Mi reflejo.

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Una alarma en su teléfono marcaba las 7 am, otra noche sin logar dormir, pero a pesar de esto no tenía sueño, ya se había acostumbrado, los días de semana casi no dormir para que en los fines de semana durmiera días seguidos, eso era bueno para él, así podía escapar de la realidad y estar a salvo esos días donde las borracheras de su padre empeoraban.

Con mucho esfuerzo se levantó de la cama, caminado lentamente al baño, una vez dentro lo primero que pudo ver fue su reflejo en el espejo, la marca en su mejilla era lo que más resaltaba de su rostro, además de lo pálido de su piel y las grandes ojeras oscuras debajo de sus ojos.

Tomo una ducha rápida, debía apresurarse para intentar ocultar el color morado de su rostro, había conseguido un poco de maquillaje hace tiempo, volviéndose muy bueno en encubrir cosas así, ya que debía ocultarlo en muchas ocasiones, incluso a veces debía ocultarlo de su propia madre, solía ser duro, pero era lo mejor para que ella no se preocupara por él.

Minutos después estaba listo pasando con sigilo la sala, pensaba salir temprano para que su madre no lo viera así y también para que no lo obligara a desayunar, ya que era muy incómodo para él vomitar en los baños del instituto, pero cuando estaba listo para correr a toda velocidad fuera de casa, sintió como alguien se posicionaba detrás de él.

-¿Intentas escapar, corazón?¿Como esta tu rostro?- Se quedo estático por unos segundos, mirando el escenario, en un movimiento rápido corrió hacia la puerta trasera, imaginando que la mujer había cerrado la entrada principal  para evitar que saliera huyendo por allí.

-¡Estaré bien, adiós!- La mujer intento alcanzarlo, pero su hijo fue más rápido y logro salir con éxito de la casa antes de que pudiera responder sus preguntas o ver su rostro.

David al conseguir salir, corrió hasta no ver a la distancia su hogar y cuando estuvo seguro de que estaba lo bastante lejos bajo la velocidad, debía guardar fuerzas por si esos chicos querían molestar desde tempano, así que se limitó a caminar hasta llegar al instituto, estaba llegando temprano, pero nada mejor para el que ser el primero para evitar problemas.

Una vez cerca del Instituto, se puso a unos metros al costado de la entrada, apoyándose en unas de las rejas de gran lugar, busco en sus bolsillos un cigarro y encendedor, la mañana estaba algo fresca, así que eso le ayudaría un poco, además de despejarlo un poco del cansancio

Gracias [Deigetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora