Lissa que en las clases anteriores al evento de anoche. Los estudiantes morois daban mucha más importancia a los rumores que los novatos. Además, siempre estarían conectados los nombres de Rose y Vasilisa de una forma u otra, pero según lo ocurrido, Lissa debería ser el foco obvio, no Rose. Sin embargo, no me perturbaba mucho. Sabía que Rose prefería que Lissa no tuviera ninguna atención desagradable, y yo estaba de acuerdo. Lissa todavía estaba bastante frágil, incluso si hoy estaba poniendo buena cara.

Después de que terminara la clase, silenciosamente, seguí a Vasilisa hasta la cafetería, ya que era la hora del almuerzo. Puede que no fuera capaz de verla cada momento de cada día, pero quería estar cerca suya cuando pudiera. Esperé junto a las puertas de la cafetería, hasta que llegó Rose. Después me dirigí a la oficina para recoger los registros de los visitantes de las últimas semanas para que pudiera llevarlos a mi habitación y empezar a buscar posibles sospechosos.

Después de terminar mi almuerzo, no estaba más cerca de lo que estaba esta mañana de averiguar quién era el culpable. Una vez que mi mente llegó al límite de mi capacidad mental para este tema (al menos por el momento), puse la alarma en mi teléfono y traté de echarme una siesta corta. Solo tenía dos horas o así antes de mi practica con Rose, pero a pesar mi cansancio físico y mental, me encontré ansioso por su compañía.

Vampire Academy_DimitriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora