Capítulo 10

489 141 19
                                    

Capítulo 10- SIEMPRE ME GUSTASTE.

La gala marchaba increíble, incluso llegue a sentirme cómoda allí, las chicas llevaban vestidos igual de exagerados que el mío, joyas de todo tipo, tamaño y color, todo estaba perfecto hasta que Kaidan me dio la gran novedad de que había un mafioso y debíamos irnos.

En estos momentos estábamos saliendo del salón, dirigiéndonos al auto.

Uno, dos, tres disparos se escucharon, y con cada uno de ellos mi corazón se salía de su lugar.

-¿Estas bien?- Me pregunto cuando ya estábamos dentro de su auto, y con este encendido.

-Sí, ¿y tú?- Sabía que este tema le molestaba, así que solo me limite a preguntarle eso.

-Si- Respondió serio, poniendo el auto en marcha. Al mismo tiempo que partíamos de allí, un hombre con un arma en su mano se asomó a la puerta del salón y sin pensarlo apunto al auto. -Sujétate Nat- Dijo el acelerando más aún el auto.

Aquellos hombres de negro nos estaban siguiendo, ¿Qué querían?, ¿Asesinarnos a ambos o solo a el?, ¿por qué?. Definitivamente no nos estábamos dirigiéndonos al castillo.

Después de viajar durante una media hora, por fin parecía que habíamos perdido a aquel auto que nos seguía, al mismo tiempo estábamos llegando a una casa, en medio de la nada, una vieja pero a la vez nada destrozada casa, con grandes jardines en el frente, dos fuentes y un gran portón para entrar.

-Aquí estaremos bien, al menos por esta noche- Me dijo, mientras buscaba la llave debajo de una baldosa. -Esta es una casa que la familia real tiene, para ocasiones como esta, entra-.

Entramos, una gran casa de dos pisos, bien decorada, es más, parecía decorada por mi propia madre, candelabros de cristal, un gran comedor, sillones nada antiguos, pisos de madera, y ese toque verde, natural que siempre hay que darle.

-¿Estas bien?- Me preguntó él, por segunda vez. _Estamos seguros, puedes estar tranquila- Me aseguró sentándose en un sillón.

-¡No Kaidan, no!. No estamos seguros Kaidan, ni aquí, ni en China, la mafia puede encontrarte en cualquier parte del mundo en menos de 24 horas-. Le grité, sujetando mi cabello. -¿Y mi familia?, no sé qué haría sí les pasara algo.

-No les pasará nada Nat, ellos no tienen nada que ver con esto- Respondió serio.

-¿Entonces qué?,¿me quieren matar a mí o a ti?- Le pregunté. -Deberías explicarme las cosas Kaidan-

-Estoy seguro de que nos buscan a ambos, ellos asesinaron a tu padre y a los míos, a mi abuelo, y al tuyo, quieren terminar lo que empezaron hace años-

-¿Pero por qué? ¿Por qué tanta maldad?-Le pregunté, sin darme cuenta mis ojos ya estaban empapados en lágrimas.

-¡POR LA MALDITA GUERRA FRIA!- Gritó parándose. _Natalia no quiero hablar de esto ahora- Dijo, saliendo de las sala y subiendo al segundo piso.

Espere unos diez minutos y subí para ver en que estaba, no lo encontraba, pues la casa era un poco grande, hasta que allí en un rincón, con la cabeza sobre sus rodillas, se encontraba un chico, un chico entre sollozos y lágrimas.

-¿Los extrañas mucho?- Le pregunte haciendo referencia a sus padres, arrodillándome a su lado para hacerle compañía.

-Demasiado- Susurro. -Se fueron cuando cumplí cuatro, cuatro años Nat, y todos, todos a los que amaba se fueron-.Dijo secándose las lágrimas. Recosté mi cabeza sobre su hombro. -Lamento que me veas así-

-Yo también extraño a mi padre-Le susurre. -Y no tienes que disculparte, a veces tenemos que dejar de ser fuertes y desahogarnos, llorar como nunca, sacar todo ese dolor interno que hemos estado guardando, y lo sé duele- Le dije, es ese momento era yo la que estaba empapada en lágrimas.

La hija de un Rey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora