Solangelo

Lu tiene sus razones

Lu

Robar el pequeño frasco fue fácil. En especial si la dueña era Drew.

—¿Lu? —dijo una voz detrás de mi.
Me voltee para ver a Piper. —¿Que haces?

Rápidamente guarde el frasco en mi bolsillo.

—Buscaba a Drew, pero no la encontré — le dedique la mejor sonrisa falsa que pude— ya me voy.

Me dirigía a la puerta para salir de la cabaña de Afrodita, pero Piper me detuvo

—¿Por qué estabas buscando entre sus cosas?— yo sabía que Piper tenía cierto poder en su voz. Te persuadía, había escuchado. Pero nunca me imaginé que ella fuera tan buena.
Afortunadamente pude resistirme y, con mucho esfuerzo logre no decirle lo que en realidad buscaba.

—Mi cepillo. Se lo presté, pero no me lo devolvió —enterré mi uña en mi mano para resistirme.

Piper me miró por unos segundos más y se hizo a un lado para que pudiera irme.

No hago nada solo porque tu novio esta guapo. Pensé.

Luego me ocuparía de ella y Jason.

Stefan estaba demasiado perdido en Will, pero si queríamos recuperar a papá, teníamos que hacerlo.

Fui a la cabaña de Hécate y toqué la puerta.
Allison abrió la puerta y yo le enseñé el frasco.

—Conseguiste lo que querías— tomó el frasco de mis manos y lo observo por unos minutos—Entra.

Me gustaba la cabaña de Hécate. De alguna manera me hacia sentir segura. Tal vez ella era mi madre divina.

—¿Podrás terminar el hechizo hoy?—pregunté.

Ella negó con la cabeza.

—No es un hechizo fácil, Lu. También necesitas a un hijo de Némesis. Ya sabes, venganza y todo ese rollo. Yo solo juntare eso y al final tendrás lo que quieres—respondió poniendo el frasco con el liquido blanco en un recipiente negro—¿Tienes al hijo de Némesis?

—No sabia que se necesitará uno, pero lo conseguiré. ¿Que necesito exactamente? ¿Su sangre?—dije bromeando— ¿O su corazón?

Ella negó nuevamente.

—Esto es serio. Necesitas a cualquier hijo de Némesis que quiera vengarse de alguien o algo. Luego ese alguien tendrá que recitar algo que yo le daré—se sentó en su cama y me miró—. Dime algo, Lu. ¿Por qué haces todo esto?

¿Por qué hacía todo esto?
Fácil. Tuve un sueño en el que encontraba a mi padre. Él se había ido de casa hace dos días y no había regresado.
No, no dijo que iba a pagar el taxi para luego nunca regresar.
Él fue al trabajo como siempre y Stefan y yo fuimos a la escuela. Ese día Stefan se peleó in unos tipos y tuve que ayudar al tarado de mi hermano.
El caso es que cuando regresamos a la casa, nuestro padre no estaba. Lo esperamos, pero no llego en la noche ni al día siguiente, ni al que le siguió de ese.

Tiempo después, alguien nos visitó. Era una mujer muy bella. La verdad solo recuerdo sus ojos verdes. Se mostró muy amable con Stefan, pero no tanto conmigo.

Nos dijo que nuestro padre estaba muerto.
Yo no le creí. No le haría caso a una mujer que acababa de conocer, pero Stefan le creyó. Él me había dicho que había algo en esa mujer que lo hacía sentir protegido.

Ella nunca nos dijo su nombre, solo nos dijo que nuestro padre estaba muerto, protegiendo a un chico de algo o alguien. No nos dijo más. Solo se fue.

Al siguiente día, llego otra mujer. Esta se veía más... Agresiva. Ella solo tocó la puerta y entro, no como la que había ido el día anterior, que espero pacientemente a que le abriera.
El tipo que estuvimos hablando, sentí que la conocía. Pero no recordaba de donde. Ella trato muy mal a Stefan, como si lo odiara por hacer algo.

Ni él ni yo le dimos importancia a eso. Solo a lo que nos dijo.

Nos dijo lo mismo. Nuestro padre había muerto, pero podíamos recuperarlo.

Ella no explicó el mundo de los dioses griegos y que ella era una diosa, pero no nos dijo cual. Nos dijo que nuestro padre veía a través de la Niebla.

El día que él había muerto, había sido porque había defendió a alguien de un monstruo.

Stefan le pidió detalles, pero ella se negó a dárselos, dijo que no podía.

Nos dijo que fuéramos al Campamento Mestizo, en Long Island, éramos semidioses y ahí estaríamos a salvo.

Esta vez, yo le creí a esa mujer. Mi hermano igual.

Antes de que ella se fuera, me dijo a quien había defendió nuestro padre. El causante de su muerte.

—Nico di Angelo.

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N/A: Soy genial. Actualice rápido.
Bueno, gente gracias por seguir leyendo. En serio gracias.
Para seguir leyendo más de mis genialidades, ¿Por qué no lees un reto para cuatro idiotas? Aja, otra de mis genialidades.
Bueno, ahora dejare que odien a Lu por querer matar a Nico y destruir Solangelo.
-M ;)