Capítulo 19: Rechazo

5K 408 56
                                    

Con la cabeza hundida entre su almohada, su humillación a tope y sus escasas ganas de vivir, Demian había decidido pasar así el resto de su triste día en su recamara.

No quería ni escuchar que se mencionara a Iggy, ni de broma y para su suerte el sentimiento de odio era mutuo, tanto que el chico no se había aparecido por el lugar en toda la tarde.

«Seguramente está con Evan» pensó, por lo que la idea de que el rubio no llegara a dormir aquella noche se hacía más real y favorable para él, ya que no sabría su actuar en el caso de que este apareciera de la nada.

Ya llegada la noche, cogió su portátil y la ubicó sobre sus piernas. Buscaría algo que jugar o una película que ver para no seguir con su mal humor.

Mientras planeaba que haría ahora, no pudo evitar que su mirada se deslizara por el monitor hasta su carpeta llamada "Tareas". Hizo doble click sobre esta y tecleó la contraseña.

A ciencia cierta, ni él mismo sabía por qué estaba releyendo su diario. Posiblemente porque  creía que al hacer esto, podría revivir los sentimientos que lo albergaban en determinada fecha, específicamente cuando su vida entraba en su definición de perfección.

Las páginas que desfilaban ante sus ojos, no habían sido vueltas a leer por él mismo desde el día en que redactó sus memorias. Llegó a un punto donde ya no se reconocía a si mismo. Su lenguaje y los pensamientos que plasmó en aquellas páginas a cerca de Iggy le hicieron preguntarse por lo que había hecho ¿en que punto de la historia se había convertido un monstruo?

Lo que más le interesaba era que si aún estaba a tiempo de revertir todo el daño causado. No se quedaría con la duda.

***

Era tan surreal que todo últimamente le saliera de maravilla. A excepción claro del asunto con ciertas personas indeseadas...

Con una sonrisa constante en su rostro y un brillo sin igual, Iggy viajaba, una vez más, en el asiento del copiloto del auto de Evan. El destino, el cine.

—Y bien, ¿qué película veremos?

—Prefiero mantenerte con la curiosidad, eres más lindo así —Respondió conteniendo una sonrisa traviesa.

De verdad, tampoco estaba tan muerto de la curiosidad por saber el título que iban a ver. Le bastaba y le sobraba estar en compañía de "su chico", a pesar de que no sabía si podía llamarlo así, ya que la relación no estaba en términos claros para ninguno de los dos. Eso sería algo para preocuparse luego.

No hubieron cogidas de mano, o miradas cálidas que reflejaran el cariño que contenían, simplemente anduvieron por la plaza como un par de muy buenos amigos, unos que rozaban sus manos al andar muy seguido…

Sin estar dentro de los planes, la película fue parcialmente ignorada. Los chicos aprovechaban el manto oscuro que les proporcionaba la sala de cine, para tomarse de las manos o incluso acariciar la pierna del otro. Iggy estuvo más concentrado en evitar a toda costa una erección, pero al sentir tan cerca la calidez de Evan, resultaba una tarea más complicada que…. Recordar lo que había desayunado aquel día.

La caminata por el estacionamiento, luego de salir de la plaza, se vio tornada por una inesperada llovizna que creaba un eco de siseos contra el suelo. Con una sonrisa divertida en el rostro, Iggy se echó a correr seguido de Evan, hasta que estuvieron seguros en el interior del viejo convertible rojo del futbolista.

Sus pechos subían y bajaban al mismo ritmo. El agua había deshecho el peinado de ambos, y ahora gruesos mechones caían sobre sus rostros humedecidos.

Las miradas se cruzaron envueltas en el silencio. Ni una palabra más fue pronunciada. Todo se resumió en un delicado beso, el primero que ambos compartían sin la influencia del alcohol ni las malas decisiones, el primero de muchos más.

Entrenando Para Romper CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora