Nuevas Responsabilidades (Fic-Blaine-NoKlaine)

CAPÍTULO 10: LA NUEVA VIDA

CAPÍTULO 10: LA NUEVA VIDA

Cuando Sam fue dado de alta, Mary y Blaine se mudaron a la casa que el rubio había comprado junto a Jen. Había tres habitaciones por lo que decidieron que los dos amigos compartieran habitación. Consiguieron dos camas individuales para instalarlas en vez de la cama de matrimonio que había y de esa manera, el ojiverde tenía a alguien a su lado si necesitaba algo por la noche.

Lo más complicado fue adaptar todo para que Evans pudiera moverse por la casa con la silla de ruedas. Era una situación temporal pero no podía andar todavía. Artie había sido de gran ayuda en ese aspecto. Sin embargo, no pudieron hacer nada con las escaleras y todos los días tenían que subir y bajar al enfermo. Habían llegado a la conclusión de que no merecía la pena invertir dinero en un ascensor para unos meses.

Apenas llevaban dos viviendo juntos cuando Anderson recibió la llamada que había estado esperando, había obtenido el papel para el que había hecho la audición y tenía su primer personaje protagonista en Broadway. Era una oportunidad que no quería perder y sabía que ningún miembro de la familia Evans se lo permitiría.

Eso significaba que él tendría que ir a los ensayos por lo que pasaría mucho tiempo fuera. Todos los amigos de ambos que residían en Nueva York los tranquilizaron, les mostraron que ellos estarían para apoyarlos. Con esas llamadas llegó la primera mala noticia. Cuando avisaron a Rachel, la castaña les avisó que Kurt también había sido elegido para esa obra, aunque con un papel secundario. Eso hizo que Blaine supiera que las cosas serían incómodas.

Cuando llegó a la sala de ensayo, tuvo la confirmación de que nada sería sencillo cuando Hummel se acercó a él.

– ¿Qué tal estás? – El ojiazul preguntó con una sonrisa.

– Hola, Kurt. Estoy muy bien, gracias. ¿Tú que tal? – El moreno se mostró educado.

– Muy bien, feliz de tener un papel en Broadway aunque sea secundario. ¿A quién interpretas? – Hummel preguntó amablemente.

– William. – El ojimiel respondió.

– ¡¿El protagonista?! – Kurt se sorprendió y el otro lo conocía muy bien para saber que había envidia en su pregunta.

– Sí, conseguí el papel protagonista... No te pregunto a quién interpretas porque ya lo sé. – Anderson respondió con suavidad.

– Bueno... ¡Enhorabuena! Te lo mereces... ¿Quieres que salgamos a cenar para celebrarlo? – El castaño quiso saber.

– Lo siento Kurt, tengo cosas que hacer.

La primera semana de ensayos fue mejor de lo que Blaine habría esperado. Estaba viviendo su sueño y que Kurt estuviera ahí no iba a estropearlo. El director estaba encantado con su trabajo y con la rapidez con la que se adaptaba a los cambios que iba proponiendo conforme avanzaban los ensayos.

Todos sus compañeros se habían enterado de que Hummel y Anderson habían estado casados. Sin embargo, no había habido ningún comportamiento extraño entre ellos. Incluso salían juntos cuando los compañeros proponían algún plan.

Sin embargo, los celos del castaño aumentaban conforme pasaban los días. Ver a su ex con un papel tan importante cuando llevaba un año menos en Nueva York era algo incómodo. Él había hecho la audición para el mismo papel que él pero parecía que los directores de casting habían considerado que el otro era mejor. Era algo que él no entendía porque como era la primera vez que se representaba no había ningún referente y él podía haberle dado un toque diferente al personaje.

Kurt se acercó a Blaine dispuesto a intentar "distraerlo". Sabía que si ocurría algo, él tendría el papel de protagonista y el sustituto se haría cargo de su papel. Si conseguía que el moreno fracasara, él triunfaría y, además, podía conseguir que volvieran juntos. Todo lo que él quería, no podía desaprovechar esa oportunidad.

Sabía que durante mucho tiempo, él mismo había sido la mayor debilidad de Anderson, pero en ese momento todo había cambiado. Sin embargo, no era complicado adivinar que en ese momento era la pequeña Violet. Él personalmente no comprendía que el moreno no pudiera hablar de otra cosa, pero eso no importaba. Lo importante era utilizar eso a su favor.

– Blaine. – Kurt lo llamó y se acercó a él. Sabía que lo estaba mirando algo incómodo pero no dijo nada. – No te había preguntado qué tal está Sam. Rachel me dijo que ya está en casa. Si necesitáis algo no dudes en pedirlo, a pesar de todo seguimos siendo amigos, ¿no?

– Sí, Sam ya está en casa y está mejor. La fisioterapia está siendo muy dura pero se ha puesto como objetivo poder ir a jugar al fútbol con Violet. – El moreno sonrió.

– ¿Al fútbol? Creo que la niña agradecería más si juega con ella a las muñecas... – El castaño murmuró algo incómodo.

– Sí, bueno, le gustan las muñecas pero Sam y Jen nunca quisieron que dejara de hacer cosas sólo porque le gustan a los chicos en vez de a las chicas. Yo seguí con lo que ellos habían empezado y estuve enseñándole varios deportes y el que más le gustó fue el fútbol. – El ojiazul fue a hablar por lo que el otro decidió seguir con su explicación. – Antes de que digas nada, fuimos a ver algunos deportes que generalmente son de chicas como la gimnasia rítmica o el patinaje. Le gusta el baile y el fútbol, así que de momento la mantenemos ocupada con eso. Es muy pequeña todavía para practicar baile y puede que en unos años prefiera el tenis, pero de momento eso es lo que le gusta y eso es lo que hace. Tampoco es muy buena, de momento está aprendiendo a golpear al balón, la fuerza y la dirección vendrá después. Aun no ha cumplido los tres años.

– No entiendo que le guste algo tan sucio y brusco. – Hummel negó con la cabeza.

– Pensé que tú de entre todas las personas entendería que hay que aceptar sus gustos sin juzgarla. – El ojimiel exclamó.

– Tienes razón... Por cierto... Ahora que Sam está mejor y que pronto se recuperará por completo... ¿Qué harás? – Kurt preguntó.

– ¿Qué haré con qué? – Anderson frunció el ceño.

– Bueno, los últimos meses de tu vida los has empleado en cuidar de Violet pero tus servicios no van a ser necesarios, por lo que me preguntaba si habías pensado en volver a salir, conocer gente... Vas a volver a ser un hombre libre.

Las palabras del castaño golpearon con más precisión de lo que él esperaba. El moreno no se había planteado esa situación. Se había acostumbrado tanto a estar con la niña que se había olvidado que él no era su padre, que sólo era el "tío Blaine". De repente, sintió como si le hubieran arrancado el corazón. No podía soportar la idea de alejarse de las dos personas más importantes de su vida, Violet y Sam. Estaba tan contento de formar con ellos esa "familia" tan especial que no se había planteado la posibilidad de que eso terminara. Eso era algo que lo asustaba.

Hummel sonrió, había conseguido su objetivo. Con suerte, esa preocupación mantendría a Anderson tan ocupado que su trabajo se vería afectado. Podía sonar egoísta, pero para él lo más importante era triunfar... Y recuperar a su ex.