Parte 12

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Narra Bill. :

-Quédate detrás mío, Bill, y por nada del mundo huyas-

Me dijo con cierto nerviosismo en la voz pero con sólo aquellas palabras no logro tranquilizarme completamente, sentía cómo el terror y el pánico se apoderaba de cada centímetro de mi cuerpo.

-Tom Joder, se acercan, ¡Haz algo!-

Le aviso desesperadamente, con un nudo en mi garganta cuando noté que él no reaccionaba frente a la situación.

-Tom joder, vámonos de aquí-

Le hablé con preocupación nuevamente insistiendole y jaloneandole el brazo, pero él estaba estático, no sé que era lo que estaba planeando hacer en éstos momentos tan críticos. Pensé en huir, como quizás en un modo de defenderme porque Tom seguía sin reaccionar, estaba mirando a ésas personas que quizá estaban muertas o tenían alguna extraña o rara enfermedad, por lo que a la vez tenían la mirada perdida.

-TOOM-
Le grité desesperadamente, pero él automáticamente me empujo y caí al suelo golpeando mi trasero que impactó contra el piso. En éso me doy cuenta que Tom saca un cuchillo de no sé donde, y espera el momento preciso.

No sé que pretende ahora, pero no quiero ésto, no quiero perderlo. Sentí como mi rostro se humedecía a causa de las lágrimas que brotaban de mis ojos sin pretender detenerse. Tom le tomó del cuello a uno de ésos seres, con ambas manos y de un rápido movimiento a la vez le apuñaló en el corazón, pero ése tipo seguía vivo. No podía creer lo que sucedía, todo ésto era nuevo para mí y temía perder a Tom, no me imaginaba la vida sin él.
Cuando volteó noto que habían más de éstas personas y una atacó al chico que estaba allí. Vi cómo gritaba y se desangraba, me tapé los oídos pero la imagen me dejó completamente en shock y helado, ya que también, en ése momento, noté que sádicamente ése extraño ser le había quitado un trozo de carne del brazo con sus dientes. Estaba impactado. La sangre se esparcía, salpicaba hacia todos lados, el chico temblaba y gritaba dolorosamente cuando no sé en que momento, otro más lo atacó por el cuello, haciéndolo gritar más de la cuenta.

Me tape la cara en cuanto lo agarran a Tom los dos infectados, lo están acorralando, está en problemas y no sé que hacer al respecto.
Grito su nombre nuevamente, estaba asustado de todo ésto y no sabía qué hacer frente a tantos que se nos acercaban a paso lento y torpe.

Pero en éso oigo dos disparos y una voz a lo lejos diciendo que corramos. Tom se safó y yo tomé fuerzas no se de donde y me levanté para así jalar a Tom del brazo.
Tenía el rostro manchado de sangre y aún no reaccionaba ante todo.
La primera opción fue correr jaloneando del brazo a mi hermano hacia un lugar seguro mientras el hombre estaba disparando hacia las cabezas de ésas personas ya muertas y con aroma nauseabundo. Al fin nos pudimos safar de ellos pero se nos estaba olvidando los bolsos.

-Oh.. No, joder..nuestra comida... -

Lo primero que hago es dejar a Tom y correr en dirección hacia allí que quedaba a poca distancia, pero me tropiezo en la arena, mis pies tiemblan de sobremanera a causa del miedo de que ésas criaturas quieran comerme vivo. Un frío helado me recorrió el cuerpo cuando sentí una de ésas cosas acercarse a mí pero fui más rápido y me levanté, comencé a correr esquivándolos a los que salían no se de dónde, con las piernas temblorosas. Tomé el bolso pero no tenía demasiada fuerza así que lo arrastré logrando llevarlo de ésa manera. En éso siento unas manos sobre las mías lo primero que pienso es en pegarle pero en cuanto volteo veo su rostro pálido.

-Tom..-

Le dije con cierta expresión de preocupación, le acaricié la mejilla y posé mis labios sobre los suyos.
Al separarme de su boca pude ver sus ojos, tomé sus manos para sentirle más cerca de mí y lograr al menos animarlo. En éste momento siento que somos sólo dos en el mundo, que él es mi vida y que daría la mía si todo se complicara.

......

Habíamos caminado sin parar y ya no se veía absolutamente nada. Todo estaba desierto como si fuese una isla totalmente deshabitada.

No sé la hora que era pero habíamos decidido tomar un descanso, al fin de cuentas estabamos exhaustos.
Las horas habían pasado y necesitabamos quedarnos en alguna parte porque anochecia de a poco.

Tom no me hablaba desde que llegamos y es entendible que después de lo que pasó, la gente no suele ser la misma.

Habíamos encontrado una de tantas cabañas, la noche estaba haciéndose presente al paso del tiempo. Acomodé el bolso detrás de la puerta y una silla para obstaculizar el paso. Revisamos todo y nos acomodamos en la cama después de comer algo de las latas que teníamos en el bolso.
Bostecé y mis ojos se cerraron, sentía el cansancio apoderarse de mí. Estoy entre sus brazos, lo que más me tranquiliza es tenerlo a mi lado, pase lo que pase, estaremos juntos y nada lo podría impedir. Siento que será una buena noche, y pretendo dormir hasta que ambos despertemos con la luz de la claridad al comenzar la mañana.

Sin DestinoWhere stories live. Discover now