Reconciliación.

251 37 2
                                    

David corría a todo lo que daba su cuerpo, sin importar a donde, su corazón dolía demasiado y de sus ojos salían lágrimas, estaba dolido, no podía creer lo que había pasado, no de su Samuel.

Al cabo de unos minutos de correr se encontró en lo profundo de un callejón oscuro, se detuvo apoyándose en una de las paredes del lugar, su respiración era agitada y su llanto era cada vez más fuerte, por lo mismo cubrió su boca para no lanzar un grito de dolor.

No tardó mucho en sentir algo húmedo que bajaba por detrás de su cabeza por su cuello, delicadamente paso su mano por la zona y sintió un gran dolor al tocar la misma, al ver su mano pudo notar un líquido rojo, era su sangre.

¿Él nunca me amo?¿Solo quería hacerme daño?¿En verdad solo fui un juego?¿Por qué siento que voy a morir?¿Que había hecho mal?¿Todo era su culpa? Miles de cosas hirientes pasaban por la mente de David, lastimándolo, haciendo más lagrimas caer.

Salió de sus pensamientos al oír ruidos a la distancia, pasos acelerados que se acercaban a su ubicación, se alarmó por eso y como pudo a gatas se adentró a lo más profundo del callejón que estaba en completa obscuridad, ocultándose detrás de unos contenedores de basura.

-¡Mi amor, perdóname, por favor!- Resonó a lo cual el pálido se tapó la boca con las manos para que pudiera escucharse su respiración, la voz era de Samuel, que sonaba dolida y quebrada.

El castaño no era religioso, ni mucho menos, nunca lo fue, pero en ese instante tenia tanto pánico que pidió a quien fuera para que no fuera encontrado por el moreno.

-¡No sé porque lo hice, David, por favor, ven!- En ese momento se arrepentía de haberle confesado a Samuel que esa parte de la cuidad era su lugar seguro para estar solo.

-¡Por favor, nunca te haría daño, no sé lo que me paso!- La voz del pelinegro se notaba cada vez más rota, como si estuviera al borde del colapso.

Aun que entendía lo que el otro decía, no podía creer en nada, así que intento no escuchar e ignorarlo, pero lamentablemente esa voz dolida se escuchaba más cerca de su ubicación, asustado por esto solo pudo cubrir su cabeza con sus brazos mientras esperaba lo peor.

Instantes después paso lo que temía, Samuel lo había encontrado, estando solo parado delante de él, David se cubrió como pudo y su cuerpo empezó a temblar, sus ojos se cerraron con fuerzas esperando un golpe que nunca llego, a cambio pudo escuchar un llanto muy fuerte del más alto.

Dudo, pero al final se decidió y alzó la vista, viendo al que era su novio llorando como un niño, a todo lo que daban sus pulmones, el corazón del más bajo se estrujo al verlo así, aunque hubiera dicho que lo odiaba en realidad nunca podría hacerlo ya que lo amaba con todo su cuerpo.

-¡PERDÓNAME, BEBÉ, NO SE PORQUE LO HICE Y NO ENTIENDO NADA, NO SÉ A QUE CARTA TE REFERIAS Y SOLO ME SIENTO COMO UNA BASURA, DE VERDAD TE AMO DEMASIADO, NUNCA DEJARE DE HACERLO, ESTOY ASUSTADO, NO QUIERO QUE ME DEJES, AMOR, NO PUEDO, NO SE QUE VOY A HACER SIN TI, TE AMO DEMASIADO, DAVID, NO ME ABANDON-

David abrazo a Samuel, el cual se sorprendió, pero correspondió, llorando en el hombro del otro chico, sintiéndose de alguna manera más aliviado que momentos antes, así que solo se aferró con fuerzas y se dejó llevar por su llanto hasta que minutos después el pálido se separó un poco para poder unir sus miradas, los dos pares de ojos soltaban grandes lágrimas.

Gracias [Deigetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora