Capítulo 2: El chico imposible

10.1K 662 207
                                    


A la mañana siguiente, se respiraba un aire diferente en el departamento, Iggy había prometido no llorar más por su ex y Demian había prometido que pronto haría que dejara de pensar en el sujeto, con su método no patentado para revolcarse con cualquiera y dejar los sentimientos guardados en casa.

El rubio se encontraba sentado en las gradas del campus con vista al campo, donde entrenaban los chicos del equipo de futbol, con sus lentes oscuros daba pequeños vistazos a los chicos que le pasaban por enfrente con el balón entre las piernas.

-¡HOLA! -soltó escandalosa una chica que venía caminando desde el otro lado del campo en cuanto vio a Demian sentado en las gradas.

Demian ignoró al perico que comenzaba a subir hasta su posición, acompañada por Iggy; y se preparó mentalmente para soportarla.

-¿Por qué tan sólo? -Continuó con su molesto y elevado tono de voz cuando llegó junto con Iggy hasta Demian y se sentaron a su lado.

-Nancy, estoy a centímetros de ti, ¿por qué alzas la voz? -Demian la miró con fastidio en su rostro y cubriéndose el oído del lado donde tenía a Nancy gritándole.

La pelirroja le sonrió con todos los dientes, mientras arreglaba el flequillo que insistía en reposar a mitad de su fino rostro; le fascinaba sacar de quicio a sus dos mejores amigos y aprovecharía en especial el hecho de que uno de ellos estuviera sumamente amargado.

Por su parte, Iggy veía divertida la relación de aquellos dos; eran tan opuestos que cualquiera se cuestionaría como habían terminado siendo buenos amigos; pero con Nancy, no costaba ningún trabajo; la pelirroja te llegaba a encantar con apenas ver su amplia sonrisa, tristemente no todos compartían aquella ideología, ya que Nancy se caracterizaba por llegar a hartar a las personas con sus continuas bromas y tono elevado de voz; siempre gritando y riendo a carcajadas haciendo que todos sin excepción notaran su presencia; pero sin duda, podrías tener una larga conversación con ella, ya que una de sus más grandes cualidades es que era muy agradable.

-Estoy ocupado -dijo sin parar de barrer el panorama con la mirada.

-¿Qué haces exactamente? -inquirió Iggy con curiosidad.

-Buscando a tu primera víctima.

-¿No debería escogerlo yo?, si tendré... "eso", con alguien debería gustarme -el castaño estaba confundido.

-Recuerda que tu radar gay no funciona, y no quiero que perdamos tiempo en lo que buscas a alguien.

-Esperen, esperen, esperen -Interrumpió Nancy después de escucharlos -; ¿De qué rayos están hablando ustedes dos? -le lanzó una mirada al par de chicos a su lado con la frente llena de arrugas, claramente muy confundida.

Iggy recordó entonces, que no le había contado de "su trato" con Demian del día anterior.

-Siento no haberte dicho nada, Nancy -le sonrió apenado-; Ayer Demian y yo hicimos una especie de trato.

La pelirroja ladeo su cabeza, estaba confundida respecto a lo que Iggy se refería con "un trato".

-Y ¿En qué consiste ese trato suyo? -Afiló una mirada de sospecha.

Nancy podía imaginarse en qué clase de trato se había involucrado con Demian y no le gustaba para nada hacia donde iba todo eso.

-En resumen, Iggy será mi aprendiz -Retomó Demian, con un claro fastidio en su voz.

-¡¿QUÉ, QUÉ?! -La pelirroja estuvo a punto de caerse de su asiento de plástico cuando Demian le reveló aquello-; Iggy, debes estar loco para querer aprender algo... de él -Señaló a Demian con desprecio-; ¿De verdad quieres "devorar" hombres a diestra y siniestra?, ese no es tu estilo, tu eres un angelito, mírate nada más -Le pellizcó las mejillas al castaño mientras lo movía sin ninguna delicadeza de lado a lado, haciendo que casi se le cayeran los anteojos a este.

Entrenando Para Romper CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora