II

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Al día siguiente, apenas me desperté, corrí a abrir las cortinas. Observé la mansión Lawrence desde ahí. Lo sé, psicopata. Pero no podía dejar de pensar en aquel misterioso chico. Se abrió la puerta de la mansión y salió James, muy bien vestido con un gorro sobre su pelo castaño. Creí que iba a cerrar la puerta pero esta se cerró sola. Cuando lo perdí de vista me fui a vestir y bajé a desayunar. En la sala, me encontré a mis padres hablando seriamente entre ellos.

- Madison, tenemos que hablar contigo- dice mi madre

-¿Qué pasa?

- Bueno... Verás este último tiempo hemos estado cortos de dinero por lo que tendremos que ajustarnos un poco

No era tan malo como esperaba. Para mí, el dinero nunca había sido un problema.

-No se preocupen, puedo trabajar en Wendy's para pagar la universidad. Puedo sacar la nieve de las entradas de las casas o...-

- No te preocupes cariño, sabíamos que lo entenderías- dijo mi padre dándome un beso en la frente.Sonreí y me pare.

-Tengo que irme, voy tarde

- Que no se te olvide tu guitarra- me dijo entregándomela. El me enseñó todo lo que sé, piano y guitarra.

-  Gracias- dije metiéndome un pan en la boca- ¡Al auto demonios!

Ya en la entrada del colegio me senté con Sam y Bekah.  La primera mordiéndose las uñas y dando pequeños saltitos.

- ¿Vas a ir al baño o qué?-pregunté

- No es eso, ¿Me vas a decir que tu no estas nerviosa?

- ¿Por qué lo estaría?- pregunté confundida

- ¡Tenemos la presentación hoy día!- me gritó

Rayos, se me había olvidado, como yo estaba en la banda del colegio como guitarra eléctrica y mi amiga Sam como cantante, estábamos obligadas a hacer una presentación cada año. No es que me molestara pues había practicado mucho.

-  Bueno pues ahora estoy nerviosa- bromee, al ver que su cara se ponía verde, me puse seria- No te preocupes, hemos practicado mucho, nos irá más que bien, ¿Verdad Bekah?

-  Mmm

La miré y ella estaba absorta en sus pensamientos, observando algo. Seguí su mirada y llego a nada más ni nada menos que Colin Williams, muy apuesto con su chaqueta del equipo y su pelo castaño desordenado.

- ¿No era que teníamos que alejarnos de ese tipo de chico?

-  ¿Qué? Ah, no estaba mirando...

- Si claro y yo no estaba mirando tu prueba de matemática el otro día

-  ¡Maddie! Dijiste que ya no lo harías- me dijo enojada

- No me hiciste prometer por la garrita- dije encogiéndome de hombros

- Estúpida

Me reí y observé a los demás estudiantes llegar en sus distintos tipos de auto. A lado de nosotras se estacionó un flamante Ferrari rojo. Se abrió la puerta del copiloto y salió Michael.

-  ¡Michael! ¿Pero qué...?- mi pregunta se vio interrumpida por la otra puerta abriéndose. James, con una mirada tímida, cerraba el auto.

- Me encontré a James camino al colegio y se ofreció a llevarme- explicó Michael.

- Muy amable de su parte- dijo Sam

Sonó el timbre, por lo que tuvimos que entrar, James aprovechó la oportunidad para escabullirse. ¿De qué? me pregunté, sabía que Michael de repente olía mal pero en general éramos buenas personas. De todos modos, entré y me fui a clases.

POWERLESS©Onde as histórias ganham vida. Descobre agora