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lápiz rotos | kids!au | 730w /a.
El pobre Jongin se siente mal porque su preciado lápiz está roto.

El pequeño Jongin yacía desconsolado en el patio trasero del jardín de niños. Mejillas rojas, manos temblorosas y un río de lágrimas fluyendo de sus ojos ya hinchados. Tenía el corazón roto, y también el pequeño lápiz que tan especial era para él. Al fondo se escuchaban las voces molestas de sus compañero de clases, coreando una y otra vez «Jongin y Kyungsoo sentados en un árbol besándose...» Jongin quería callarlos a todos, no quería escucharlos, sólo quería regresar a su casa y cobijarse debajo de los brazos de mamá Kim.

—Jonginnie, ¿qué haces allí? —El profesor Luhan salió de la nada, intentando pasar un pañuelo por los ojos llorosos de Jongin, al fondo, más burlas acerca de él y Kyungsoo—. ¡Wu Yi Fan, silencio o llamo a tus padres y tú Kim Jongdae otra palabra más y tu padre sabrá qué pasó exactamente con sus palos de golf!

En menos de un segundo el jardín de la escuela estaba sumido en un silencio agradable mientras Luhan volvía su mirar hacia Jongin.

—¿Estás molesto porque los niños no dejan de emparejarte con Soo? —preguntó Luhan, apostando por esa idea, la cual era la más factible.

Y sin embargo la idea fue totalmente refutada cuando Jongin negó débilmente.

—¿Entonces?

Jongin sorbió sus fluidos nasales y habló por fin, luego de haber pasado una media hora llorando.

—Es que, Yifan hyung rompió el lápiz que me regaló Soo en mi cumpleaños —siseó, con su voz rota—. Ahora Soo está molesto conmigo porque no hice nada y sólo me puse a llorar.

El recordatorio del momento sólo activo las malas sensaciones de Jongin produjéndole otra ola de llanto. Luhan intentó dar consuelo, pero no parecía lograr grandes resultados. No podía esperar menos de niños tercos de seis años.

Con toda la determinación del mundo, y en el deber ser de un buen profesor de educación inicial, Luhan tomó de la mano a Jongin y lo encaminó adentro en la clase, donde se encontraba un gruñón Do Kyungsoo. Vaya que era difícil lidiar con niños. Kyungsoo casi le había mordido la mano cuando intentó preguntarle qué le pasaba. Ahora que lo sabía debía hacer algo. No le gustaba mucho ver a la pareja de amigos separados, era demasiado cruel considerando lo mucho que se querían.

—Kyunggie, Jonginnie tiene algo que decirte.

Jongin se escondió tras las piernas de Luhan, mientras era intimidado por la penetrante mirada de Kyungsoo, quien estaba más que furioso, hecho que hizo temblar al pequeño de pies a cabeza.

—No quiero hablar con Jongin —espetó rudo.

Aquello hizo que el corazón de Jongin explotara y estallara en miles de pedazos, siendo arrojados todos por cada lugar en el salón de clases. Jongin estaba dolido. Así que sólo salió de la protección de las piernas de Luhan y caminó en sentido contrario a Kyungsoo.

—Yah, mocoso. ¡¿Sólo te vas a ir así como si nada?! —dijo Kyungsoo, nuevamente dejando notar esa vena molesta en su rostro.

—Pero hyung...

—¡Siempre cobarde!

—Pero hyung, Yifan hyung es más grande que yo.

—¡Excusas, Kim Jongin!

—Los dejo solos, pequeños. Tengo que hablar con Wu.

Luhan dejó a la mini pareja teniendo algo parecido a una mini pelea de mini amantes ¿En qué año estamos? Se preguntó Luhan.

Una vez que el profesor abandonó el salón, los niños comenzaron una disputa. Por supuesto Kyungsoo dominó la charla de pies a cabeza.

—Costó mucho de mi mesada para comprar ese lápiz.

Jongin al escuchar aquello se le activó nuevamente el grifo natural de agua dentro de sí mismo.

—Yo lo sé, hyung —dijo, hipando—. Era especial porque tú pensaste en mí mientras lo comprabas. Pero es que Yifan...

Kyungsoo bufó, rodando los ojos y por fin dándose cuenta lo cruel que estaba siendo con Jongin, quien parecía un tomate con hinchazón por todo el rato que había pasado llorando por su causa. No sólo por el lápiz roto sino porque no estaban disfrutando de su receso juntos. Cosa que hacían cada día. Decidió pasarlo por alto y con su pequeño tamaño y sus cortos brazos tomó a Jongin para cobijarlo y darle a entender que todo estaba bien.

—¿Esto significa que me perdonas, hyung? —siseó el pequeño niño.

—Si, Jonginnie —musitó besando la frente del niño mejillas de tomate—. Pero no pienses que compraré otro lápiz para ti.

Jongin se echó a reír mientras limpiaba el desastre en su rostro.

—Me conformo con que me des besitos.

—No abuses, Kim Jongin

👨💓👨

Amore mío, bonito y precioso 💕

🌈

Sugar Baby! → EXOWhere stories live. Discover now