Prólogo

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- Hani, mira quien a venido - dijo mi mamá ofreciéndome su mano.

- ¿Quién es mami? - dije aceptándola y llevándome hacia el salón.

- ¡Alguien está aquí! - dijo ella alegre.

Vi sentado a un chico pequeñajo, pero he de decir que era más alto que yo.

- ¿Quién es mamá? - le pregunté.

- Cariño, ¿no lo recuerdas?

Negué y el chico se entristeció.

- ¡Es tu hermano! - dijo mamá.

- ¡No puede ser cierto mamá! ¡Él no es mi hermano! - dije y corrí saliendo por la puerta de casa.

Tengo 8 años, lo suficiente como para perderme por la calle.

Me detuve cuando me di cuenta que había dejado mi casa lejos y me limité a caminar mientras lágrimas corrían por mis mejillas sin cesar.

Iba tan sumida en mis pensamientos que un claxon de un coche hizo que me sacara de ellos.

Pero cuando iba a reaccionar era demasiado tarde. Todo se volvió negro.

Me senté rápidamente en la cama, mientras sudaba como si hubiera hecho ejercicio físico todo el día.

De nuevo esa pesadilla. Esa pesadilla que me atormentaba todas las noches.

Cogí mi móvil para distraerme un poco, observé que tenía un mensaje de un número desconocido.

"Ya mismo, nos volveremos a ver"

¿Qué? Esto parecía una película de miedo.

¿Quién era? ¿Un acosador?

Decidí no responderle, supongo que se habrían equivocado de número de teléfono.

Revisé los demás mensajes, tenía algunos de mi mejores amigas Hye, NaYoung y Rin.

Como siempre, hablando de sus locuras.

A lo largo de la vida, como todos, he tenido momentos felices y tristes. Lloraremos de alegría y tristeza. Gritaremos de felicidad y frustración. Nuestro camino se llenará de obstáculos, aunque otras veces pueden interponerse sorpresas, como la amistad.

Considero la amistad como una de las cosas más hermosas que nos da la vida. Cuando encuentras una amistad verdadera, no hay nada que te reconforte más que eso, y es lo que me pasa con ellas.

Sabes que tendrás a esas personas para ti cuando lo necesites.

La amistad es como un instinto, cuando llega esa persona, algo dentro de ti te dice que la hora ha llegado, que esa persona que esperabas ha llegado a tu vida.

Siempre hacía esa reflexión cuando me encontraba algo triste o deprimida.

Me daba cuenta de lo valioso que tenía y no podía dejarlas ir así como así.

Sonreí ante sus mensajes y me recosté de nuevo en la cama.

"¡Felicidades linda!"

Mañana sería mi cumpleaños y no es que estuviera ansiosa porque llegara, sólo quería pasar tiempo con ellas, ya que era muy difícil quedar en época de exámenes.

Les respondí a todos los mensajes y apagué el móvil.

Nunca fallaban en felicitarme a las 00:00 am

Eso era algo que realmente me gustaba de ellas, tal vez no podían hacer que la luna viniese hasta aquí por mí, pero sí hacían algo para verme sonreír, aunque sea muy pequeño el detalle, una gran sonrisa se formaba en mis labios.

Me volví a dormir deseando no tener de nuevo la pesadillas, cayendo así en los brazos de morfeo.

El mejor amigo de mi hermano - Mark Tuan #Wattys2016Where stories live. Discover now