Capítulo 8

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Un sonido muy peculiar y familiar me despierta de golpe. Abro los ojos en la penumbra de mi habitación, estiro la mano hacia mi mesita de noche a tientas y tomo el teléfono. Desbloqueo la pantalla y la blanca luz me ciega unos segundos y tengo que entrecerrar los ojos para adaptarme al brillo de la pantalla. Cuando miro detenidamente, descubro quince llamadas perdidas de Steve.

¡Mierda! Me olvide por completo en llamarlo.

Le marco de vuelta y me contesta al primer tono.

—Beth, ¿dónde diablos te habías metido?

—Hola Steve me alegra oír tu dulce voz.

—Beth...

—Estaba dormida. —Bostezo perezosamente pasándome una mano por el pelo.

—¿Dormida?

—Sí. Me puse a leer y me quede dormida.

Oigo que suspira aliviado.

—¿Estuviste todo el día en casa?

—Sí. —Pongo los ojos en blanco. Pero que pesado se pone a veces.

—¿Sola?

—No. estuve con Rose viendo tv.

—Beth, estuve muy preocupado...

<<Eso no me lo tienes que jurar...>>

—¿Y qué tal tu día?

—Aburrido. Estuve todo el día en reuniones y luego tuve que ir a una cena con una vieja amiga. Cuando salí, te llame pero no contestaste el teléfono.

¿Vieja amiga?

—¿Y qué tal la cena con tu amiga?

—Interesante. Hablamos de todo un poco.

—¿de todo un poco?

—Sí, le hable mucho de ti.

Vaya, eso no me lo esperaba.

—¿Le hablaste de mí? —La pregunta sale involuntariamente de mi boca.

—¿eso te sorprende?

—Un poco. —admito en un susurro.

—Ella es mi amiga y tu mi novia. No te sorprendas cariño.

—Bueno. ¿Necesitabas algo? cuando desperté vi quince llamadas tuyas.

—Sí. Necesitaba escuchar tu preciosa voz. Tengo mono de Beth

Tan solo oír decir esto, me derrito.

—Te iba a llamar esta tarde pero, no quería interrumpirte.

–Cariño, puedes llamarme cuando quieras. Tú jamás me interrumpirías. Por favor no pienses eso.

—De acuerdo.

—Te extrañe mucho este día. —Suelta un largo suspiro y se me encoge el corazón.

—Yo también. —Susurro con melancolía.

—¿Qué harás mañana?

—Le prometí a Rose que la acompañaría a ir de compras.

—Le diré a Peter que las acompañe a donde necesiten ir.

¿Este tipo esta de coña? Levanto la vista al techo exasperada.

—Steve, ni se te ocurra.

—Nada Beth, Peter las acompañara

—Rose y yo no necesitamos a tu chofer.

Destino InciertoWhere stories live. Discover now