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¿Por qué no hice nada cuando me trataba como alguien sin una opinión?

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— Vic, ¿Cuando podré volver a la preparatoria? He perdido una semana entera de clases —. Dije, llamando su atención de lo que estaba haciendo.

— No lo harás. Al menos no por ahora —. Respondió como si no fuera algo importante.

— ¿Por qué? —. Pregunté frunciendo el ceño. ¿En qué mundo la escuela no es importante? Digo, no es como que la amé, pero es lo único que tengo para garantizarme un futuro.

— Porque ahora eres mío, y yo veré cuando puedes salir de aquí —. Dijo firmemente, sorprendiéndome por lo serias que sonaron sus palabras.

Quise protestar, pero él actuó mas rápido y me beso. Sus labios eran algo a lo que no me podía negar. Desde la ultima vez, todo lo que habíamos hecho era besarnos, no podía evitarlo, era como si sus labios estuviesen hechos a la medida con los míos.

¿Cómo es que me hace perder la cordura de una forma tan malditamente mal?

— Entonces, ¿no tengo permitido salir? —. Hablé, apartándome del beso, con gran fuerza de voluntad. 

— Exacto. Tú sólo serás para mi, ¿entiendes? Yo te quiero y no dejaré que alguien más te vea o te toque, sólo yo puedo hacerlo —. De nuevo, siendo realmente serio al hablar.

— ¿Ni siquiera puedo visitar a mi padre? —. Pregunté, con tono evidente de tristeza, ¿está permitido que él haga eso? nunca he tenido un novio o algo parecido, entonces... ¿cómo puedo saber la forma en que las cosas funcionan?

— No, bebé. No puedes... yo seré al único hombre que verás en un largo tiempo.

— ¡Pero es mi padre! —. Exclamé con desespero. 

— Kells, ya habíamos hablado de eso. Entiéndeme, amor... si tú vas con él, me querrás dejar a mi—. Dijo, y al contrario de antes, esta vez se mostró como algo parecido a lo vulnerable. 

Y no dije nada. ¿Qué debería hacer?

— No quiero perderte —. Susurró tiempo después, bajando ligeramente la mirada. Sentí encoger mi corazón, no puedo ver tal imagen en él, esto se volvió algo doloroso, y si el hecho de preguntar por mi padre lo pondrá de esa manera, entonces no lo haré más

— Yo tampoco quiero perderte, Vic —. Suspiré, rindiéndome fácilmente.

No dejaré que un recuerdo doloroso se encargue de arruinar un nuevo comienzo, este día le pondré fin, no más preguntas, no más tristeza.

Hoy estoy renunciando a mi padre y le estoy dando mi corazón a Vic.

El Peso Del Alma. [Kellic]Where stories live. Discover now