El viaje de toda mi vida -COMPLETADA -

Cap. 35

Me suena el móvil, el número no lo conozco, no me puedo imaginar quién puede ser, veo por el prefijo que es español.

_ ¿Diga?

_ ¿Emma Ros?

_ Sí, soy yo.

_Le llamo de las Galerías Postmo, hace unas semanas hiciste una entrevista para nosotros, queríamos saber si todavía estás interesada en el puesto.

¿Cómo, trabajar en Postmo? No puede ser, si ahí incluso ha hecho una exposición Damien Hisrt. Mi subconsciente empieza a dar saltos de alegría y a gritar como una loca, todo lo que yo no puedo hacer ahora mismo para que no me tomen por una demente y rechacen la oferta. Me sujeto al brazo de Matt para no perder el equilibrio y caerme aquí en medio, él me mira con cara de no entender nada.

_ Por supuesto, sigo completamente interesada.

_ Perfecto, si todavía estás de acuerdo con las condiciones puedes venir a firmar el contrato. 

_ ¡Claro!, ahora mismo estoy fuera del país, pero cojo el primer avión que pueda.

_ No te preocupes, ¿te viene bien el lunes a las cinco?

_ Por supuesto, el lunes perfecto, pero de verdad que no hace falta esperar, puedo ir a por el avión ya mismo.

Noto que le hace gracia mi nerviosismo y entusiasmo,  juraría que se está riendo.

_ No, no te preocupes, tenemos que mandar que redacten el contrato aún y hasta el martes supongo que no estará listo. Además, después de más de tres meses de entrevistas y selección creo que podemos esperar unos días, no te preocupes que no le vamos a dar el puesto a nadie más.

Me despido concretando la documentación que debo llevar y cuelgo, no me lo puedo creer. Me abrazo a Matt completamente feliz, él me mira sin entender nada, supongo que no sabrá tanto español y encima estoy completamente entusiasmada, por lo que hablo demasiado rápido. Pero es normal, me acaban de llamar de una de las galerías más importantes de España, me tendré que mudar a Madrid, pero bueno, está a hora y media en tren de mi ciudad, de hecho Jose me dijo que estaba pensando en mudarse ahí ya que es donde más trabajo está teniendo últimamente, ¡Dios mío trabajar en la Postmo! Matt me sigue mirando sin entender nada, yo continúo asimilándolo.

_ Era de unas galerías de arte de Madrid, hice la entrevista unos días antes de salir de viaje, me han dado el puesto. ¡Dios mío! Ese sitio es increíble, ahí ha hecho incluso una performance Marina Abramovic, ¡no me lo puedo creer!.

Noto que me abraza con fuerza, pero esta vez el abrazo es diferente, es más fuerte y más sentido.

_ Enhorabuena, me alegro mucho por ti.

_ Me presenté sin pensar que tuviera ningún tipo de posibilidad, supongo que en mi anterior trabajo les dieron buenas referencias, no sé, todavía lo estoy asimilando.

Miro su cara, está feliz por mí pero su expresión es como si intentara camuflar algo con esa sonrisa. De golpe caigo en lo que pasa, me voy a tener que ir, no me puedo quedar, ya no hay ninguna posibilidad de quedarme, no puedo decir que no a este puesto. Al darme cuenta es como si algo me golpease, como si una bola de demolición me golpeara y me hundiera en el suelo. Matt lo nota, se me ha borrado la sonrisa por completo, de hecho ahora mismo tengo ganas de llorar.

_ Lo siento, no puedo rechazarlo, llevo soñando con un trabajo así toda mi vida.

_ Lo entiendo cariño, es tu carrera.

Me abraza de nuevo y me besa el pelo, yo me quedo quieta apoyando mi cabeza en su pecho, aspirando su olor.

_ Tengo que firmar el contrato el martes, tenemos hasta entonces para estar juntos. Por lo menos estaré aquí para acompañarte a la gala, porque, aún quieres que vaya contigo, ¿no?