Capitulo 16 "No es un comienzo..."

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No es un misterio, nosotros no lo somos, nunca lo fuimos o lo seremos, no después de esto. 

Ross.

Sus dedos se entrelazaron con los de ella mientras dejaba un beso en el hueco entre su cuello, pero no se movió, se quedo ahí absorbiendo el embriagante olor emanaba ella de su cuerpo, tan excitante pero mas que eso como un deleite, como esa fragancia que jamas te cansarías de oler porque es simplemente adictiva y no quisiera cambiar eso por nada.

Volvió a besarla en la boca y luego de unos segundos un gemido ronco se desliza por su garganta, es tan ligero que apenas pudo escucharlo, pero eso tan solo lo hizo mas satisfactorio y sabe perfectamente que es porque su mano irrumpió  en su pantalón sin previo aviso, pero se freno abruptamente, y la retiro. 

Desea hacer todo mas lento, cada cosa a su tiempo, aprovechar y disfrutar de ese momento si es que realmente será verdaderamente el último para ellos dos.  

Se alejo un poco para mirarla, encontrándose con sus ojos cerrados, la boca entreabierta, labios rojos e hinchados, y no puede recordar haber visto algo mas excitante antes.

Su cuerpo se sentía caliente, era algo que iba mas allá de una simple sensación, era lo que le provocaba tener su cuerpo tan cerca del de ella y a la vez tan lejos. La manera en que sus dedos se entrelazaban, como ella retorcía su cuerpo por el placer, era algo que iba mas allá de los limites y es tan fascinante como intrigante.

Ella movía su mano acariciando su pecho y su abdomen, deshaciéndose en suaves caricias hasta que llego al principio de su pantalón, jugo unos segundos con los botones de una manera que la hacia lucir realmente inocente, demasiado para ser algo real. Sus dientes dejaban marca en su labio mientras liberaba los botones, una sonrisa apareciendo en su rostro mientras lo miraba a los ojos, mientras recorría el camino de vuelta, su mano finalmente posicionada en su cuello, lista para acercarse y besarlo. Sus lenguas chocaban entre si pero no se unían totalmente, era como un juego, divertido y excitante para ambos.

Sus manos se soltaron pero no deja de besarla mientras la atraía hacia si para sentir el toque de sus cuerpos. Sus manos le recorrían a ella la espalda con lentitud, luego la cintura hasta que finalmente sus manos se detuvieron en sus muslos, los apretó levemente, pero el sonido que broto por los labios de ella le informo que le hizo sentir mas de lo que esperaba, entonces una sonrisa apareció en medio del beso.  

Fue ella quien termino el beso pero no se alejo, en cambio apoyo la cabeza en su hombro de manera que fácilmente podía sentir sus pezones rozándole el pecho, llevándose la poca cordura que le quedaba. Sus manos la tomaron con un poco mas de rudeza por el culo y la levanto lo suficiente como para poder meter unos de los senos a su boca, ella gemía mientras se aferraba a sus hombros, su espalda se encorvada y la cabeza echada hacia atrás, y eso apenas era el comienzo.

Sus manos buscaban con desesperación el principio del pantalón para empezar a bajarlo, ella sonreía a la vez se iba alejando pausadamente gozándose el momento. Relamió sus labios labios con sutileza sin dejar de mirarlo, para luego empezar a bajarse el pantalón. No dejo de mirarla ni un solo segundo porque tenerla ahí en frente, haciendo eso, era sencillamente magnifico, estupendo, correcto, la imagen de ella medio desnuda frente era algo que quería conservar para siempre en su memoria. 

El pantalón cae fuera de la cama pero ella no se mueve de donde esta.

"Quiero esto" susurro ella en tono bajo pero seguro luego de unos segundos de silencio, un silencio que no era mas que solo vocal, porque al mirarse se decían lo suficiente, y ambos querían y anhelaban eso. Trago saliva duramente y obligo a su cuerpo a moverse hasta donde ella se encontraba "Quítate el pantalón" le pidió ella con voz tímida, obedeció sin problema, cualquiera con esa mujer enfrente lo hubiera hecho, entonces ella sonrió ampliamente y se deshizo del espacio entre ellos. Lo sujeto por los hombros de rodillas en la cama mientras comenzaba a darle besos en el cuello, sus labios le rozaban la piel apenas, le palbaba los brazos al mismo tiempo que los besos descedian por su pecho y sentía que se derretía, nunca una mujer lo había hecho desear por mas, bastante mas, bajo un poco mas, besando y mordiendo, lamiendo y chupando hasta llegar a su abdomen. La miraba atento de cada movimiento, pero no la tocaba, solo se dejaba hacer y ella parecía disfrutarlo un montón. 

La vio morderse el labio mientras sostenía el elástico de su bóxer y lo miro como esperando por aprobación, asintió inmediatamente, tan impaciente por lo que sigue, ella lo bajo de manera que su pene salio disparado, tomándolos a los dos por sorpresa, como si lo hubieran liberado su cuerpo se relaja, ella volcó nuevamente su mirada hacia él solo que esta vez se esta sonriendo, mostrando sus perfectos dientes blancos, exponiendo esa sonrisa provocadora, se miraron por unos cortos segundos a los ojos antes de inclinarse para agarrarla por la cintura y atraerla a si, sus cuerpos chocaron bruscamente pero ninguno le dio importancia merecida, solo se besaron mientras exploraban el cuerpo del otro. Ella arqueo la espalda cuando empezó a explorar aquel lugar bajo las bragas de encaje, un sonido ronco escapo de su boca en el momento en que sintió como ella agarraba su pene y lo apretaba, su cuerpo estallando en gemidos roncos mientras ella movía su mano de arriba a abajo sin contemplación alguna, volviendo loco de una manera que se sentía demasiado bien.

Ella se freno un segundo para volver mirarlo, perdió la cuenta de cuantas veces lo hizo, pero en ningún momento se quejo, no cuando sabía perfectamente que ese era uno de los momento mas íntimos que compartirían ahí. Sonreía enormemente en el momento en que ella se dio cuenta de eso "sí, había roto sus bragas"

Ella esbozo una medía sonrisa, pero lucia totalmente satisfecha, sin dejar de mirarse, con ella poniendo sus rodillas a cada lado de su cuerpo y tras haber escondido la cabeza en su cuello se entierra de una vez en ella, un suspiro mitad gemido resonó en su oreja provocando una sensación nueva instalarse en su cuerpo, es tan agradable como molesta, pero la dejo pasar para concentrarse mas en como ella había empezado a moverse sobre su pene y gemir en su oreja, la satisfacción se arraigándose en su cuerpo sin piedad alguna, haciéndolo moverse al ritmo que ella marcaba, ni muy rápido ni muy despacio, es el ritmo indicado, uno que ambos disfrutan entre gemido y gemido...

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Soy horrible con esta clase de escenas y mas si son tan narradas...  


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