Capítulo 9: Irene

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Maldito Twitter. Maldita seguidora fan. Maldito celular que no estaba en silencio. Era mi primer día de clase y ya me dirigía a la dirección. Yo sabía que usar el celular te podía llegar a costar una nota baja, pero si el alumno le hablaba mal al profesor la dirección estaba asegurada. A veces odiaba mi carácter, a veces me gustaba. Hoy no era un día de esos.

Me había propuesto no sobresalir el primer día, ser invisible, pasar desapercibida, y me había salido tan mal el plan que todos se habían enterado de mi carácter, y de que me dirigía a la dirección a hablar de mis problemas anteriores en este liceo, y de que este año tenía que cambiar porque iba a ser mucho más complicado. Yo sabía todo lo que me iba a decir, ya me lo habían repetido unas mil veces. Mientras recorría el liceo de pies a cabeza porque no quería llegar pronto a la dirección, me dirigí a la piscina. Habían unas 20 personas, supongo que una clase, dirigida por un profesor, con aspecto a guardavidas de playa, vestido con musculosa, y short de baño. No se imaginan lo que sentí cuando lo vi por primera vez, pero luego recordé que tenía que irme antes que sonara el timbre si no quería meterme en problemas más graves. Este era el cuarto año que estaba en el mismo instituto, me lo sabía de memoria, cada rincón, cada escondite. Corrí por los pasillos extensos que le daban un tono de informalidad a la institución a pesar de ser todo lo contrario. Estaba muy bien organizada, y sus leyes se cumplían si o si. Había una sanción para cada problema y estaba basada sin ninguna excepción, salvo por un tipo de organización que se hace, como una fiesta, en la cual eligen a dos personas por medio de votación, a un hombre y a una mujer, y tienen sus beneficios. Según el guía que nos asignaron el día que me inscribieron en la escuela, era algo que se hacia todos los años, y todos debían asistir, se pasaba lista, pero solamente lo hacían los alumnos de cuarto quinto y sexto de liceo. Por eso les digo que es algo organizado. Nunca nadie faltó, y todos se anotan para ser algo como él o la "gran". Supongo que iba a ser la primera vez, ya tuve demasiado llamando la atención con la observación que me dieron y pidiéndome que vaya a la dirección, sería demasiado postularme aunque nunca se me pasaría por la mente ganar ni nada de eso. Con mis 60 kilos, no podría ni entrar en un vestido. Y con mi metro cincuenta, tendría que usar plataformas de veinticinco centímetros para al menos llegarle al cuello a los candidatos tan estilizados que brindaba el liceo para ser el "gran" chico.

Doblé hacia la derecha y llegué a la gran puerta blanca y roja de la dirección. A sus costados se encontraban cuadros de todos los directores que habían pasado por el instituto, siendo en total unos treinta cuadros a lo largo, en fotografías a blanco y negro, todas del mismo tamaño, alineadas casi a la perfección, salvo uno, que sería el último o el primero, donde se encuentra la directora actual.

Cuando miré el reloj, quedaban quince minutos para que tocara el timbre. De repente se abrió la puerta y salió la directora riéndose exageradamente con una alumna. Ella era rubia, con unos bochones de ojos marrones, casi negros, flaquísima pero se notaba que tenía mucho músculo, técnicamente era mi modelo a seguir. Eso que nunca voy a poder ser. Se estrecharon la mano, y finalmente dijo mi nombre, y a continuación una invitación para entrar a su oficina.

-¿Un consejo?

-Háblale de lo maravillosa que es su decoración de su escritorio- me respondió, y segundo después me guiñó y sonrió- Chau Susana, ¡estás estupenda!

La vida sería tan fácil si fuera como ella. Pasaría al mundo por arriba, no tendría tantos problemas y mi autoestima estaría por las nubes, no como ahora, si es que me queda algo de eso.

-Hola... Irene ¿cierto?

-Hola! Que estupenda decoración- me apresure a mencionar, cuantos más minutos le ganara menos tiempo iba a tener para regañarme. Otra regla del liceo, si cuando toca el timbre de recreo alguien está en algún salón, se lo debe dejar retirar, sin excepciones.

¿Y por qué no?Where stories live. Discover now