PART 6. • THOMAS •

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× Thomas entra a la habitación dicha para limpiarla, tenía todo el material para hacerlo, una sensación de pánico lo invadió de un segundo a otro, al cerrar la puerta, congelando cada uno de sus músculos, sintió el estómago revuelto, dejándolo en shock y tiró su cuerpo a la cama sucia, las voces en su mente comenzaron a discutir mientras su físico seguía temblando de la angustia. ×

*Bien, mi plan va excelente.
En verdad, estar Dylan aliviará mi ansiedad, ésta estúpida soledad innecesaria, mi depresión, que hace a mi memoria traer al presente todos los malos recuerdos, que carcoma mi conciencia, la cual nunca ha estado tranquila desde hace años, largos e infernales malditos años.
Su presencia vale oro para mi, ojalá no se de cuenta de todo lo que he pasado, los problemas en los que me he metido, ni se entere sobre éste sentimiento tan...raro, inusual , por el... ¡no es correcto, Thomas! desde que lo conocí hasta ahora siento lo mismo, esa necesidad de estar enterado lo que esté sucediendo con él, cuidarlo, que esté sólo conmigo, pero a él, le deben gustar las chicas, demonios, ¡¿por qué siempre me toca sufrir?! ¿por qué siempre soy yo el de la mala suerte? debo entender, entender, darme unos buenos golpes en la nuca, reaccionar, entender, Dylan, no es como yo... no lo es... el es, normal. Como cualquier otro.
Debo calmarme, seguir como buen amigo para el, no quisiera arruinarlo. Él es mi mundo, si abro la boca, echaré todo abajo, tengo que hacer algo, si no le digo me ahogaré en mi propia sangre, total, solo vives una vez, hay que demostrar, decir, sentir, pero, Dylan, Dylan Dylan - cada que mencionaba su nombre, sentía que una parte de su alma se desvanecía desesperadamente - tendré que esperar, por ti, tarde o temprano todo se sabrá, solo, yo quisiera... que sintieras lo mismo que yo, por mi, solo por mi*

× Thomas abrió los ojos, no se había dado cuenta de cuándo los había cerrado, tenía lágrimas resbalando por sus mejillas, sintió una caer sobre sus labios, notaba el sabor del sentimiento amargo y desesperado de su alma.
Se incorporó débilmente secando su rostro, suspiró dejando ir la desesperación y comenzó a limpiar ×

Un Amor Para RecordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora