Capítulo veintiuno

2.9K 199 30
                                    

Tenía sueño, mucho sueño. Y estaba estirada en mi cama con Rhen a mi lado. Después de que me dijera que iba a contarme toda la verdad añadió: "Después de una siesta, estoy muerto." Así que decidió, sin preguntarme, quedarse a dormir en mi cama. 

Miré mi despertador para saber la hora, y para mi suerte eran las 3:00 AM. Eso implicaba poder dormir durante bastantes horas, así que me salió una sonrisa instantánea. Me revolví en el poco espacio de cama que tenía (pues Rhen lo ocupaba todo) y me quedé cara con cara con él. Estaba sobado, y era notorio su sueño por las largas y profundas respiraciones que daba. Su cabello estaba chafado por la almohada y era una tentación tocarlo, era una tentación acariciarlo toda la noche, era una tentación pasarle los dedos por su masculina cara y era una tentación perderse en esos ojos verdes toda la vida. Era una tentación dormir en la almohada tan cómoda que era su antebrazo, rodeada por el brazo restante. Me quedé observándolo por lo que parecieron horas, pero en realidad fueron 10 minutos, pero me vi interrumpida por sus ojos ahora abiertos y cansados. Le dediqué una sonrisa con el mensaje subliminal de vuelve a dormirte. Él al parecer quiso cambiar de posición pues retiró suavemente el brazo y lo juntó con el otro que estaba en mi cintura, impulsando así su cuerpo hacia abajo y apoyando su cabeza en mi pecho. Yo instintivamente le pasé los brazos por la nuca y acuné su cabeza. El sueño comenzaba a vencerme, y caí en la inconsciencia después de escuchar; "Спокойной ночи, маленький" (Buenas noches, pequeña).

Eran las 5 de la mañana cuando me "desperté". Acostumbrada a sentir una presión en el pecho, mi cuerpo recobró la consciencia al sentir que esa presión se iba. Abrí muy poco los ojos y vi (y sentí) como R me depositaba un beso en la frente antes de salir por la puerta. Solté un suspiro, seguido de un bostezo, para luego apoyar mi peso en la arte derecha de mi cuerpo y volver a sumergirme en la oscuridad del mar negro. Esta vez sin la calidez del chico que no sale de mi mente. 




***



Al despertarme permanentemente, eran las 8:24 AM. Me fue difícil espabilarme y levantarme, pero lo conseguí. Mi cabello estaba despeinado, hecho un lío, y la ropa que llevaba ayer estaba arrugada, menos por la parte superior del tórax. Mis ojos estaban caídos por el sueño y mi voz ronca, como cada mañana, no obstante, hoy podía decir que había dormido a la perfección. 

Fui al baño para arreglarme mínimamente, y como había sospechado, mi cara era épica. Un sueño como cada día de instituto. Espera... ¿Instituto?¡Mierda! ¡El insti! Bajé corriendo las escaleras, matándome por el camino, y me encontré a Krystian hablando con una Aida desanimada y con ojeras. Sam seguía en el sofá descansando o inconsciente y Rhen cogiéndole la mano y pronunciando palabras. Bajé las escaleras que me quedaban y fui al lado de Aida a darle los buenos días con un beso en la frente, a lo que ella respondió con una pequeña sonrisa Saludé a Krystian con un asentimiento de cabeza y el me dedicó un saludo con la mano. Tony estaba en la cocina preparando no se qué así que solo le mandé los buenos días a lo lejos, a lo que él respondió con un "Buenos días, Bridi". Me fui al lado de Rhen, que siguió haciendo lo que se supone que estaba haciendo antes. Le toqué suavemente el hombro, y al instante de hacer eso paró lo que hacía. Yo retiré la mano rápidamente, pensando que le había interrumpido, pero él me la volvió a poner en su fuerte hombro. Yo me puse de cuclillas a lado suyo, y tras un beso en la mejilla le dije.

-Rhen, explícame lo que está pasando.- Él solo asintió con la cabeza.



He Is My Rhen #HermanosOscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora