Nuevas Responsabilidades (Fic-Blaine-NoKlaine)

CAPÍTULO 6: KURT

CAPÍTULO 6: KURT

Blaine y Violet volvían a estar solos tras la marcha de Cooper. Poco a poco las cosas se habían centrado y la convivencia entre ellos había mejorado. Había pasado un mes desde el accidente y Sam seguía sin mostrar ninguna mejoría. Mary había vuelto a casa hacía dos semanas, confiando en que su nieta estaría bien cuidada y que si había algún cambio en la salud de su hijo sería informada por Anderson.

Los amigos de Blaine habían mostrado ser un gran apoyo. Brittany y Tina siempre habían sido muy cercanas a la niña (ellas también se habían ganado el título de "tías") y se ofrecían a ser niñeras siempre que fuera necesario. Los demás también le habían ayudado, incluso aquellos que no tenían tanta relación con Sam.

Eso había favorecido que Anderson siguiera trabajando sin ningún cambio. Sus jefes habían sido muy comprensivos, primero dándole una semana de vacaciones tras el divorcio para encontrar el apartamento y mudarse y después entendiendo la situación que estaba viviendo y dándole diez días más libres para que se acostumbrara a cuidar de Violet.

Mientras Blaine estaba en el teatro, Tina y Mike pasaban tiempo con Violet y, cuando ellos no podían, eran Brittany y Santana. Esta última era cariñosa con la pequeña pero sobretodo era porque su novia la quería mucho.

Todos seguían en la vida de la pequeña salvo Rachel y Kurt, aunque ella no los echaba de menos. Ninguno de los dos había sido muy cercanos a Jen y Sam en Nueva York salvo porque el rubio era el mejor amigo de Anderson. Por eso a nadie le extrañaba que ninguno de los dos hubiera ofrecido su ayuda a Blaine en ese momento tan complicado.

La sorpresa de un lunes por la tarde fue encontrar a Hummel tras su puerta después de haber llamado al timbre. El castaño tenía un aspecto muy cuidado, casi más que cuando estaban juntos y todo estaba cuidadosamente conjuntado. El moreno le dejó pasar y notó como su ex arrugaba la nariz al ver el desorden que había en el salón. Por mucho que Violet y él intentaban mantener el orden, era complicado por la cantidad de juguetes que la niña tenía. Además, era imprescindible tener siempre a mano toallitas para limpiarla en caso de ser necesario.

– Siéntate. – El ojimiel señaló el sofá. – ¿Quieres algo de beber o comer?

– No, sólo quiero hablar contigo. ¿Crees que podremos? – Los ojos azules se fijaron en la pequeña a la que ni siquiera había saludado. Ella estaba acostumbrada a ese comportamiento del mayor por lo que no le daba importancia.

– Ella está dibujando... Podemos hablar de lo que quieras mientras no uses palabras prohibidas, ya sabes. – Blaine informó con naturalidad, sentándose a su lado.

– ¿Por qué la estás cuidando? Cuando Santana y Brittany vinieron a vernos a Rachel y a mí hace unos días no pude creerme lo que me estaban diciendo. Britt no paraba de hablar de Violet y lo buen padre que eres... – Kurt parecía molesto por eso.

– No soy padre... No sé si soy buen tutor, me estoy esforzando y todavía hay muchas cosas que no hago bien. Hago lo que puedo. – El moreno se sonrojó.

– No me importa si eres buen padre o tutor. Lo que me preocupa es saber qué estás haciendo con tu vida. Estás tirándola a la basura tu carrera y tu vida... Y lo que es peor, estás haciéndole daño a ella. ¿Por qué no está con sus abuelos? – El castaño quiso saber.

– Lo más importante es que Sam y Jen me eligieron a mí para ser el tutor de Violet si ocurría algo que les impidiera cuidarla. Además, tanto Mary como yo creemos que lo mejor es que siga en la ciudad para cuando despierte Sam... – El ojimiel empezó a explicar pero su ex le interrumpió.

– ¿Cuando despierte Sam? ¿En qué estás pensando? Ha pasado un mes y no hay mejoría. Sabes tan bien como yo que no va a despertar y que esta situación no es temporal... – Hummel estaba enfadado pero su discurso se vio interrumpido por alguien con quien no contaba.

– Tío Blaine... ¿El papá no va a "de'pe'tar"? – La niña preguntó con lágrimas en los ojos.

– No lo sé Cupcake. La abuela y yo te explicamos que está malito y por eso está dormido. Si se cura vendrá contigo y si no se cura se irá con mamá. – Anderson besó la frente de la niña y la sentó en su regazo.

– Blaine, debes prepararla para lo peor... – Kurt intentó razonar.

– ¿No lo entiendes? Sam no está muerto y mientras haya esperanza, no puedo decirle lo contrario. Si Sam llega a despertar, ¿cómo le explico que lo que le ha pasado a su papá no le puede pasar a su mamá? Tanto Mary como yo hemos decidido ir paso a paso, tiene que entender que Sam ahora no va a estar con ella pero que hay una posibilidad de que esté en un futuro pero que no hay ninguna opción de que Jen vuelva a estar con ella. Además, no entiendo por qué tengo que darte explicaciones si tú ya no eres mi marido. Nuestra vida sigue por separado y yo no puedo obligarte a hacer algo de la misma manera que tú no puedes obligarme a hacer o no hacer algo. No quiero que me juzgues y, si vas a estar así de negativo, prefiero que no estés cerca de Violet. Lo último que ella y yo necesitamos son tus juicios, tus caras de desagrado y tus opiniones negativas. – El moreno se mostró firme. Ya no era el joven que deseaba complacer a su pareja. Había madurado y quería lo mejor para sí mismo. Sabía que Kurt ya no era el que podía hacerlo feliz y por eso ya no estaba con él.

– Creo que Violet debería vivir con Mary para tener una vida familiar. Deja de ser egoísta y mira por el bien de la niña. ¿Vas a ser siempre padre soltero? ¿Estás dispuesto a quedarte soltero para siempre? Nadie querrá comenzar una relación contigo si tienes que encargarte de una niña... – El castaño insistía, no parecía darse cuenta de que la relación estaba terminada y él ya no tenía ningún derecho a decidir sobre la vida del otro.

– Eso es mi problema y de Mary, no tuyo. – Blaine concluyo y se levantó para mostrarle a su ex la salida. El ojiazul lo miró con enfado antes de salir de la casa.

Blaine estaba dormido cuando un peso extraño en su cama lo despertó. Abrió los ojos sabiendo que era Violet la que había subido a su cama. Había sido un día muy largo para ella. Después de la visita de Kurt, la niña había estado muy rara y apenas había cenado. No quería separarse de su "tío" durante mucho rato, como si temiera que todo lo que había dicho Hummel se hiciera realidad y no fuera a ver a su padre o a Anderson nunca más.

– Pesadilla. – La niña susurró y el moreno se dio cuenta de que había estado llorando.

– Puedes quedarte a dormir. – Blaine sonrió al comprobar que la niña se ponía feliz por eso y se acurrucaba a su lado. Él no dudó en abrazarla y besar su frente con cariño. – Te quiero Cupcake.

El mayor no intentó volver a dormir hasta que sintió que la niña ya había conseguido dormir y parecía tranquila. Él jamás perdonaría que Kurt la hubiera puesto en esa situación porque no tenía ningún derecho ni siquiera a opinar. Era su vida y Hummel ya no formaba parte de ella.

Finalmente él también se durmió, abrazado a la pequeña y esperando que el siguiente día volviera la felicidad y la tranquilidad a sus vidas, por el bien de todos, en especial de Violet.