Capítulo 1: Una motivación y un pacto con el Diablo

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Mi nombre es... es irrelevante, la gran mayoría de los chicos en la universidad sólo me ven como el chico torpe que sigue a Demian a todos lados; y les digo su nombre porque él sí, es relevante; pero para Demian no soy un tonto o un cero a la izquierda, soy su mejor amigo, y no lo digo yo; nuestra amistad es tan fuerte como el golpe que me dio en el preescolar el día que nos conocimos, y desde entonces somos inseparables.

A diferencia mía, Demian es popular, pero no por las razones que debes estar pensando, no, no es capitán de algún equipo deportivo aquí en la universidad, tampoco es el más atractivo, ni tiene tanto dinero como se especula; sino que es un sinvergüenza, un fiestero y sobre todo, un hombreriego; si un chico es homosexual en el campus, de seguro ya pasó por él, aunque sus métodos son poco ortodoxos para mi gusto; él se insinúa al límite; incluso creo haberlo visto en una ocasión sacándose fotos comprometedoras, seguramente para enviárselas a alguien... , pero nada detiene a Demian a la hora de querer a alguien en su cama y podríamos apostar, ha destruido miles de relaciones, humillado a otros cientos porque sabe "de qué pie cojea cada quien"; Yo en cambio... bueno ese no es mi estilo, igual y por eso apenas conseguí a mi primer novio, pero estoy bien con eso, está bien no ser tan popular, fiestero y hombreriego, estoy a gusto siendo yo, siendo solo Iggy.

__________

Demian estaba tan cansado, que sólo soñaba con llegar a su departamento y tirarse a la cama para dormir un poco; pero al entrar al apartamento, lo primero de lo que se percató, fue como su compañero de cuarto estaba en una esquina de la habitación, llorando como "magdalena" en posición fetal.

Después de poner los ojos en blanco por la escena que había presenciado, caminó hasta su cama a uno de los extremos de la habitación y se echó a dormir, ignorando los ruidos y gemidos de su roomie mientras lloraba amargamente.

Las horas pasaron y lo que planeaba ser una corta siesta, se prolongó hasta la media noche; sobre un pequeño charco de baba reposaba la cabeza de Demian, quien comenzaba a levantarse, para después, descubrir que a través de sus ventanas, y en todo el apartamento, imperaba la oscuridad; luego de corroborar con su reloj en su mesa de noche, que había dormido al menos seis horas; decidió pararse de la cama e ir al baño, intentando no hacer mucho ruido para no despertar a su compañero de cuarto; pero cuando se acercó a la puerta del baño, un sonido del otro lado frenó sus intenciones de girar la perilla y entrar; atemorizado, recostó la cabeza sobre la puerta intentando escuchar con claridad lo que hacía el extraño sonido, pero antes de siquiera comenzar a imaginar, la puerta se venció con su peso, haciéndolo caer bruscamente al interior del baño.

Rápidamente se levantó y al elevar la mirada, vio a su compañero en pijama, llorando amargamente dentro de la bañera vacía.

-¡Ya estoy harto! -soltó Demian haciendo que su amigo en la bañera pausara su llanto para regresarle una mirada de confusión-, ¡Llevas una semana con lo mismo Iggy, ese sujeto no se merece que le llores las 24 horas del día!

-¿Tu que sabes? -El chico se secó las lágrimas con el dorso de la mano y dobló su labio inferior hacia afuera, mientras arrugaba las cejas en una expresión infantil-, Lo más que has durado con algún chico es una semana.

-Eso es porque, ¡Yo los utilizo! -exclamó Demian-; Escucha... -Se sentó sobre la orilla de la bañera- Yo sé que te alegrará, le diré al instructor de mi gimnasio que venga, yo ya no lo estoy usando así que...

-¡No!, ¡Yo no soy como tu Demian! -reprochó Iggy ofendido por la oferta.

-Te diré lo que le dijo Carl a mi madre antes de que se divorciaran: "Yo sólo quería disfrutar el momento nena, no estoy listo para una relación formal ni tener una familia" -Dijo con un tono burlón, haciendo mofa de su padre.

