-¿Por qué no te cercioraste de que estuviera bien?

-El chico salio detrás de ella, rogándole. Pense que habian peleado,  no quería meterme en sus asuntos. Pero después él regreso con otra chica. Yo sólo quiero saber si ella esta bien.

-Lo esta, pero en cuanto encuentre a ese mal nacido, lamentara su existencia.- dije como haciendo una promesa.

Me levanté ignorando a Josh, se preocupaba ,sí,  pero el muy imbecil no hizo nada al respecto cuando pudo.

Tu tampoco.

Estupida conciencia.

Al salir del instituto me dirigí rapidamente a casa, debia prepararme para ir a la casa de Adam y debia ver que tan mal estaba Amy.

Al llegar Trevor y ella veian una película, ella aún estaba en pijama con una manta enredada en su cuerpo, mi hermano estaba acostado y tenia los pies sobre las piernas de Amy.

-Hola idiotas.

-Hola bruja.- dijo Trevor.

-¿Nada surgió?.- dije en tono burlesco.

Trevor me fulmino con la mirada.

-Hola.- mi amiga estaba un poco timida. Se levantó y me siguió hasta mi habitación.

-Lo siento.- me abrazó.

-No pasa nada, no podias saberlo.

-Si, yo te mentí.- rompió en llanto.

-¿Qué?

-No salí con un vecino. Salí con un chico que conocí en un portal de Internet.

-Diablos Amy, ¿Estas jodidamente loca? Casi estuve a punto de ir y tocar puertas cerca de tu casa para cortarles las bolas a todos los tipos que encontrara.

-Lo siento es solo que estaba muy entusiasmada y no queria escuchar que era una mala idea porque de cierta forma ya lo sabia.

-¿Y? ¿Me diras que mierda paso?.- me sentia realmente estresada.

-Quiso propasarse, y como no accedí me insulto... se puso como loco, pero despues me pedia perdón,  estaba loco, ni siquiera  recuerdo que paso después,  porque estaba ebria. Un auto me levantó a la mitad de la carretera y me trajo aqui. No recuerdo si me conocía o si yo le dije a donde llevarme.

-Eres una idiota.- la regañe pero no podia enojarme con ella, esta bien y era lo unico que me importaba.

-Lo sé.- admitió.

Mas tarde me bañe y metí a bañar y me cambie con la ropa que antes habia elegido.

-¿A donde carajo vas vestida así?- me dijo Trevor que se encontraba parado en el marco de la puerta.

-Tengo una cita, o eso creo.

Luego le habló a mi mejor amiga y se salieron de la habitación.

Esos dos estaban muy raros y yo estaba muy nerviosa.

Faltaban 4 minutos para las 4 y seguramente Adam  llegaría en cualquier momento.

Cuando dieron las 4 en punto el timbre sonó y me rei al imaginarlo mirando el reloj como yo y haber tocado en el momento.

Abri la puerta y ahi estaba él,  con su cabello ligeramente húmedo y peinado hacia un lado. Su barba incipiente lucia perfecta en su mandíbula cuadrada, sus musculos de los brazos se marcaban en su ajustada camisa gris, y sus ojos brillaban. Debí pasar mucho rato embobada porque de repente lo oir aclararse la garganta.

Casualmente tú. On viuen les histories. Descobreix ara