¿Quién sera? III

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Él era un varón, no podía haberse acostado con otro varón.

- No. No .No- gritaba desesperado mientras lloraba. Trataba de recordar con quien había dormido, pero no había nada, no había recuerdos y ni tan siquiera una nota en algún lugar de la habitación. Después de unos minutos, se levantó con mucho cuidado y se metió al baño, tenía que lavarse, se sentía sucio. Mientras se bañaba, lloraba. Salió y tomo su ropa, se vistió y salió de esa habitación. Abordo uno de los elevadores y al salir, huyo de ese lujoso hotel.
Kōki desesperado y sin saber qué hacer, llego a su casa. Solo para encontrar a su madre hecha un mar de lágrimas - ¿Qué pasa?- pregunto rápidamente.

-Mamá falleció- dijo llorando.
Kōki corrió y abrazo a su madre -la abuela. Lo siento, mamá- dijo llorando.

Fue cuando Akemi Furihata se percató de las marcas en su hijo - ¡Kōki! ¿Qué hiciste?- grito.

Kōki se avergonzó y no miró a su madre.

-¿Qué hiciste?- volvió a preguntar tomando a su hijo del brazo - ¡Responde!

-¡No lo sé!- grito a su madre -Me desperté desnudo en un hotel. Estaba solo y con san.... ¡NO SE QUIEN FUE! ¡NO RECUERDO NADA!

Akemi miro aterrada a su hijo ¿Quién le pudo hacer eso aun varón? Su hijo le estaba diciendo la verdad, esa mirada de dolor y repulsión eran tan reales como la muerte de su madre. Su hijo había sido violado -Tenemos que reportarlo a las autoridades-.

-¿Y, que les digo? Ayer fui a una fiesta y al siguiente día desperté desnudo, con sangre y semen en mi c... aghhh- se jalo el cabello- ¿Qué se supone que voy a decir? ¡Soy un varón!- dijo llorando.

Akemi Furihata abrazo a su hijo y lo consoló. Varios minutos después volvió hablar -Sube y empaca algo de ropa para 15 días. Tenemos que ir a Osaka.

-Sí mamá- dijo parando de llorar, había olvidado a su abuela - Tenemos que estar con el abuelo-. Por ahora tenía que olvidarse de él, así que subió a su habitación para hacer su equipaje.
30 minutos después, su madre y él, estaban abordando un tren bala con destino a Osaka. Al llegar, encontraron a su abuelo, Akeno Asuma, deshecho por el fallecimiento de su abuela, Mio Asuma. Ella había fallecido a causa de un infarto fulminante, al parecer estaba bajo estrés al ver que su librería estaba por cerrar, y cuando se lo dijeron, le dio el infarto. - Estamos contigo, papá- dijo Akemi abrazándolo. El velorio se llevó a cabo ese día y, al siguiente día, sepultaron a su abuela.

En esos días trataban de sacar adelante a su abuelo, estaba muy deprimido como ellos. Escuchaba llorar a su madre durante las noches; y él, no podía evitar llorar por la muerte de su abuela y lo que le había pasado. Un día, entre sueños, recordó que alguien le preguntaba si se estaba divirtiendo, pero no lograba descifrar la voz.

Le había mandado un mail a Fukuda avisándole de lo sucedido con su abuelo y de paso, preguntar si alguien había preguntado por él, y la respuesta fue negativa. Qué imbécil era al creer que esa persona lo buscaría, él solo fue unos más en la cama de aquella persona.

-Hijo, no llores- dijo entrando Akemi a su habitación.

-No puedo evitarlo mamá. Es horrible no saber lo que paso ese día, no sé quién fue capaz de hacerme eso- dijo llorando.

-Tranquilo- dijo abrazándolo -Pregunta-le a tus amigos con quien te vieron ese día.

-No mamá. Nunca lo haré. No quiero que lo sepan- dijo llorando.

-¿Saber qué?- pregunto Akeno, Había escuchado lo último. Akemi y Kōki se miraron. Tras dudar varios minutos, Kōki relato a su abuelo lo sucedido -¡Qué demonios!- grito un alterado castaño.

-Tranquilo abuelo, te puede hacer daño- dijo Kōki preocupado.

-¿Cómo puedes estar tan tranquilo?- grito caminando de un lado al otro.

-¿Estar tranquilo? Joder abuelo. ¿Crees que estoy tranquilo? ¿Cómo demonios se te ocurre que estoy tranquilo?- gritaba un furioso castaño.

-¡Basta! No podemos estar así, mamá acaba de fallecer y no necesitamos otro familiar muerto- dijo Akemi entre ambos - Papá comprende que lo que sucedió fue horrible. Kōki, no le grites a tu abuelo.

-Está bien- dijeron al unísono.

-Ahora... Lo primordial es no dejar que nos cierren la librería. Yo tengo unos ahorros, así que compraremos la librería. Kōki... ¿Te gustaría estudiar aquí en Osaka?- dijo Akemi tomando las riendas de la familia Asuma.

Dudó. Lo pensó y supo que quedarse era lo correcto, su abuelo y la librería eran importantes y él no quería regresar Tokio -Sí.

-Bien, mañana mismo viajare de regreso a casa y traeré lo que nos haga falta- dijo decidida - Ahora vayan a dormir- sentencio la pelo negro.

Los castaños asintieron por inercia, pues sabían que nunca debería contradecir a Furihata Akemi.

¿Quién es el padre de mi hijo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora