EPÍLOGO

814 31 4
                                    

Ese domingo me levanté después de dormir un par de horas y me di una ducha. Me puse mi único traje. Lo había llevado al internado para el baile de fin de curso.

La escuela había alquilado autobuses para llevar a los alumnos al funeral, el cual tendría lugar en el pueblo donde creció Kathy. Pero Tyler, Cloe y yo decidimos ir en nuestro coche para tomar carreteras secundarias y no pasar por el lugar del accidente.
Llegamos finalmente a la iglesia.
Nos condujeron a una habitación grande con filas de sillas plegables. Vi a una mujer arrodillada delante del ataúd, pero este estaba cerrado. Nunca volvería a verla. No podría besar su frente. Necesitaba hacerlo y le pregunté:
- ¿Por qué está cerrado?
La mujer se dio la vuelta y caminó hacia mi.
- Su padre. Su padre tuvo un ataúd abierto y Kathy me dijo: No dejes que me vean muerta, mamá. Por eso está cerrado. De todos modos, hijo, ella no está ahí. Está con Dios.
Pero entonces me acordé de algo. Kathy antes de irse dijo que se había olvidado de algo. Quizá su madre supiera algo.
- Kathy dijo, el día que murió, que se le había olvidado algo. ¿Tú sabes a qué se pudo referir?
- Cada año ella dejaba flores en la tumba de su padre. Y ahora los dos han muerto el mismo día.
Así que de eso se trataba, se sentía culpable por haberse olvidado y por eso salió corriendo. Ella siempre decía que no paraba de cagarla y quizá esta vez fue la gota que colmó el vaso.
Puso las manos sobre mis hombros. Me deshice de su abrazo y pasé junto a Tyler y Cloe para llegar al ataúd. Me arrodillé delante y coloqué las manos sobre la madera. Sentí las manos de Tyler sobre mis hombros y una lágrima se deslizó en mi cabeza. Por unos instantes estuvimos solo los cuatro ya que los autobuses aún no habían llegado. Cuatro cuerpo y tres personas, los cuatro sabíamos lo que había sucedido. Había demasiadas capas entre nosotros, estábamos demasiado alejados.
Tyler dijo:
- Yo solo quiero salvarla.
- Tyler, se ha ido.
Contestó Cloe.
- Pensé que la vería mirándonos, pero estás en lo cierto. Simplemente se ha ido.
Añadió Tyler.
Ya no aguantaba más y dije:
- ¡Oh, Dios! Kathy, te amo. Te amo...
Cloe me susurró:
- Lo siento tanto, John. Sé que la querías.
- No, no en pasado.
Ya ni siquiera era una persona, solo carne pudriéndose, pero yo amaba su tiempo presente. Cloe se arrodilló junto a mi, acercó sus labios al ataúd y susurró:
- Lo siento Kathy. Te merecías una amiga mejor.
Si pudiera ir donde estás y abrazarte, créeme que lo haría. Pero nada dura para siempre, y nosotros no íbamos a ser la excepción.

FIN

Take Me AwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora