Un Chihuahua sin suerte... O eso creía -Editando-

Ese día...

PV Seijūrō (alternando con Kōki).

Había pasado un mes desde que comenzó su 'amistad' con Kōki. Estaba realmente enamorado, pero no quería perderlo. Así que guardó sus sentimientos, a excepción de algunas acciones como los besos en la mejillas, rosar sus manos y esas miradas penetrantes que hacían sonrojaron al castaño.

Esa semana cumplían el mes; envío un mensaje a Kōki que de iría el sábado a Tokio y si podrían versé. Este respondió que sí, pero que estaba invitado a cenar a su casa. Seijūrō no podía estar más contento, podría conocer a 'sus posibles suegros'. Aceptó gustosamente la invitación, y Kōki envió la dirección y la hora.

Llego a la dirección indicada. La casa era bonita de dos plantas, algo espaciosa y contaba con un pequeño jardín al inicio de la casa. Toco el timbre, la puerta se abrió y salió un joven de cabello negro, tez igual a la de Kōki y fornido. —Hola. ¿Usted debe ser Akashi-kun, verdad?— preguntó.

—Sí, Furihata-kun me invito hoy.— respondió nervioso.

El joven abrió la puerta mientras hablaba — Pase, yo soy Furihata Kaede. el Nii-san de Kō.— se dieron la mano. Kaede guió a Seijūrō a la casa.

Seijūrō entró y quedo fascinado, estaba muy bonita arreglada. Fotos se encontraban en una repisa, mostraban a un Kōki pequeño con su hermano, otra a Kōki jugando con un perro, entre otras fotografías.

—Tome asiento, Akashi-kun. Voy por Kōki.— el joven subió las escaleras rápidamente.

—Hola, soy la madre de Kōki. Furihata Nanami.— lo sorprendió una voz suave.

—Mucho gusto, Furihata-san.Mi nombre se Akashi Seijūrō.— No podía apartar la mirada de ella, tenía un gran parecido con Kōki. Nanami tomo asiento e hizo un gesto para que el tomara asiento.

—Gracias por asistir. Le insistí a Kōki que lo invitara, Akashi-kun. Debo decir que por ti, él a estado más animado— una pequeña sonrisa adorno sus labios.

—Gracias por la invitación, y me alegra escuchar eso, Furihata-san.... Así que más animado,eh— pensó.

— ¿Nanami, ya llegó el invitado?—interrumpió un hombre —oh... Lo siento. Mucho gusto, soy el padre de Kōki. Furihata Masashi.

—El gusto es mío, Furihata-san. Soy Akashi Seijūrō.

Masashi alzó una ceja y desvío su mirada a su esposa, esta solo sonrió amablemente.

—Bien, Akashi-kun. Me podría decir como conoce a mi hijo— preguntó con curiosidad.

—Estudio en Rakuzan, y soy capitán del equipo de básquet ball. Nos enfrentamos en la final contra Seirin. Así fue como nos conocimos, Furihata-san.

—En serio? Bueno eso si es sorpresa, mi hijo a estado desanimado desde que se unió al equipo. Inclusive pensé que iba a dejar el equipo.

— ¿A qué se refiere, Furihata-san?— preguntó confundido, pues nunca había escuchado eso.

—Lo que mi esposo quiere decir, es en pasado. Cuando Kōki se unió estaba desanimado por no ser tan bueno en el básquet como sus demás compañeros. Cada vez que jugaban en torneos pasados llegaba desanimado, a excepción de la Winter cup supongo que fue porqué pudo jugar en un partido oficial.— intervino Nanami.

—Ya veo— ya había presentido eso cada vez que platicaban. Se notaba el semblante triste de Kōki cuando hablan del básquet y su juego.

—Mamá, Kaede se va con su novia.— grito Kōki desde el otro piso.

—Mocoso chismoso.

—Suéltame, Kaede-nii.

Nanami abandonó la comodidad de su lugar y de dirigió a las escaleras —Ustedes dos bajen. Dejan en vergüenza a uno.

Ambos bajaron precipitadamente y se disculparon =Lo siento.

—Kaede si te vas, haz lo ahora mismo. Regresa a las 10— el pelinegro no lo dudo y se despidió desde la puerta — Adiós.

—Consiente mucho a nii-san— dijo Kōki molesto.

— ¡Que voy hacer con ustedes!— exclamó Nanami.—Ve y saluda a tu amigo. Voy a servir la cena.— se dirigió a la cocina.

—B...Buenas noches, Akashi-san— dijo un nervioso Kōki.

—Buenas noches, Kōki. — respondió el pelirrojo.

Kōki se sonrojo y su padre levanto una ceja, tras ver los interactuar.

De pronto, su mirada fue eclipsada por el piano negro del fondo de la sala — ¿Alguien toca el piano? — pregunto con curiosidad.

Masashi sonrió — Si, mi esposa y Kōki—. Seijūrō desvío su mirada a Kōki.

— ¡Ya no lo hago papá!

—Pero lo hacías...

—Si, pero hace años que no lo hago.

— ¿Enserio?

Kōki solo negó con la cabeza, vio que Seijuro lo miraba. —Sí, lo medio tocaba. El abuelo lo descubrió y quería que tocara para él cada vez que lo veía, así que lo deje.

Era la primera vez que Kōki mencionaba a su abuelo, cuando estuvo a punto de preguntar fue interrumpido por Nanami.

—Pasen, la cena está servida.— pasaron y tomaron asiento.

Llevaban un buen rato cenando cuando sonó el teléfono de la casa. —yo me encargó— de levanto y fue hacia el teléfono.

Ellos siguieron con la plática cuando se escuchó — ¿Qué? ¿Cómo pudo pasar?... No, yo me encargo. ¿Quién fue? ... Salgo inmediatamente.

Masashi-san regreso a la sala y se disculpó. —Lo siento, cariño. Pero surgió un inconveniente. Sigan cenando— se acercó y beso en la mejilla a su esposa y paso su mano por el cabello de Kōki. —Fue un gusto tenerlo aquí, Akashi-kun.

—Kōki, llévale el celular a tú papá— Kōki tomo el teléfono y salió corriendo, cuando se escuchó la puerta Nanami dirigió la mirada a Seijūrō. —Estas interesado amorosamente en Kōki, Akashi-kun.

Seijūrō dirigió una mirada a ella, había sido descubierto —Así es, Furihata-san. ¿Cómo lo descubrió? ...¿Le molesta?

Ella sonrió —Por tú mirada, y no, no me molesta. Quiero que Kōki sea feliz, y lo apoyare ya sea un chico o una chica. Y te apoyare a ti, si eres serio con esto, Akashi-kun.

—Entiendo— dijo estáticamente.

—Toma antes de que él regrese— le paso un papel, el cual tenia dos números de teléfono —puedes llamar cuando quieras.

—————— Fin flashback ————————


—Y así fue como obtuve el número de tú casa y el de tú madre.— dijo complacido al ver la reacción de Kōki.

—Yo ni en cuenta— dijo suspirando. Dejo caer su cabeza hacia atrás — Ahora entiendo por qué siempre me decía que te dijera lo que sentía por ti. Ella sabía todo.— se cubrió el rostro con el brazo.

— No te pongas así.— levanto el brazo de Kōki con delicadeza. — Ella nos apoya, eso significa mucho para mí.

— ¿Cómo no quieres que me ponga así? Mi madre sabía y no me dijo. Sabía lo que siento por ti y no me dijo nada.

—Espera..... ¿Ella lo sabía?

—Si, por ella me di cuenta que estoy enamorado de ti.— tras decir eso y chofer casi vuelve a chocar y por mero Kōki se estrella contra la ventana. Seijūrō fulminó con la mirada al chofer y cerro la cortinilla.

—Eso si que fue una sorpresa. Eso fue el por qué me dio su apoyo— sujetó a Kōki por la cintura y lo sentó sobre sus piernas. Dio pequeños besos en su mejilla y luego un delicado besó.

Estuvieron callados después de eso. Kōki acomodo su cabeza entre el cuello y el hombro de Seijūrō. Este solo sonrió al sentir los cabellos del otro sobre su cuello y se aferró a su cintura.

Cuando llegaron a la residencia ya era muy de noche y Kōki estaba profundamente dormido. Con cuidado bajo, lo cargo hacia la habitación de Kōki, pero no pudo abrirla y lo llevo a suya. Lo acostó sobre la cama y comenzó a desvestirlo hasta que quedo en ropa interior.

Seijūrō no podía apartar la mirada de Kōki. Tenía un hermoso cuerpo, no puedo evitar tocarlo. Su piel era tersa y delicada, Kōki se movió tras el toqué, aparto rápidamente su mano y cubrió a Kōki con las sabanas.

Se desvistió y se acomodó a un lado de Kōki; le dio un beso fugaz en los labios —Dulces sueños, Kōki.

—Sei....— fue lo único que salió de la boca del castaño. Tenía una pequeña sonrisa en su rostro.

/TA