Y es cierto, pero lo que hay en la cabeza de Baekhyun son simples puzles sin encajar. Expresiones, palabras y movimientos; todo eso es un conjunto del cual tiene que darse cuenta segundo por segundo. No puede parar a pensarse cuánto ama a Chanyeol o cuánto lo ama el alto a él, lo único que puede darse es el lujo de pensar en qué respuesta tiene que murmurar.

—Chanyeol... —inicia y aprieta los labios, las posibilidades se acortan y hay un gemido dentro de él.

No lo expulsa, porque no es placentero, no lo hace porque Chanyeol le esté acariciando de esa forma, lo hace porque todo se está acabando, el tiempo se agota y tiene que probar de todo. La positividad se agotó, tal vez desde el número quince o el número cinco o incluso desde el número dos.

—Chanyeol —repite, y el otro está expectante a lo que va a decir. Entonces Baekhyun lo aleja, le deja ir con un pequeño empujón y suelta una ácida risa para que el otro la escuche—. Chanyeol yo, sabes qué, he cambiado de opinión.

Cejas alzadas y cuerpo tenso, Chanyeol se endereza y lo mira desde arriba. Se ve confuso, completamente, no hay lágrimas en sus ojos y es obviamente por el hecho de que las palabras finales aún no han salido.

—¿De qué estás-?

—Ya no quiero casarme contigo.

Chanyeol suelta una risa crédula, su cuerpo recae un poco y mira directamente a su novio con una mueca divertida.

—Por supuesto, y yo no te amo, ajá —cuando no hay risas en Baekhyun el alto se detiene, sus labios tiemblan y su cabeza se ladea—. Baekhyun, estaba bromeando, eso lo sabes-

—Yo no.

Lo mira directamente. Lo mira como si sus palabras fueran verdaderas.

Como si fueran verdaderas. Pero Baekhyun, ¿no lo son?

—No es gracioso —Chanyeol pasa una mano por su cabello intentando que la temblorosa sonrisa siga en sus labios—. Deja de decir eso-

—No me voy a casar contigo —repite. Extrañamente ya no le duele tanto, ¿tal vez porque es la décima vez que dice eso? ¿Puede ser?—. Y ya no te amo más. Lamento decírtelo ahora pero, ¿no es mejor que decírtelo en el altar?

—Baekhyun.

—Fuera de mi casa —prosigue, ojos con filo atravesando casi visiblemente el corazón del alto—. Cancela todo o si quieres ve a la puta fiesta y festeja tu soltería. O tu miseria. No me importa.

Ahora sí hay dolor, lágrimas y fuertes respiraciones frente a él. Chanyeol le mira como si estuviera esperando aún un 'es broma coloso, te amo' pero no va a suceder. Baekhyun ya intentó hacer eso y no cambia nada. Jodidamente nada.

Y esperaba que esto sí, que las palabras aquí dichas le hicieran caminar por otro camino para salvar las pocas esperanzas que le quedan.

—Largo.

Hoy Chanyeol no luchó. No pidió explicaciones ni tampoco lloró explícitamente frente a él. Hoy su Chanyeol simplemente caminó hacia la salida y se quedó durante tres horas afuera de la puerta de Baekhyun. Por otro lado, el más bajo estuvo sentado justo al otro lado de la puerta, escuchando respiraciones provenientes de su amante. Desea con todas las fuerzas que se quede allí y que no pase nada, le pide a Dios que deje que hoy sea un día feliz.

Porque desea eso para Chanyeol, mínimamente espera que él sea feliz al dejarlo ir. Baekhyun llora sin parar, apretando con sus manos su camisa y dejando escapar pequeños ruiditos de agonía.


Que sea hoy.


—Sé que estás allí —la voz rota de Chanyeol le habla— y sé que estás llorando. Sé que aún me amas y sé que tus palabras son por el hecho de que estás nervioso, Baek. Tal vez no estás aún preparado.


Lo estoy. Lo estoy.


—Podemos esperar, amor —hay toques, acaricias sobre la puerta que Chanyeol desea hacer llegar a Baekhyun—. Pero no vuelvas a decir eso, no vuelvas a tan siquiera inquirir que no me amas. No lo hagas.

Baekhyun mira la hora, el intervalo está en su punto medio y reza que por lo menos pueda salirse de su tiempo un poco. Porque si es así hay una posibilidad, el cambio puede ser verdadero y así podría apoderarse de los segundos, minutos y horas para quedarse junto a Chanyeol y luchar.

Se voltea, dejándose que su rostro mire el color café de la puerta. Su vista está nublada, sus ojos se humedecen mucho más y está a punto de gritar. Y, ¡bam! Ya son las doce en punto y Baekhyun abre la puerta porque, no importa qué pueda salir mal, ha habido un quiebre en su círculo y las cosas tuvieron buenos resultados.

Resultados que duraron tan sólo diez segundos.

Porque el bam no solamente vino de parte de su reloj, porque el bam no es tan sólo su corazón latiendo fuertemente. Ese bam vino de una bala, precisamente una perdida, tan perdida como Baekhyun en el momento que miró el cuerpo de Chanyeol caer frente a él.

Y es que las explicaciones están de más, los policías le explicaron dos horas después que hubo un asalto en el lobby de su edificio y los asesinos corrieron por los pasillos para escapar de las autoridades. Su lucha con punzantes armas llegó al piso diez, su piso, y Chanyeol fue un blanco expuesto en la lluvia de balas.

Baekhyun no se sorprende, solamente es una muerte más en su lista de muertes.

Hoy obtuvo diez segundos más de lo que normalmente.





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Baekhyun, por favor escúchame. ¿Te gusta jugar a ser Dios? ¿Sientes un poder indescriptible en tus venas? El destino no existe, es lo que tú dices. El destino es algo a que tú estás predispuesto, cosas que haces que terminan de alguna manera diferente y todo depende de ti. Eso me dijiste.

Baekhyun, ¿puedes oírme?

¿La sensación de la sangre sigue entre tus dedos? ¿Te gusta poder mantener el presente bajo tus decisiones?

¿Sabes tan siquiera algo sobre todas las demás personas que murieron? ¿Sabes que su destino ya está marcado por ti?

¿Vas a retroceder de nuevo? ¿Vas a jugar con el espacio-tiempo? ¿Vas a morir en su lugar?

Baekhyun, ¿estás escuchándome?

RegressionWhere stories live. Discover now