-Entonces, ¿Por qué tu padre esperó hasta que tuvieras 18 años para divorciarse de tu mamá?

-Bueno, a pesar de todo, no era tan idiota, sabía que si nos abandonaba antes, tendría que pagar pensión alimenticia hasta que cumpliera la mayoría de edad; pero eso no lo detuvo, en más de una ocasión lo descubrí con mujeres diferentes.

-Lo siento -El castaño lo miró con los ojos hinchados, aún desde la tina.

Demian asintió lentamente, manteniendo la mirada perdida sobre las baldosas del suelo; pocas veces había tocado el tema con su mejor amigo y si bien, ya no le dolía tanto, era hasta cierto punto incómodo recordar todo lo que sufrió con el divorcio de sus padres.

-Está bien, creo que eso me hizo más fuerte, y eso es lo que te hace falta.

-¿A qué te refieres?

-Mi papá tenía razón en una cosa, no estaba listo para una responsabilidad tan grande y una relación tan larga, él sólo quería "disfrutar del momento", y esa manera de pensar la he mantenido hasta ahora.

-No entiendo.

-Lo que quiero decir con esto es que también necesitas pensarlo... -Demian dio un hondo suspiro- Es decir, creo que eres un poco débil, solo quiero que no lo seas tanto.

-Gracias por preocuparte Demian, pero estoy seguro lo superaré.

-Iggs, llevas un mes llorando por el sujeto...

El castaño se encogió de hombros, pensaba que Demian, por su forma de ser, no le comprendía; Marcus había sido su primera relación formal, y que todo hubiera terminado de la manera en que terminó era una experiencia desagradable.

-Escucha, sé que es doloroso, pero estoy dispuesto a enseñarte a que no sufras por nadie más, pero sólo porque eres mi mejor amigo.

-De ninguna manera Demian; sin ofender, pero no quiero ser un monstruo del sexo como tú -alegó exaltado.

A pesar de quererlo como a un hermano por todos los años de amistad, Iggy sabía que el estilo de vida de Demian, era un caos, y este, de haber nacido como una mujer, seguramente ya tendría algunos hijos...

-Gracias por el cumplido -Sonrió con orgullo-; pero te pido que lo pienses, ¿Cuántas veces me has visto sufrir por un chico desde que me conoces?

Iggy se quedó callado rebuscando en su mente por los últimos 16 años que conocía a Demian, y tenía la maldita razón, cada chico que éste conocía, era un chico con el que se acostaba; al día siguiente era la misma historia y el parecía disfrutar de eso, como si fuera intolerante a la monogamia.

-¿Qué dices? -El rubio comenzaba a presionar-, No lo veas como que te convertiré en una zorra, sólo quiero que te diviertas, disfruta ese cuerpo y disfruta de otros; cuando llegue el momento de madurar y te aburras de tanto sexo, podrás casarte con el que quieras, adoptar un lindo perrito y tener una gran casa.

El castaño permaneció callado dentro de la tina, hasta le había quitado la mirada a su amigo, teniendo un debate interno de que sería lo mejor.

De pronto Iggy salió de su trance cuando escuchó a Demian orinando en el inodoro a unos pasos frente a él.

-Lo siento no aguantaba -se disculpó el rubio con el bóxer a medio trasero.

-Lo haré -dijo Iggy levantándose de la bañera completamente decidido.

Demian se subió el bóxer al escuchar la decisión de Iggy, y lleno de alegría, se dio vuelta hacia este.

-Amigo para cuando termine contigo serás una máquina devoradora de hombres -Sonrió de la satisfacción y le extendió su mano a Iggy para cerrar el trato-; ¡Oh!, lo siento -dijo después de ver como su amigo le miraba la mano con asco.

-Trato hecho -dijo Iggy aún con los ojos enrojecidos pero dibujando una ligera sonrisa y debatiendo consigo mismo si había tomado la mejor decisión.

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Entrenando Para Romper CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora