Capítulo 29

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Alejarme había sido lo mejor, o al menos lo era en ese momento, a lo mejor, dentro de unos años volvería a Mystic Falls pero sería dentro de mucho tiempo, cuando Hope supiera la verdad de porque la separé de todo lo que tenía que ver con su padre, y eso implicaba a sus tíos, a mis hermanos y posiblemente a toda Virginia.

Hace poco Hope y yo nos habíamos mudado a la casa perfecta, era grande, de piedra, y tenía lo necesario para que mi niña creciera feliz, aunque la casa no venía con padre incluido por lo que Hope no tendría todo lo necesario para ser feliz, pero nos teníamos la una a la otra y creo que eso era lo necesario.

Aquella mañana me levanté por el llanto de Hope y miré la hora, las 2:20 am, me tape y susurre algo de lo que me arrepentí.

-Nik hoy te toca a tí.-Dije pero Nik no estaba ahí, en su lugar estaba mi niñita roja por el llanto que pataleba sin parar esperando que la cogiera para darle de comer, me froté los ojos y la alzé, al segundo se calló.-Serás bruja.-Dije bostezando, vamos a por un biberón.-Me levanto con ella en brazos y le huelo el pañal, luego frunzo la nariz.-Y a cambiar ese pañal.-Digo riendo un poco, la pongo en el cambiador y le quito el body, le pongo un pañal limpio y luego la visto con una camisetita negra, unos pantalones de chandal negros y unas adidas blancas con franjas negras, yo me visto igual, eso es lo que más amo, vestir a mi hija igual que a mí. Bajo las escaleras y siento a Hope en la trona mientras preparo un biberón, lo meto en el microondas y espero a que se caliente, mi nena está jugando con sus manos y un oso de peluche y está tan entretenida que le saco una foto. Sonrío al verla, es tan parecida a Nik. Una lágrima resbala por mi mejilla así que me la quito rápidamente, miro el microondas que ya está apagado, saco el biberón y después de ponerle a Hope un babero le empiezo a dar la leche no sin antes comprobar que no esté muy caliente,cuando termina le pego unas palmaditas en la espalda y cuando acabo de sacarle los gases le quito el babero y preparo una bolsa, hoy voy a ir al centro comercial, cuando termino de preparar la bolsa de Hope y mi bolso cojo su carrito y la meto dentro de él.

Salgo a la calle después de haberme hecho una coleta alta y camino en busca del centro comercial más cercano, en Florida hace mucho calor, tanto que me quito la chaqueta que llevo y le hago lo mismo a Hope, si no se va a convertir en una mini estufa, camino mientras empujo el carrito cuando siento como mi móvil vibra, el número de Elena aparece en la pantalla, tiro el teléfono al suelo no sin antes coger la tarjeta multimedia donde guardo todas las fotos y vídeos y piso el móvil varias veces.

-Wow chica eso sí que es estar cabreada.-Dice una voz masculina a mis espaldas, me giro y me encuentro con un chico pelirrojo de ojos azules, tatuado de pies a cabeza y con un piercing negro en la parte derecha del labio inferior.-Por cierto soy Dereck.-Dice él alzando una mano de sus vaqueros rotos, entrecierro los ojos.

-Zoe.-Digo girándome, pero él me sigue.

-Bonito nombre, y esta preciosura.-Dice poniéndole una cara tonta a mi bebé, ella chilla y aplaude.

-Ella es Hope, y parece que le caes bien.-Digo riendo un poco al ver como mi niña está mirando al chico tatuado de mi lado.

-Bueno, en ese caso, vamos.-Dice cogiendo el carrito y caminando, frunzo el ceño pero no dejo de caminar a su lado.

-No te ofendas pero sinceramente no te conozco y no me hace mucha gracia que estés empujando el carrito donde va mi hija.-Digo poniendo el freno de este haciendo que Hope pegue un rebote y ría y el chico me mire.

-Bueno, en ese caso, soy Dereck Jones, tengo 162 años y como ambos sabemos soy un vampiro, siempre he vivido en Florida y puedo salir al sol gracias a un pequeño hechizo de una bruja que conocí en 1899, me encanta tatuarme y odio las estacas.-Dice estrechando mi mano.- Y no es por ofender pero yo tampoco te conozco.-Dice él guiñándome un ojo.

-Bueno, soy Zoe Salvatore tengo 160 años, viví en Virginia y en California y ahora me mudé aquí con mi hija, iba a ir al centro comercial cuando un vampiro se cruzó en mi camino y me arrebató el carrito de mi niña.-Digo rodando los ojos, él sonríe.

-Bien, ahora que nos conocemos ya podemos ir los tres al centro comercial.-Dice quitando el freno del carrito y volviéndolo a empujar.-¿Hace mucho que vives aquí?-Pregunta mirándome un segundo.

-No, me mudé hace tres semanas.-Digo sonriéndole a Hope, ella me imita aunque sin dientes.

-¿Puedo preguntar el por qué o será más adelante cuando cojamos confianza?-Pregunta el pelirrojo sonriendo a mi niña.

-Creo que más adelante.-Digo y veo a lo lejos un centro comercial.-¿Quieres acompañarnos?Luego si te apetece podemos tomar un helado.-Digo sonriéndole, Dereck asiente entusiasmado mientras entramos al centro comercial.

-Bien, ¿a qué tienda vamos antes?-Pregunta él, miro una de apple.

-Necesito un móvil nuevo.-Digo y el chico tatuado me sigue empujando el carrito. Cuando salimos ya tengo en mi poder el Iphone, sonrío, nunca he tenido uno y me gusta como es.

-Tengo una sugerencia.-Habla Dereck, yo soy ahora la que empuja el carrito.-¿Vamos a comprar ropa para Hope?-Pregunta entusiasmado, yo asiento riendo.-Sé que me emociono mucho con una cosa tan insignificante pero siempre quise una hija y ahora que os he conocido y que veo lo asombrosa que es Hope no puedo separarme de ella.-Dice y le miro.-Aunque nos hayamos conocido hace como.-Se mira el reloj y sonríe de lado.- Media hora.-Ríe por su comentario y yo le acompaño.

-Pues vamos a comprar esa ropa.-Digo sonriendo, él me mira.

-¿Puedo elegirla yo?-Pregunta y yo asiento.

Salimos de la tienda para bebés y Dereck lleva como diez bolsas con ropa para Hope, la verdad es que los conjuntos que el vampiro a elegido son muy monos y creo que mi niña va a ser como él en un futuro cosa que veo probable.

-¿Te apetece un helado?-Pregunto mirando como Hope se ha quedado dormida.

-Nunca me ha apetecido tanto.-Dice él y sonriendo a mi lado.

𝐋𝐀 𝐓𝐄𝐑𝐂𝐄𝐑𝐀 𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐓𝐎𝐑𝐄Where stories live. Discover now