33. Luna de Miel II

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—¿Estás hablando enserio? —Natsu la miró y pestañeó dos veces, perplejo.

—... —Ella asintió sonriente. 

—Oh, vamos. —Natsu desilucionado, hundió su rostro en el cuello de Lucy, y suspiró.

—Nada de vamos. —Lucy respondió con las mejillas ligeramente infladas. —Me sacaste de la fiesta como un saco de papas y siquiera esperaste al pastel. —Ella continuó quejándose.

—¿Acaso no cenaste cuando llegamos? —Natsu la miró frunciendo el ceño.

—¿Se te olvida que estoy comiendo por dos? —Lucy sonrió sarcasticamente.

—Vas a perder tu figu.. —Sintió una mirada penetrante antes de terminar su oración.

—¿Qué? —Lucy lo miró a los ojos con una sonrisa.

—¿Q..Qué quieres para comer?—Natsu sonrió con gotas de sudor resbalando por su frente.


Natsu le dio un rápido beso a Lucy en los labios y se dirigió a la cocina. Lucy se incorporó y se apoyó en sus manos, mientras veía como Natsu se alejaba de la habitación, acto seguido bajó su mirada a su vientre, y pasó su mano sobre el. Sonrió. Se puso de pie y se paró frente al espejo, aún tenía el vestido de su boda puesto, lo acomodó un poco y se metió al baño.

Se espantó un poco al ver su cara más de cerca, al parecer, había dormido de maravilla, se preguntó si Natsu también se asustó al verla de cerca. Acercó su rostro al lavado y empezó a lavar su rostro. Tomó una toalla y empezó a secar las gotas de agua en su rostro. Se dio media vuelta, observando su peinado con su trenza despeinada y con flores faltantes, se encogió de hombros y salió.

La casa tenía un pasillo del mismo material que la habitación, madera. Había un baño de visitantes a su derecha, y a su frente, se había topado con la sala. Tenía un juego de sofas rojo vino, con una chimenea apagada en frente, las paredes eran de madera y el suelo era liso. Había un pequeño candelabro emanando luz encima de la sala.

Siguió caminando y encontró la cocina. Natsu estaba de espaldas, con la estufa encendida mientras utilizaba el cuchillo, dejando ver sus musculos trabajados a medida que movía sus brazos, llevando la misma toalla al nivel de su cintura. Lucy se mantuvo en silencio para no interrumpirlo, se sentó suavemente en una de las sillas del desayunador y se dedicó a observarlo. Lucy apoyó su rostro sobre su codo, mientras veía los movimientos de Natsu quien no se había percatado de que estaba siendo observado.

—Hmmm... —Natsu murmuró mientras rebuscaba frente a él. —¿Dónde habré dejado el.. —Su oración no fue terminada.

—Está a tu derecha. —Lucy sonrió desde atrás.

—Ah, gracias. —El respondió y agradeció amablemente.

—De nada. —Lucy rió. Natsu aún no se había dado cuenta que ella estaba ahí.

—E..Espera un momento...—Natsu se giró y la miró.

—Hola. —Lucy sonrió.

—Lucy, ¿cuánto tiempo haz estado ahí sentada? —Natsu le preguntó.

—Menos de cinco minutos. —Lucy respondió.

—¿Por qué te quedaste callada?—Preguntó.

—Me pareció entretenido observarte. —Ella respondió con una sonrisa de oreja a oreja. —Me gusta observarte. —Le aclaró nuevamente.

—Eso es acoso. —Natsu reclamó sosteniendo una cuchara.

—Hmm... —Lucy se puso de pie y caminó hacia él. —¿Seguro que no quieres ser acosado? —Le preguntó poniendo sus manos sobre sus desnudos hombros y poniéndose de puntas para poder alcanzar sus labios.

Salvavidas - Nalu.Where stories live. Discover now