R.9

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~~Un mes después y yo seguía tan apenado, ¿Quién imaginaria que después de todo él lo conseguiría?~~


Hoy era uno de esos días en los que la nostalgia vendría y me atacaría sin piedad alguna. A pesar de que con Vic todo estaba bien, aún así llegaba este punto de extrañar mi vida como estaba...

Sigo extrañando como loco a mi padre.

Nunca habíamos estado lejos durante tanto tiempo y aunque sé que esto es por su culpa, no evita que lo siga queriendo y  necesitando.

También he extrañado mi libertad de cierta manera, esas tardes en las que me reunía por largos ratos con Tony o en los que salía a caminar solo durante horas.

Anhelo una extensa platica con mi mejor amigo. Quisiera poder contarle a Tony todo este giro inesperado en mi vida.

Me duele que mi relación con Vic me lleve a estar lejos de los que quiero.

Un suspiro entrecortado escapo de mis labios. Viendo por la ventana, como de costumbre. Había pasado media hora desde que Vic se fue a la empresa de su padre y no llegaría en ocho más.

Quería ver a Tony tan mal: quería salir.

Consideré la idea de escaparme ya un par de veces antes, pero mi cobardía siempre había ganado ante cualquier imagen fantasiosa de mi, yendo hacia cualquier sitio fuera de esta casa.

Debo aceptar que, precisamente hoy, cada vez se hacia más tentadora esa idea. 

¿Qué haría si lo logró? ¿Cómo llegaría siquiera a la casa de Tony desde aquí, y sin ningún medio de transporte? ¿Si quiera tendría el tiempo suficiente para volver antes que Vic?

A la mierda todo, voy a salir.

Sin más rodeos, caminé silenciosamente por el lugar, asegurándome de que nadie se diera cuenta de que no estoy.


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Después de lo que pareció una eternidad, lo había logrado tan bien, que por poco y no me lo creo.

Conseguí un aventón con una amable mujer de edad avanzada, y me dejó cerca de la casa de mi amigo. Por un momento consideré que mi destino fuese la casa de mi padre, pero eso era mucho más retirado y justo ahora el tiempo es oro.

Arreglando un poco mi ropa y también mi cabello, di un fuerte suspiro antes de tocar la puerta frente a mi. Pasaron por lo menos unos ¿qué? ¿cinco segundos? para que alguien abriese.

Justo como lo recordaba.

— ¡Kellin! —. Gritó y se abalanzo sobre mi para darme un fuerte y reconfortante abrazo.

— Tortuguita —. Saludé, apretándolo con la misma fuerza y cariño en que él lo hacía.

— ¡Te he extrañado demasiado! ¡¿Donde mierda has estado, idiota?! —. Me riñó una vez nos alejamos. Yo me reí un poco por su tierna preocupación y el me dio un golpe en la cabeza.

— ¡Hey! tranquilo, he estado bien... Pero tengo muchas cosas que contarte.

— Pero claro que tienes qué. Entra —. Volvió dentro y yo lo seguí de cerca


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Finalicé  mi relato y observé detenidamente la reacción de mi amigo, era algo indescifrable a decir verdad, pero de nuevo, si los roles se invirtieran, yo tampoco sabría como reaccionar.

— Tienes que acabar con eso inmediatamente— Soltó después de un prolongado silencio.

— ¿Qué? ¡no! — Dije a la defensiva.

Por supuesto que no lo haría.

— Sé que no fue un muy buen encuentro el que tuve desde un principio con Vic, pero de alguna manera lo amo y no quiero, ni planeo, separarme de él.

— Pe-, p-pero kells, él te tiene como un prisionero ¡Un jodido prisionero! Y si. Lo entiendo. Eso de tú amándolo y él no siendo indiferente a ello, pero no es sano. Estar encerrado todo el tiempo mientras él es un paranoico con miedo de que otros hombres te quieran "quitar" de él, cosa que, si mal no recuerdo, la última vez que vi, tú no eras un objeto y mucho menos tenías "dueño". Debes dejarlo — Finalizó su frenético y poco entendible regaño, molestándose en dejar bien remarcadas las ultimas comillas con sus dedos.

La parte racional en mi sabia que Tony tenia razón, pero mi parte idiota enamorado me decía que Vic, no era, ni podía ser malo para mi.

Predominaba el hecho de no quererme alejar de él.

— Hablaré con él, Tony. Entiendo lo que me dices y te agradezco por preocuparte, pero yo no me quiero alejar de Vic, simplemente lo haré entender sobre mis necesidades y eso. Ahora tengo que irme, salí hace ya mucho tiempo y aun tengo que conseguir un medio para llegar a casa.

Me levanté de mi lugar, ignorando la mirada de desaprobación que me lanzo, y me dirigí hacia la salida con Tony pisándome los talones.

— Cuídate mucho Kells, prométeme que estarás bien — Habló, ya estando en la puerta.

— Lo estaré, lo prometo, no te preocupes. Tú también cuídate mucho. Volveré a visitarte una vez que todo se solucione con Vic.

Estando con un pie fuera, me giré y envolví mis brazos alrededor de mi amigo, apretándolo y tratando de que quedara grabado un poco de su calidez para el tiempo en que me tardaré en volver.

— Kellin.

Mierda.

Mi cuerpo se puso rígido ante el sonido de su voz. Alejándome de Tony, me volví para encararlo.

— V-Vic — Mi voz saliendo vacilante.

— Sube al auto, ahora — Ordenó, resaltando la palabra "Ahora" mientras observaba con recelo a Tony.

— Nos vemos después, Tony — Susurré, volviéndolo a abrazar, con Vic instándome a mis espaldas.

— Esperó vuelvas pronto — Dijo con toda la intensión de que Vic lo oyera.

Yo solo asentí en respuesta y después seguí camino hacía el auto.

Vic abrió la puerta por mi y yo me adentré para que seguido él también lo hiciera.

— ¿Qué-...

— Quiero que me digas por qué saliste y lo más importante, ¿por qué abrazabas tan cariñoso al que se supone era novio de mi hermano? — Escuché su voz autoritaria y por alguna razón me sentí atemorizado. Todo en él era diferente, descartando cualquier rastro de amabilidad que hubiese tenido conmigo por la mañana.

— Primero, él es mi mejor amigo y lo quiero demasiado. segundo; sólo quise salir, no es sano para mi estar encerrado todo el jodido día, aburrido y sin tu compañía. — Mi voz con valentía era una completa mentira. Está situación no se siente bien...

— Sabes muy bien el por qué no quiero que salgas.

— lo sé, y no lo entiendo... yo solo pido que confíes en mi y dejes esos celos e inseguridades de mierda.

— No quiero que te vayas de mi lad---

— Y no lo haré, ¿podrías creerme por primera maldita vez? — Lo interrumpí y medio alce la voz totalmente frustrado en este momento.

Ahora las palabras de Tony resaltaban en mis pensamientos.

— Cierra la maldita boca, esto lo hablaremos en casa... Pero que te quede bien claro, kellin. Yo cuido lo que es mío — Finalizó, haciéndome estremecer.

Nunca me había hablado así.

Comenzaba a asustarme...

El Peso Del Alma. [Kellic]Where stories live. Discover now