Capitulo 5

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El recorrido hacia la mansión Zoe fue más corto de lo esperado gracias al equipo tridimensional. Hanji disfruto ver las cosas desde otra perspectiva, mientras que a los pequeñitos no les fue tan bien en especial Sasha y Connie que por estar hartando tanto casi vomitan a los demás dentro de la canasta.

-Bienvenido a mi humilde hogar-dijo alegre mientras se bajaba de los brazos del rubio.

-si usted lo dice- respondió caminando detrás de ella y entrando a la "humilde casa" no le impresiono tanto por que vivía en un gran castillo, lleno de sirvientes y guardias y con el doble de habitaciones, en fin, lo llevo hacia el antiguo consultorio de su padre.

-siéntase cómodo, iré a buscar las toallas-dijo saliendo de la habitación dejándolo solo, se quitó la capa que cargaba y la camisa que componía sus prendas de vestir oficiales quedando solo en un suéter blanco manga corto.

-Hanji, porque dejaste entrar a este desconocido a la casa, no sabemos si es un ladrón o un roba chicas-comento Ymir desconfiada.

-No lo creo, viste ropa similar al de un guardia del palacio y si es algún impostor, bueno, tendré que usar el cetro de papá que también es espada-dijo saliendo del cuarto de lavado cargando las toallas. Cuando llego a la oficina de su padre quedo boquiabierta cuando vio a Erwin, el suéter blanco mojado remarcaba su amplia espalda bien formada a igual que sus brazos musculosos, "Pero que cuerpazo" Pensó, él no se había enterado de que Hanji había llegado porque estaba mirando y tocando las herramientas médicas que tenía enfrente

-La curiosidad mato al gato- el casi tumba la bandeja con las herramientas por el susto que se llevó, ella no paraba de reírse

-Discúlpeme, la curiosidad me gano- sentándose y riendo apenado

-No se preocupe, el dueño no los usara más nunca-dijo algo triste entregándole las toallas-ahora dígame ¿cómo se hizo esa herida en la mejilla?-pregunto sacando unos algodones y alcohol de un cajón del escritorio-

-Con una bala, un ladrón me estaba persiguiendo y disparo.... ¡ay! que me está haciendo-dijo alejando la mano de la castaña.

-Tengo que limpiar la herida duh...y ¿porque lo perseguía un ladrón?-

-Porque quería esto-sacando del bolsillo los diamantes y rubíes

-¡Oh, son hermosos!-dijo la castaña admirada-de ¿dónde los saco?-

-Pertenecen al comerciante que el ladrón y su banda atacaron, cuando salga de aquí tengo devolvérselos y regresar al palacio-.

-Por su vestimenta diría que usted es un capitán-comento colocándole una vendita encima del corte ya desinfectado.

- Por supuesto que no, yo soy el princiiipiante, si principiante en la guardia del rey-afirmo levantándose algo nervioso, casi se delata así mismo-ahora que recuerdo, mi fiel corcel lo deje abandonado en el bosque, si no le molesta ¿Podría prestarme un caballo? ¿Por favor?-dijo con una sonrisa apenado-se lo devolveré pronto-.

-Claro no hay problema, lo dejare para que termine de vestirse, el caballo lo llevare a la entrada-

Hanji salió apurada de la habitación hacia las caballerizas. Erwin sentía mariposas en el estómago desde que la conoció, no sabía porque "será que me eh enamorado, pero si es la primera vez que la veo, aunque papá me dice que los Smith les da esa sensación cuando encontramos a nuestra pareja perfecta, si mas no recuerdo así le paso con mamá".

Y con ese pensamiento muy presente salió de la habitación, se fue por el pasillo que creía llevaba a la puerta principal, quedo complacido de ver tanto orden y limpieza de la casa pero no vio a ningún sirviente cosa extraña en una mansión de ese tamaño, en eso una puerta se abrió, se detuvo para ver quién era y lo que salió fue una gata crema peluda con un lazo en la cabeza, cuando la felina vio a Erwin en el pasillo se acercó con pasos coquetos, contoneando la cola y maullado para pegarse a sus piernas ronroneando, pero él solo la empujo bruscamente con el pie

La HanjicientaWhere stories live. Discover now