1. Comienzo

2.3K 96 5
                                    

Lucy despertaba una vez más. Allí, atrapada en aquella mansión, su mente insistía en que no debía alejarse, siempre pensaba que las cosas cambiarían, que su padre cambiaría y las cosas se tornarían como eran antes. Que la felicidad tocaría a su puerta otra vez, sin embargo, ya hace mucho que no escucha ni su propia risa, ¿no era eso ya bastante malo? Siempre soñaba con aquellos días donde sus padres tocaban a su puerta cada mañana para que bajara a desayunar con ellos, pero esto ya no era así. Abrió sus ojos después de verse atrapada en aquel sueño otra vez, cuando alguien tocó a su puerta.

—Lucy-sama, el desayuno está servido.  —Una señora de mediana edad, iba todos los días a decir lo mismo. Lucy casi repetía sus palabras cuando ella las decía. Y siempre le decía la misma respuesta.

—Estoy de camino.  —Lucy respondía por cortesía. Era una buena mujer y no tenía la culpa de que ella pasara por tan horribles cosas.

Lucy se puso de pie, miró su rostro. Que pesada se sentía. Era una chica de 17 años, se supone que es la mejor etapa de su vida y ... no la estaba disfrutando en lo absoluto. Peinó su larga melena y se lavó los dientes. Bajó las escaleras hasta la larga mesa donde solo se encontraba un plato.

—Buenos días, Lucy-sama  —Le sonrió como todos los días, la ama de casa, quien siempre la acompañaba a desayunar en caso de que necesitara algo.

—¿Tampoco hoy?  —Lucy la miraba con tristeza y le hacía la misma pregunta todos los días. Su padre. Dejó de verlo hace años, raramente, el se encontraba en casa.

—El señor se encuentra de viaje...Otra vez. —La señora respondió con pena. Aquello que una vez fue una familia, se había desecho hace mucho.

—Ya veo...  —Lucy tomó asiento y empezó a desayunar. Ella no hacía más preguntas. Simplemente, comía en silencio mientras observaba la mesa vacía.

—Lucy-sama... Feliz cumpleaños.  —La señora de mediana edad, llegó con un pequeño pastel en las manos, mientras los empleados de la casa se dirigían a la mesa.

—¿Hoy es...mi cumpleaños?  —Lucy parecía no recordarlo. Entonces, miró a su alrededor, la mesa seguía vacía y los pocos empleados que había en la mansión, quiénes habían estado haciendo el mejor esfuerzo por hacerla sentir mejor, sonreían hacia ella.

—¿No lo recuerda, Lucy-sama? Hoy cumple 18 años.  —La ama de llaves le sonrió. mientras encendía las velas.  —Ahora, por favor, pida un deseo.  —La ama de llaves le sonrió otra vez.

—¿Un...deseo?  —Lucy miró el pastel. Su mente se fue al recuerdo de su último cumpleaños feliz. Ella cumplía 10 años y sus padres estaban junto a ella. Entonces recordó '' — Pide un deseo, Lucy '' Su madre le sonreía.

—¿Lucy-sama, se encuentra bien?  —La señora le llamaba, Lucy tenía la vista perdida mientras miraba al pastel.

—Y-Yo...Lo lamento.  —Lucy empezó a llorar. Se paró de su asiento y corrió a su habitación.

—Otro año, ¿eh?  —La ama de llaves miraba hacia el suelo. Y la señora recogía el pastel de la mesa.

—Ha de ser un infierno para ella.  —La señora de mediana edad murmuró mientras recogía la mesa.

—Si tan solo el señor.. —La ama de llaves fue interrumpida cuando la puerta de la mansión abrió.

—Bienvenido, señor.  —El mayordomo lo recibió.

—Jude-sama —Los empleados lo recibieron con reverencia. Mientras uno de ellos tomaba sus maletas.

—¿Dónde está Lucy? —Jude preguntó con seriedad.

Salvavidas - Nalu.Where stories live. Discover now