Entre Frías Paredes.

4.

Mis sentimientos no cambiaban a pesar de los días, creo que hasta se hacían más fuertes.
Lo que más me gustaba de tí era esa facilidad que tenías para poder hablar con alguien desconocido, tu estúpida forma de ser, tus chistes, tu actitud segura de ti mismo, todo eso hacía que sonriera todos los días. Creo que por esas actitudes tuyas era que tenías a demasiadas chicas atrás de ti, entre esas mi mejor amiga, sí, ella cayó bajo tu hechizo. ¿por qué ella? Todas menos ella. Cuando me comentó que tú le agradabas no pude hacer otra cosa más que fingir una sonrisa, yo esa chica tímida, jamás me atrevería a decírte que te quería.
Como tus ojos solo le pertenecían a esa chica, tu rechazaste a las demás, al parecer estabas dispuesto a esperar que esa chica fuera libre.
Tu eras capaz de rechazar a todas por ella, y yo hacía de la misma forma. Varios chicos insistían en salir conmigo, pero yo los rechazaba, pensando que tu te molestarías, además mis ojos te pertenecían a tí, solo a tí.
Nunca me atreví a decirle a mi mejor amiga que tu me agradabas, en verdad a nadie, fue algo que yo solo guardé.
....
Cuando entramos a otro ciclo en la escuela, ya eramos inseparables, siempre contándonos todo, ayudando a los que podíamos ayudar y siempre sonriendo. Nuestros apellidos iban juntos, uno enseguida del otro, así que siempre estuvimos muy cerca.
Cuando peleabamos no durabamos mucho así, hubieron peleas fuertes, donde a veces yo tenia la culpa y a veces tú, pero a pesar de eso seguíamos juntos.
El nuevo ciclo nos esperaba con ansias, lleno de cosas inesperadas, una de ellas fue que la chica que era dueña de tus ojos al fin era libre...