Capítulo 12

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Capítulo 12- UNA NUEVA AMIGA

¿Celos? ¿Celos yo? Y de ese estúpido, no, eso es imposible, no es como si estuviera enamorada de él.

-Ella es Natalia, heredera al trono- Kaidan me presento ante la familia real. -Y ellos Nat, son el Rey Thomas- Dijo presentándome al hombre como de 45 y traje azul.- Y la Reina Ruth- Tal como su hija, rubia, de cabello ondulado ,alta, elegante y con unos bellos ojos azules. -Y Ella Natalia es La Princesa Camila, para mi, Cami- Concluyo presentándome a la chica

-Un placer- Dije extendiendo mi mano.

-El placer es nuestro querida- Me respondió el Rey.

Camila se acercó a mí y coloco su mano es mi hombro, seguramente me diría algo, y juro que deseaba como nunca que le faltara un diente.

-Apuesto a que seremos muy buenas amigas- Dijo la chica, con la sonrisa perfecta.

-De seguro lo serán, Cami es muy simpática Nat- Le contesto Kaidan.

-Por supuesto- Me limite a decir.

De camino al palacio los únicos que hablaban eran Kaidan y la tal Camila, ella tenía algo raro, y la verdad que no me caía nada bien.

Kaidan le hablaba de grandes aventuras, y viajes, ella de grandes galas y de vestidos gigantes, ropa, joyas, tacones, diamantes y brillo , si supiera que a los hombres no les interesa esas cosas, bueno a la mayoría, seguro que Kaidan, con la atención con la que la miraba, le interesaba.

-Es raro que la princesa de Francia no esté hablando francés. - Dije, ya que solo parloteaba en mi idioma.

-Disculpa queridita, mi hija habla francés, alemán, italiano, inglés, chino y español- Me respondió la reina.

-Oh disculpé, no lo sabía- Respondí.

Camila me sonrió, y volvió a hablar con Kaidan, seguro serían unos largos meses, estas personas no eran buenas, y se les notaba en la mirada, o tal vez yo estoy loca.

Pronto llegamos al palacio, un lugar bastante grande, no tenía grandes jardines, solo estatuas por todos lados, un lugar... frio.

-La escuela queda muy lejos- pregunte al bajarme del auto.

-¿La escuela?- Me preguntó la reina, solo asentí con la cabeza. -Aquí tomaran clases particulares, como veo, mi hija y Kaidan van más adelantados que tu, así que tendrás que estar solita, mientras ellos estudian con Jessie, tu tomaras clases con Emma- Me dijo con la misma sonrisa de víbora que tiene su hija.

-¡Está perfecto!, supongo no te molestara- Me sonrió Camila.

-Si, está bien- Le dije.

-Kaidan- La reina lo llamó para tener su atención. -Tu habitación esta al lado de la de Cami, tiene todo lo necesario para un príncipe, televisor grande, computadora, armario, balcón, baño grande, una cama perfecta, etcétera, en cambio la tuya Natalia, querida, es una de las más pequeñas, espero no te moleste, están remodelando las otras- Concluyó la reina.

-Si está bien- volví a responder.

La reina me acompaño a mi habitación, estaba cansada del viaje y era de noche, me dijo que la cena estaría pronto, pero la verdad no tenía ganas de cenar, además mañana por la mañana Kaidan y Camila irían a la ciudad y yo debía ir con ellos, para agregarle, también mañana comenzaría las clases con Emma, así que opte por dormir.

...

Una vez, otra y otra, la alarma sonaba y sonaba, tome mi celular para desactivarla y fijarme la hora, 7:03 am, me levante de un salto, se suponía que salíamos a las 8:00.

Corriendo al baño, como ya era mi costumbre, una ducha rápida, enseguida me vestí y tomé un cepillo para peinar mi cabello mojado. Salí del baño y buque en la valija un abrigo para ponerme por encima, luego tomé mi celular y me dispuse a bajar, me quedaban 15 minutos para desayunar.

-Buenos días- Dije sentándome en la mesa, lo raro era que Kaidan no estaba allí, los reyes y Camila me miraron. -¿Sucede algo?- pregunté.

-Te explicare algo querida, aquí se desayuna 7:30, si 7:30 no estás en la mesa, te quedas sin desayunar- Me dijo Camila en tono de reproche, me levante en silencio para salir de allí, antes escuche como la reina le preguntaba a Camila por el príncipe, es decir Kaidan. -No lo sé, anoche se acostó tarde, estuvimos despiertos hasta las 3- Le respondió ella.

Volví a mi habitación, pretendía pasar el día allí, ya no tenía ganas de conocer Paris, ni mucho menos de pasar un rato con Kaidan y Camila.

Seguramente Kaidan y la princesa eran amigos desde pequeños, y de seguro estaban hablando de algún negocio o algo parecido, o sea, Kaidan no tiene por qué estar enamorado de ella, una chica hueca, pero lamentablemente eso es lo que les gusta a la mayoría de los hombres de hoy en día.

Estaba casi dormida, cuando escuche unos golpes en la puerta de mi habitación, me levante para abrirla.

Allí había una mujer, de unos 30 años tal vez, con una mirada simpática, y unos lindo ojos verdes.

-Escuché por ahí que te habían dejado- Me dijo con una cálida sonrisa. -Yo soy Emma, seré tu profesora- Concluyó la joven mujer.

-Pasa- le dije. -Aunque no sé si sus majestades permitirán que entres a mi habitación-

-Con lo brujas que son Ruth y Camila de seguro me regañan, pero a veces es divertido- me dijo riendo. -Te traje comida, seguro que no desayunaste-

-Al fin alguien simpático aquí- Le dije mientras cerraba la puerta.

-Se cómo te sientes, por lo mismo pasé, con el tiempo me hice respetar- Me contestó. – ¿Te molesta si te robo la cama? - Me preguntó mientras se tiraba en ella.

Me reí al ver sus gestos de alivio al estar en mi cama, parecía una buena chica, al menos simpática y divertida.

-¿Vives aquí?- Le pregunté mientras me sentaba en un sillón que había en frente a la cama.

-Si- Me respondió. -Hace ya 6 años, soy tutora de Camila en algunas clases, pero la mayoría se las de Jessie-.

-¿Te llevas bien con Camia?-

-Nunca pensé que podría odiar tanto a alguien como la odio a ella, es una chica que pretende aprender 10 idiomas y apenas maneja correctamente el español y el francés , y ni siquiera se sabe la historia de su país, para ella lo único importante son los labiales, los vestidos exagerados, las grandes joyas, la ropa de marca y ser mala persona- Me respondió.

-Yo llevo un día aquí y creo que ya la odio- Le dije, y ambas reímos.

-Creo que al fin tendré una amiga dentro del palacio- me dijo

-Eso dalo por hecho- Respondí sonriendo.

Hablamos toda la mañana, incluso de mil maneras diferentes de matar a Camila, y a su madre, me divertía con ella, cerca de las 11, me propuso darme mi primera clase, y así fue, empezamos por matemáticas ya que a ella le gustaba y a mi no es un tema que me desagrade como a la mayoría, Emma es una chica que para tener apenas 29 años, sabe demasiado.

Luego de mi primera lección bajamos juntas a almorzar, ya que una de las empleadas nos había avisado que la comida estaría lista a las 12:30.

Lo peor de todo es que Kaidan y Camila no regresarían a almorzar al castillo.

La hija de un Rey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora