THE PRINCE OF CHOSON ❤
Me coloqué de puntas para poder alcanzar aquel cuadro del estante caoba y cuando por fin lo logré quede encantada ante su belleza, su diseño era hermoso, tan hermoso como el hombre de aquella foto.
— Eh al parecer encontraste tu regalo. —Anunció Jihyo al verme encantada con el cuadro.
— Definitivamente ¿De que época es? — Pregunté sin dejar de mirar aquel artilugio. —El marco es precioso.
— Claro y la foto más, ya desearía que Jong Woon tuviera ese rostro.
— ¿Acaso hablan del más maravilloso príncipe de Corea?
Jihyo rió ante el tonto anuncio de su novio quién llegaba a nuestro lado después de atender a uno de sus clientes.
— Eh cariño, príncipe el de la foto. —Jihyo lo abrazó y esté hizo un puchero. — En realidad lo es, es un príncipe de la dinastía Choson. Así que tendrás un guapo acompañante en tu consultorio a partir de ahora.
—No tienes nada que envidiarle, tu ya tienes a uno —Ambas reímos por la nueva tontería que Jong Woon decía.
Me despedí de ellos y procuré adelantar mi paso para llegar temprano al hospital.
Las cosas ahí estaban bastante agitadas ya que todos iban de aquí allá, al parecer después de tanto indagar una celebridad visitaba el hospital de Corea.
— Doctora tiene un último paciente.
— Hagalo pasar, no hay problema. — Dije mientras revisaba unas historias.
Mientras el paciente llegaba comencé a observar el cuadro del príncipe una vez más, debía estar enloqueciendo pero aun así me gustaba admirarle.
— Adelante.
Un joven alto y de piel morena ingresó algo avergonzado al consultorio y con una gorra que dejaba oculto parte de su rostro se acercó hasta el escritorio.
— Tal vez podría dejar de lado la gorra y platicarme un poco.
— Oh lo siento...—Retiró el gorro café y dejó ver el rostro que llevaba admirando hace unas horas, el rostro de aquel príncipe.— ¿Pasa algo doctora?
— No...no por favor platiqueme.
— Bueno,en unas semanas...
Las cosas empezaban a salir y salir de su boca pero mi atención no se centraba en lo que este decía sino en su belleza, aquella belleza que me dejaba deslumbrada.
— ¿Ha escuchado lo que he dicho?
— Eh...si claro pero si gusta puede volver a repetirlo. —Comenté algo avergonzada.
— ¿Es mi fan? ¿Exo-l?
Parpadeé varias veces y lo miré sin entender lo dicho pero este río de lado y desordenó sus cabellos.
— Tiene una foto mía ahí ¿Pero cuando fue que me la tomé? ¿Es un fan art? ¿Usted lo hizo?
—No no, no es usted...ni siquiera se su nombre, lo siento...— Anuncié haciéndole dudar a aquel joven castaño. —En realidad es un príncipe coreano y encontré esta foto en una tienda de antigüedades.
—¿Puedo decirle algo? —Preguntó curioso a lo que asentí. —¿Me daría su número?
Abrí el cajón principal de mi escritorio y le entregué una tarjeta al moreno sin dejar de expresar felicidad en mi rostro.
